Análisis

Así empezó y así acaba 'Así es la vida', el programa que relevó a 'Sálvame' y que devuelve el sitio a Jorge Javier

El 26 de junio de 2023, Así es la vida debutó en la tarde de Telecinco con una difícil misión: recoger el relevo de Sálvame y ocupar un hueco que en ese momento parecía no solo difícil de rellenar sino, más aún, una misión kamikaze. Primero, porque el programa nacía con la condición de parche, para ocupar la tarde mientras se preparaba la siguiente gran apuesta de esta franja, TardeAR. Segundo, porque el programa tenía el gran hándicap de verse abocado a las comparativas inmediatas con un magacín que definió la identidad del canal durante los 14 años previos.

El 26 de julio de 2024, exactamente trece meses después, Así es la vida se despide definitivamente tras haber cambiado radicalmente no solo su propósito inicial, sino su identidad. Los problemas de Telecinco para rubricar una estrategia de programación sólida en plena crisis motivaron que el programa producido por Cuarzo no terminase tras el verano, como se planificó, sino que se viera reformulado como tertulia para la sobremesa, a modo de telonero de Ana Rosa Quintana. En esa misión, a Así es la vida no le quedaba margen más que para limitarse a regurgitar los contenidos habituales de Mediaset de forma análoga al resto de magacines de crónica social ya presentes en su programación.

Pero más llamativo aún es el hecho de que ese testigo que cogieron en el verano de 2023 se devuelva a su portador original: Sandra Barneda y César Muñoz se despiden para dejar vía libre a Jorge Javier Vázquez, retornando al horario de tarde para hacer valer su condición de primera espada del grupo. Tantos cambios para que, al final, nada haya cambiado. O, al menos, para que cambiase demasiado.

De la ruptura del comienzo a la inevitable homogeneización

Y eso que desde su planteamiento inicial, estaba claro que Así es la vida quería romper con el pasado más inmediato. El programa arrancaba su primera emisión con un flashmob en las instalaciones de Mediaset, y con una actitud pretendidamente festiva, lejos de los entremeses tragicómicos (o directamente trágicos) de Sálvame. El tono lo asemejaba más a otra apuesta vespertina, Zapeando, o incluso a Aruser@s, que con su éxito difícilmente igualable en las mañanas de laSexta había servido de modelo para muchos espacios posteriores.

Así es la vida se configuraba como un cajón de sastre con una variopinta nómina de colaboradores -el ahora reverdecido Pedro García Aguado o Belén Washington como nombres destacados- y una escaleta que incluía entrevistas a famosos alejados de las coordenadas de un espacio rosa: Maxi Iglesias fue el primero, y luego pasarían otros como Vanesa Martín, Mario Vaquerizo o Abraham Mateo. Incluso había espacio para los sucesos más candentes: al término de su primera semana, el actor Luis Lorenzo se sentaba en plató para hablar de la acusación por presunto asesinato de su tía política.

La propia disposición espacial apuntaba un cierto afán por acercarse a un lenguaje audiovisual más fresco. En el plató, se enfrentaban dos mesas separadas sobre una tarima principal, con Barneda y Muñoz al fondo, mientras las escaleras de la superficie servían para que los presentadores se moviesen e incluso para que se sentasen a hablar con sus invitados de forma más cercana e informal. Esa informalidad daba pie incluso a ocurrencias como “el regalo de mierda”, un obsequio de poco valor que cada visita de cada emisión dejaría para el siguiente en pasar por allí.

Poco a poco, sin embargo, toda esa experimentación fue homogeneizándose para adecuarse a la norma del resto de espacios de Mediaset. Los discretos resultados de las primeras semanas exigieron de asimilar el espacio a lo que se venía proponiendo en otros formatos. Es decir, se reviró hacia el corazón puro y duro, valiéndose de colaboradores que hicieran las veces de protagonistas de las noticias. El caso paradigmático de Así es la vida ha sido el de Alejandra Rubio, que con su embarazo ha engendrado horas de contenido para Telecinco. El magacín, en buena medida, servía como atril para que ella pudiese contestar a otros espacios de la propia cadena. Esa programación río que caracterizó la era Vasile, y que se había ido secando con la desaparición de programas y colaboradores, ha tenido crecidas en los últimos tiempos por el empuje de la familia Campos, con Carmen Borrego, su sobrina Rubio y en semanas recientes su hermana Terelu definiendo los asuntos de debate social. Así es la vida ha sido, empero, una de sus presas.

Poco queda, pues de la heterogeneidad inicial. Además de Rubio y Borrego, Makoke, Antonio Montero, Carmen Alcayde, Antonio Sánchez Casado y Almudena del Pozo han sido los rostros más reconocibles de Así es la vida. Su plató se rediseñó en noviembre, para romper la dinámica previa y adecuarse a las necesidades de una tertulia de crónica social. Unos y otros quedaban ya sentados en sus puestos, en un decorado igualmente normalizado y sin espacio a la sorpresa o al rupturismo.

De hacer hueco a Ana Rosa a telonearla

Como decíamos, en esa transformación de magacín de variedades a puente para los contenidos rosa de Mediaset se reforzó, curiosamente, cuando el programa tenía que acabar. Inicialmente, Así es la vida ocupaba la franja de dos horas entre las 17:00 y las 19:00 horas, viéndose antecedido por el serial Mía es la venganza. Así debía ser hasta que llegase TardeAR, a mediados de septiembre, para cubrir su hueco. No se contaba con el doloroso fracaso que fue la ficción protagonizada por Lydia Bosch.

Un mes después de su estreno, el 17 de julio, Mía es la venganza ya había suspendido sus grabaciones y era relegada a Divinity, donde terminaron de verse sus episodios. Así es la vida ganaba así una hora de emisión, replicando de este modo el mismo horario que había tenido Sálvame en su última etapa. Sus números eran solo algo mejores que los de la producción de Alea Media, pero además de ser un producto más económico, su próxima fecha de caducidad invitaba a apurar sus posibilidades en una en reconstrucción.

Esa fecha de caducidad pronto se borró del envase. “Estamos decidiendo si Así es la vida será telonero de TardeAR. Tenemos algunos problemas técnicos que tenemos que ajustar y estamos en plena discusión”, decían desde Mediaset nada más arrancar septiembre, cuando el nuevo formato de Ana Rosa hacía su puesta de largo ante medios en Vitoria, y cuando aún no había recambio para la primera hora de la tarde.

Así es la vida se postuló, pues, desde el primer momento para una tarea que no estaba en principio encomendada y que obligaba a culminar un replanteamiento radical. La apuesta por recuperar la ficción en sobremesa, que no existía en Telecinco desde tiempos de Yo soy Bea, hubiera servido para cambiar definitivamente la imagen de la tarde de Mediaset, para bien o para mal. El fallido intento obligó a un remiendo; el magacín veraniego podía cumplir, ya rodado durante los casi tres meses previos, aunque su presencia no permitiera romper con el pasado y con sus inevitables comparaciones. Al fin y al cabo, poco más de una hora se hacía escaso para darle la suficiente entidad.

Todo cambia para que nada cambie

Y con todo, ahí ha seguido durante toda una temporada. Lo ha hecho sin destacar, merodeando la nota de corte de Telecinco durante el curso para garantizar su continuidad y no tildarlo de fracaso, pero sin margen de maniobra.

Desde que iniciase su etapa como programa de una hora en la sobremesa, ha rondado el 9% de cuota de pantalla, siendo contadas las ocasiones en que ha superado los dos dígitos; la última, el 3 de julio (10.3% de share). Teniendo en cuenta ese carácter de parche con el que nació, su estabilidad es digna de aplauso, si bien no haya podido gozar de auténtica autonomía, ni visos de mejora. Más bien al contrario: sus prestaciones han ido moderándose en sus últimos compases, acaso señalando la expectación de lo que está por venir.

Audiencias de 'Así es la vida' en su primera semana en Telecinco

  • 26/06/2023: 10.7% y 922.000
  • 27/06/2023: 9.4% y 809.000
  • 28/06/2023: 10.3% y 819.000
  • 29/06/2023: 9.6% y 820.000
  • 30/06/2023: 9.6% y 790.000

Audiencias de 'Así es la vida' en su última semana en Telecinco

  • 22/07/2024: 7.8% y 699.000
  • 23/07/2024: 8.1% y 737.000
  • 24/07/2024: 9.6% y 829.000
  • 25/07/2024: 8.6% y 798.000

La llegada de El diario de Jorge sirve para remozar la tarde al completo, pues también TardeAR verá reducida en media hora su extensión. Pasará así a iniciarse a las 17:30 horas, mientras Jorge Javier Vázquez aprovecha el bloque previo, de más de hora y media. La ironía ha querido que el gran reclamo para las nuevas tardes sea aquel a quien inicialmente se había eliminado hace trece meses, readquirido este su título de máximo representante de la identidad de la cadena. Lo mismo puede decirse del hecho de que el nuevo empeño para reverdecer laureles sea un género como el talk show, que tras marcar época en los noventa y primera década del siglo XXI parecía ya sin sitio en las programaciones actuales. Como se suele decir, así es la vida.