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La Banca Navidad en Salvados, un cuento de “miedo”: “Bankia fue un festival de malas prácticas”

Redacción

Salvados despidió su temporada al más puro estilo dickensiano, con una entrega dedicada a narrar cómo ha sido la evolución del sector bancario en la última década. “Parece un libro de contabilidad, pero es un cuento”, advertía Verónica Forqué, que ejercía como narradora de Banca Navidad.

Estructurado como una fábula, el programa narró cómo se comportó el sector durante la crisis y tras ella. Y esta historia tuvo un protagonista claro, Bankia y Banco Popular.

Para el economista José Moisés Martín, el negocio fundado en 2010 de la fusión de varias cajas de ahorros es el gran responsable de la situación que atravesó España a comienzos de la década. “Sin ella, la crisis bancaria hubiera sido un resfriado. Con ella, fue una neumonía que casi se lleva por delante la economía española”, asegura el experto.

“Fue un festival de malas prácticas: desde créditos dados sin mirar el riesgo, a una expansión excesiva, el uso de las preferentes”, enumera Martín, que hace hincapié en que “ahora mismo están muchas bajo el sistema judicial”.

Sin embargo, también señala al Banco Popular: “[Era] un banco abocado a ir a la quiebra y que en medio de ese proceso hace una ampliación de capital, a sabiendas de que si no alcanzaba las cifras oficiales acabaría quebrando”. Recuerda también la compra de este por parte del Santander por un euro: “El gobierno contento porque no tiene que poner dinero, el Santander también, porque tiene negocio, y los accionistas... no tan contentos porque perdieron mucho dinero en esta operación”. Recuerda que “dos mil millones de euros se evaporaron” de estos accionistas.

“El epicentro de las crisis serían las cajas de ahorro porque no tenían diversificación geográfica. Todo su negocio estaba en España y al derrumbarse el negocio inmobiliario, muchas se fueron con él”, prosigue su análisis condensado el economista. Mientras, los grandes bancos sobrevivieron gracias a su proyección internacional. Para Martín, había una alternativa para la superviviencia de las cajas que no hubiera pasado por despojarlas de sus negocios bancarios, sanear sus cuentas y venderlas. “Una opción hubiera sido recapitalizarlas”, porque “hubiera costado más o menos lo mismo y hubiéramos mantenido el sistema”. “Se tomó esta decisión”, dice sobre la venta, “a sabiendas de lo que se estaba haciendo”.

“Cuando hay concentración bancaria, el riesgo de que haya prácticas contrarias a los clientes es mucho mayor”, subraya el colaborador del programa.

Para finalizar este nada agradable relato, Salvados terminó con un villancico interpretado por Nacho Vegas, María Arnal y Marcel Bages.

La adaptación de White Christmas tenía un cariz profundamente sarcástico, y contaba con los artistas deambulando por un supermercado cerrado y con las luces apagadas: “Oh, Banca Navidad, sueño que vuelve a abrir mi sucursal, la ley de Vivienda era una leyenda, hoy nada puede salir mal. Oh Banca Navidad, quiero hipotecarme una vez más. Los desahucios quedan atrás al llegar la Banca Navidad. Mi banca es buena, es mi compañera de amor y sin interés. Oh, Banca Navidad, mierda... Todo era un sueño, me endeudé. El desahucio vuelve al hogar al llegar la Banca Navidad”.