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El 'troleo' de Bardem a Conan O'Brien sobre los Oscar en su casa: “Son lámparas, les pusimos bombillas”

Javier Bardem a Conan O'Brien

Javier Bardem visitó anoche el programa de Conan O'Brien para hablar, entre otras cosas, de los Oscar. Aprovechando que la gala del domingo estaba aún muy reciente, el presentador quiso saber dónde guarda el actor la estatuilla que ganó hace ya 11 años por No es país para viejos. Y lo hizo añadiendo a la ecuación a Penélope Cruz, también poseedora de un Oscar por Vicky Cristina Barcelona en 2009.

“Ambos tenéis un Oscar, que es algo poco común en una pareja [de intérpretes]. ¿Dónde los tenéis en vuestra casa?”, preguntó el cómico, a lo que Bardem reaccionó suspirando con cierta resignación. Una resignación que, en realidad, era mentira, pues el canario disfrutó 'tomándole el pelo' al O'Brien con su respuesta: “¿Te digo la verdad? En la mesilla de noche. Son lámparas. Les pusimos bombillas”.

“¿En serio les pusisteis bombillas a vuestros Oscar?”, exclamó incrédulo el presentador. “Sí, sí, sí. Las encendemos y nos ponemos a leer. Nosotros leemos muchos porque es la única forma que tenemos de recordar lo buenos que somos, porque los Oscar están siempre encendidos”, continuó Bardem, que para entonces ya había dejado claro que estaba hablando en tono de broma. Aun así, siguió con su relato: “Nosotros recibimos a la gente o a los invitados en casa como Yoko Ono y John Lennon, en la cama y leyendo libros para que vean los Oscar. Esto es cierto!”.

“Vosotros empezáis leyendo libros y luego os vais a dormir”, bromeó Conan O'Brien sobre las actividades que Bardem y Cruz hacen en la cama.

Bardem, la actuación de Queen y su dedo roto

Por otro lado, el actor comentó una de las imágenes que dejó en la reciente gala de los Oscar. Esa en la que aparece disfrutando al máximo de la actuación de Queen + Adam Lambert. “Estaba bastante sorprendido con esa apertura”, aseguró el actor, que descubrió en ese momento que la banda británica abría la ceremonia.

Una sorpresa que hizo que se entregara aún más a la música, moviendo la cabeza y sacando los cuernos como buen rockero. Aunque en su caso solo lo pudo hacer a medias. “Me rompí hace años este dedo así que con éste no pude hacerlo”, desveló mostrando cómo no puede estirar el dedo meñique de su mano derecha. “Pero es bueno para [beber] el té”, bromeó cogiendo la taza que tenía en la mesa.

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