Kiko Rivera fue el invitado estrella de Viernes Deluxe en la noche de este 11 de junio. Tras una semanas de capa caída en su competición contra La Voz Kids, el programa de Telecinco recurrió finalmente a uno de los pesos pesados de su liturgia, gracias a lo que mejoró su rendimiento.
En plató se encontró con su prima Anabel Pantoja, que dijo que no tenía intención de participar en la entrevista a Kiko sino en el debate posterior sobre Supervivientes, para el que fue llamada. Sin embargo, su presencia en plató acabó eclipsando toda la atención por este reencuentro familiar después de todas las polémicas acaecidas en Cantora.
Muy molesta por el hecho de que sus compañeros y su primo pusieran el foco sobre ella para juzgarla por su actitud en esta cita, Anabel amagó con marcharse. “Yo no había venido a esto”, se quejó la colaboradora del programa, ante lo que el hijo de Isabel Pantoja le preguntó, muy indignado, si alguien le había obligado a sentarse frente a él.
La tertuliana pidió entonces a la directora de Viernes Deluxe que aclarara la situación ya que, según relató, el coche del programa se presentó en su casa antes de lo previsto para que así tuviera ocasión de coincidir con Kiko. “Yo dije que no quería esta escenita. No quería aparecer para que no pasase eso (...) Me han puesto el coche, me han hecho entrar y me han dicho que me ponga el micrófono. Sí, me han obligado”. Kiko insistió en lo obvio: “Si no quisieras estar aquí no estarías. No creo que esta señora te haya puesto una pistola en la cabeza para que vengas”.
Anabel se levantó e hizo intento de marcharse, pero el presentador, Jorge Javier Vázquez, consiguió retenerla pese a su enfado: “No he venido a esto, no me da la gana. No quiero ningún problema desde hace ocho meses”, añadió con la voz entrecortada. Y se despidió de la directora con una pulla más que evidente: “Patri, gracias por invitarme a trabajar”.
Tras una pausa publicitaria, Anabel Pantoja desapareció de plató, pero las cámaras de Viernes Deluxe, Jorge Javier y Kiko Rivera salieron tras ella por los estudios de Mediaset, como tantas veces suele ocurrir cuando los protagonistas se van pero se quedan: “Me da vergüenza esto. Me siento ridícula, patética. Pero yo no he venido a hacer un espectáculo”, se quejó nuevamente. Su primo, por su parte, quiso entonces apaciguar los ánimos y hacerle reflexionar: “Solamente espero que jamás te veas en la situación en que me he visto yo”, le dijo el invitado de la noche antes de pedirle apoyo, escucha, y despedirse de ella con un beso.
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