Carole Baskin está aprovechando la popularidad alcanzada, a su pesar, tras la emisión de Tiger King haciendo carrera en televisión como famosa de pleno derecho. La propietaria de un santuario de grandes felinos, convertida en uno de los personajes más odiados de América a causa de las insinuaciones que de ella se hacía en la docuserie -donde, además de presentarla como némesis del protagonista, Joe Exotic, se daba espacio a las insinuaciones sobre su responsabilidad en la desaparición de su anterior marido-, ha pretendido hacer de la situación oportunidad y se ha convertido en una de las celebridades que saltan a la pista de baile en la 29ª edición de Dancing with the Stars en ABC.
El veterano programa arrancó este lunes 14 su andadura, marcada por los aires de renovación con Tyra Banks como nueva presentadora en relevo de Tom Bergeron, que estuvo al cargo del espacio durante las 28 temporadas previas, y con un elenco donde destacan actores como Jesse Metcalfe, Justina Machado y Anne Heche, exdeportistas de élite como Charles Oakley, el rapero Nelly y la citada Baskin, que hizo gala de una actitud un tanto dispersa y que debutó en el escenario con un número apropiado: una coreografía de pasodoble para el Eye of the Tiger de Survivor, popularizado por la saga Rocky.
Con su interpretación, cabe decir, fue la menos votada de la primera gala, con solo 11 puntos.
Recordemos que, más allá de su concurso en esta edición, el nombre de Baskin seguirá bien presente en medios. No en vano, Kate McKinnon trabaja en una adaptación televisiva de la historia de Tiger King para NBC, centrada en el punto de vista de la cuidadora de animales; y por si fuera poco, Nicolas Cage está vinculado a otro biopic de Joe Exotic para Amazon, donde a buen seguro su enemistad con la mujer será otra de las claves.