Análisis

Así les va en audiencias a los programas 'Desde casa': menos medios, ¿mejores datos?

La crisis sanitaria del coronavirus ha afectado inevitablemente a las cadenas de televisión, que han tenido que cambiar sus planes a corto y medio plazo y adaptarse a las medidas de prevención y seguridad para proteger a sus equipos y a todos los que les rodean.

Tras cerrar sus platós al público, el primer paso que dieron todos y cada uno de los formatos en directo y diferido, los espacios diarios fueron diseñando su presente con las nuevas directrices. Mientras que los matinales de TVE, Antena 3, Telecinco y laSexta se siguen emitiendo con aparente normalidad, otros han variado notablemente sus dinámicas.

El Intermedio y Zapeando pasaron, tras una semana de ausencia, a realizarse totalmente desde casa. Otros, como El Hormiguero y Todo es mentira, se sustentan de señales desde sus estudios habituales y los salones de invitados e incluso presentadores.

Unos cambios que, evidentemente, han alterado sus escaletas habituales y que, en consecuencia, han despertado diferentes sensaciones entre sus espectadores. Esto, unido al ineludible cambio de consumo televisivo en seis semanas de confinamiento, se ha visto reflejado en unos datos de audiencia que han variado con respecto a los habituales y que dejan dos grandes beneficiados: el programa de Pablo Motos y el de Risto Mejide.

El Intermedio

El Intermedio es el programa diario en abierto que más variaciones visibles ha presentado en este tiempo de confinamiento. El Gran Wyoming y su equipo dejaron paso a la actualidad durante la primera semana de Estado de Alarma (la del 16 al 20 de marzo) y retornaron a laSexta con su clásico repaso político el día 23, pero no desde el plató.

El presentador y sus colaboradores conectan de lunes a jueves con los salones de sus espectadores desde los suyos propios, siendo el único programa actual que se presenta enteramente desde casa, además del Late Motiv de Buenafuente en Movistar+. En estas cinco semanas, sus datos de audiencia no se han resentido apenas: promedia en torno al 7% de cuota frente al 7.5-8% que promediaba 30 días atrás, pero en miles sigue arrastrando al mismo número de fieles: alrededor de 1.3 millones.

Zapeando

Producido por la misma compañía que El Intermedio (Globomedia), Zapeando empezó el Estado de Alarma dando los mismos pasos: paralizando su emisión durante la primera semana y retornando, desde casa, desde el 23 de marzo. Su cuota durante los siete días siguientes apenas varió, pues se mantuvo sobre un 6.3%, y sus seguidores crecieron de los 700.000 al millón.

Sin embargo, Dani Mateo y sus zapeadores bajaron temporalmente la persiana y enchufaron las reposiciones durante un mes, donde laSexta sí ha notado sensiblemente la ausencia de directo cayendo hasta el 4% y cediendo terreno a su gran rival en la sobremesa. El lunes 27 vuelven a subirla con la intención de recuperar su sitio.

Todo es mentira

El gran beneficiado de la ausencia de Zapeando es, como decimos, su principal competidor: Todo es mentira. El programa de Risto Mejide también ha cambiado con el confinamiento, pues su conductor presenta cada día desde el salón de su casa, pero el resto de colaboradores siguen participando desde el plató.

El magacín vespertino ya había logrado hacerse un hueco en la maltrecha tarde de Cuatro con medias de 4.5% y medio millón de espectadores, pero su seguimiento se ha disparado durante estas seis semanas de cuarentena, sobre todo desde el parón de los zapeadores. En este último mes, Todo es mentira supera holgadamente el 6%, roza el millón de televidentes y ha fijado un nuevo récord de 7.4%. El reto es mantenerlo en el regreso de la dura competencia.

El Hormiguero

Una dinámica similar es la que ha adoptado El Hormiguero, que tras una semana de ausencia se reformuló para seguir realizándose desde el plató de manera mixta. En su caso, Pablo Motos sí que está en los estudios, pero ha dado más peso a los colaboradores y conecta diariamente con todos sus invitados por videoconferencia.

El nuevo Hormiguero: Quédate en casa no ha podido tener mejor aceptación entre el público, que no ha fallado a su cita en las últimas cinco semanas. El programa de Antena 3 es un oasis de entretenimiento entre tanta actualidad y se ha visto reflejado en los datos: ronda el 15% en cada una de sus emisiones en horario estelar y es, día a día, el contenido no informativo más visto de la televisión con casi 3 millones. Motos y las hormigas han dejado atrás los 12% y 13% y han reclutado a cerca de un millón de espectadores más que un mes atrás.

La Resistencia, Late Motiv e Ilustres

Como en abierto, los programas diarios de Movistar+ también se han adaptado a las circunstancias actuales para seguir entreteniendo a los espectadores.

Late Motiv, al igual que El Intermedio, se realiza enteramente desde casa conectando a Andreu Buenafuente y sus colaboradores a través de vídeollamadas. Mantienen conexiones con entrevistados y secciones, aunque todo lejos del plató. Al pertenecer al universo del pago, los datos de audiencia no son significativos, pero cabe decir que el impacto del programa en redes sociales se mantiene intacto.

También mantiene a sus seguidores activos La Resistencia, rebautizado como Lo que de verdad importa durante el confinamiento. En su caso, Broncano, Ponce, Castella y Grison sí acuden a un Teatro Arlequín más vacío que nunca: no hay público y el equipo es muy reducido. Tanto, que son los mismos protagonistas los que se graban con tablets y webcams para dotar al programa de una realización variada sin poner en riesgo a más operadores de cámara.

Los invitados conectan desde sus casas y realizan unas entrevistas más breves que lo habitual, a la espera de volver a verse con Broncano cuando la situación vuelva a la normalidad. Quién sí acude de visita es algún colaborador de la casa como Ingrid García-Jonsson o Ernesto Sevilla, aunque sus participaciones se realizan desde el palco, a distancia.

En cuanto a los Ilustres Ignorantes, su dinámica es muy parecida a la de Late Motiv y sus programas son 'Home Made': con Coronas, Colubi y Cansado desde sus salones y con invitados a distancia. La audiencia social, al igual que en los dos late shows, tampoco se ha visto mermada. Se puede seguir haciendo tele desde casa.