Lo que en la vida real solemos denominar como una relación de “amor-odio”, en el mundo de la televisión más bien se puede traducir como “audiencia-odio”. Porque aunque alguien genere polémicas, si da audiencia esas tiranteces suelen olvidarse, o más bien aprovecharse.
Desde hace ya meses, el caso paradigmático de esta máxima es el de José Antonio Avilés y Telecinco. Y es que como ya repasamos hace apenas 15 días, la cadena de Mediaset no para de destapar y denunciar sus mentiras... a la vez que le sigue confiando más espacios en sus programas.
En este mismo fin de semana ha habido dos ejemplos muy claros de esta “una de cal y otra de arena” que Telecinco protagoniza con Avilés. Por un lado dándole más hueco televisivo, y por el otro denunciando sus mentiras en pleno directo.
El sábado adelantamos en exclusiva que Avilés iba a ser uno de los próximos protagonistas de las entregas de Ven a cenar conmigo Gourmet Edition, junto a Gianmarco y Yurena. Los tres protagonizarán alguna de las próximas cenas para VIPs de Telecinco, en lo que supone un nuevo proyecto de la cadena con el que ya es uno de sus personajes favoritos.
Al día siguiente, este mismo domingo, Avilés también fue protagonista de Viva la Vida, con la otra cara de la moneda en su particular relación con Mediaset. Como el propio programa promociona en su web, sus mentiras volvieron a convertirse en tema de conversación acabando por desquiciar a Diego Arrabal, que le dijo: “Eres un mentiroso, me das pena”, entre otros descalificativos.
Ávilés ha logrado un hueco televisivo más que destacado a golpe de mentiras, y gracias a ellas está logrando llenarse los bolsillos. Por su parte, Telecinco le “castiga” cara al público destapando sus embustes en distintos programas, pero al mismo tiempo sigue alargando su circo para beneficiarse de él en otros proyectos y formatos.
Un ejemplo perfecto de que en televisión, si una relación está marcada por la audiencia, lo demás no importa. Ni tan siquiera el odio.