Carmen Lomana ha hablado largo y tendido sobre su sonado enfado con la dirección de Y ahora Sonsoles. El pasado miércoles, recordemos, la colaboradora manifestó en directo su malestar con el programa de Antena 3 por la poca participación que había tenido ese día, llegando a decir incluso que si estorbaba, se iba del formato. Una amenaza que cumplió de inmediato al día siguiente, cuando anunció su marcha del magacín presentado por Sonsoles Ónega, quien desde entonces no ha querido entrar en este asunto.
La propia Lomana, en cambio, ha aprovechado su participación en el programa Fin de semana Cope para comentar todo lo que ha sucedido entre ella y el espacio diario de Antena 3. Para empezar, la televisiva insiste en lo que ya dijo días atrás: que no ha sentido el apoyo de la directora del programa, Patricia Lennon. “Yo me di cuenta de que no era muy bien recibida. No por el equipo de gente que hay alrededor, que es maravilloso, sino por quien me tenía que haber recibido y haberme dicho ”¿qué tal, Carmen? Qué bien que estés aquí. Espero que te sientas a gusto“, que es lo que se dice cuando empieza un programa y es la primera vez que vas”.
Dicho esto, y tras dejar nuevamente claro que no culpa de lo sucedido a Sonsoles Ónega, para la que solo tiene palabras de cariño, Lomana narra en su intervención radiofónica cómo fue su última participación en Y ahora Sonsoles. “Yo tenía que haber salido a las 19:10 o 19:15, y eran las 19:35 y digo 'bueno, ¿no salgo?'. Me habían mandado la escaleta de lo que íbamos a hablar, pero ya lo habían hablado todo. Entonces, salí con una cara de cabreo de la que no me di cuenta hasta que he visto las fotos. Digo 'anda, qué fea me pongo cuando estoy enfadada'”, comenta nuestra protagonista, que en realidad entró en plató a las 19:20 horas, siendo las 19:35 la hora a la que terminó el bloque en el que ella iba a participar. Sin embargo, apenas abrió la boca, como lamentó ante Ónega en directo.
“Hice el paseíllo con la música de La vida es bella y me senté. Y a partir de ese momento no me enfocaron. Bueno, sí, llegué, dije 'buenas tardes', 'felicidades a las Almudenas' y ya no volví a decir ni mu. Y no me enfocaron, que no lo sabía, pero me lo dijo gente que lo había visto”, añade. “Yo notaba que me habían puesto una silla en la esquina, que no me estaban enfocando las cámaras y que nadie me preguntaba nada ni podía hablar. Y dije 'bueno, ¿pero yo a qué he venido aquí?'. Yo tenía un plan estupendo el día de la Almudena, y para venir aquí a que me ninguneen...”, asegura a continuación.
“A me gusta la televisión, comunicar y decir cosas interesantes, pero no venir aquí como un florero como el convidado de piedra para que me digan qué vestido más mono llevo como si fuera una pánfila que no tengo criterio para hablar de las cosas que hablan ahí, que tampoco es algo que te mueres ni necesitas ser doctor en Filosofía”, afirma también Lomana, que terminó aquel día, su último como tertuliana de Y ahora Sonsoles, haciendo lo que cree que debió hacer desde el principio: “Eso es lo que pensé, que me voy a mi casa, de donde nunca debí salir'”.