Belén Esteban pasó un mal rato durante la grabación del tercer capítulo de ¡Sálvese quien pueda!, el recién estrenado docureality de Netflix en el que los tertulianos de Sálvame recorren las Américas.
El equipo del programa se dirigió a una zona pantanosa de Miami para encontrarse con los cocodrilos que habitan en las aguas de Florida.
La colaboradora no tardó en mostrarse indispuesta. “No me está gustando la excursión”, deslizó cuando las libélulas y otros insectos empezaron a molestarles mientras estaban a bordo de una lancha.
Sus compañeros siguieron de guasa mientras ella insistía en que se encontraba mal: “Me estoy mareando, de verdad”, advirtió con mala cara. “No me está gustando”, repitió antes de que empezaran a acercarse los enormes cocodrilos del lago.
“Ya hemos visto al cocodrilo. Vámonos, venga”, pidió cuando los de Sálvame seguían entusiasmados con la peligrosa criatura. Minutos después, de regreso al muelle, Belén empezó a vomitar ayudada por María Patiño, Kiko Hernández, Terelu Campos y Lydia Lozano. Parece que con esto consiguió que el cuerpo se le entonara por fin.