Cerca de un mes después de desaparecer de Telecinco, Alba Carrillo apareció por sorpresa este jueves 27 de abril en la TVG. Fue en el plató de Land Rober-Tunai Show, el exitoso espacio de Roberto Vilar, con el objetivo de dar una sorpresa a su amiga Eva Iglesias, colaboradora del espacio. En el transcurso de su visita, eso sí, también se acordó de su otrora cadena, no en los mejores términos.
Aunque Carrillo se dejó ver ya en los primeros minutos de emisión, el programa de variedades retrasó al final su intervención al último bloque. La participó en Comer e calar!, una sección de mecánica sencilla: elegir entre contestar preguntas personales o probar sabores y comidas cuando menos peculiares, por no decir directamente desagradables. “Yo soy muy de falar”, advertía ella, antes de empezar.
Lo cierto es que, conociendo a la televisiva, era de prever que no tuviera problemas en responder a preguntas más o menos comprometidas. Tampoco era de extrañar que su salida de Mediaset fuese mencionada. Así ocurrió.
“Están botando lo bueno y se están quedando con lo malo”
Vilar acababa de plantear un desafío a la exconcursante de Supervivientes y GH VIP: leer el último mensaje que hubiera recibido de un pretendiente, o hacer degustación de un plato de gusanos. Sacando su móvil, y con tal de no comerse eso, recitó el texto que le llegó hace pocos días a través de Instagram, durante los días de la Feria de Abril de Sevilla: “Vente a mi caseta, te quiero ver una teta”.
Tras los segundos de risas generalizadas, el presentador comentó: “Cuanto daño ha hecho Telecinco”. Con esa excusa, dejaba caer el tema de marras: “Por cierto, ¿es cosa mía o te echaron de Telecinco?”, le preguntó en gallego.
Carrillo, conteniéndose, jugó a referirse al término en gallego -botar- empleado por Vilar, antes de decidirse a contestar con su desparpajo acostumbrado: “Están haciendo cambios... ¡A peor!”, exclamó. “Porque siempre se puede ir a peor”.
“¿Pero qué quieren cambiar?”, repreguntó Vilar: “Pues eso... Están botando lo bueno y se están quedando con lo malo”, contestó ella, antes de cambiar de tema definitivamente.
Unicorn no renovó el contrato de Alba Carrillo
Carrillo, que había sido colaboradora estrella de Ya es mediodía desde sus comienzos, desapareció de las pantallas de Telecinco hace escasas semanas. Por su parte, el espacio se reforzó con el el fichaje de Irene Junquera.
Fuentes de Unicorn Content, productora a la que estaba vinculada, confirmaron en su día a verTele que su contrato como colaboradora terminó el pasado 31 de marzo y no ha sido renovado. De este modo, dejaba de salir con efecto inmediato tanto en el magacín de mediodía como en el resto de programas de la productora, compañía de confianza de Mediaset, en los que pudiese colaborar o intervenir.
Cuestionados sobre el motivo por el que no se le ha renovado el contrato, desde la productora no dieron ningún tipo de explicación. Sin embargo, según supo este medio, que Carrillo no siga como colaboradora fue fruto de un acuerdo en consenso entre la cadena y la productora. Esto confirmaba lo publicado La Razón, aunque por distintos motivos a los que expresa el citado medio, pues no formaría parte de la política de vetos emprendida por Mediaset en sus programas.
La situación en Mediaset y los vetos
En cualquier caso, la salida de Carrillo se sumaba a que también La Razón había añadido más nombres a esa lista personalidades que ya no recibirían más atención en sus programas: Bigote Arrocet, Carmen Lomana y Georgina Rodríguez. Fuentes de Mediaset consultadas por verTele negaron rotundamente que esto fuera cierto, y de hecho, hicieron oficial su postura poco después: “Georgina Rodríguez, Carmen Lomana y Edmundo Arrocet no han sido vetados por Mediaset España”.
Otras fuentes del entorno de la cadena consultadas por verTele puntualizan cómo está la situación. Explican que no existe una lista oficial de vetados como tal, y que hay vetos a distintos 'niveles': hay personajes a los que no se puede invitar a plató; otros de los que no se puede emitir imágenes; y otros de los que ni siquiera se podría hablar o mencionar.
Esta estrategia no viene directamente de Alessandro Salem, pues el nuevo CEO de la compañía no está familiarizado con todos los personajes que conforman el universo del grupo. Surge de los directivos que han cogido más fuerza en esta etapa en Mediaset. Uno de ellos, pero no el único, es Mario Rodríguez, director general Corporativo del grupo y adjunto al presidente. Como encargado de los asuntos jurídicos de Mediaset, ha tomado estas decisiones con criterio jurídico, basándose en demandas y casos perdidos que han tenido en el pasado. Dado que hay varios directivos en este empeño, los nombres bailan y se producen tantos cambios, lo que implica que desde los mismos programas no saben con exactitud quién toma las decisiones ni conocen con exactitud los vetos o sus niveles.