Desde que se anunciara la puesta en marcha del primer proyecto de ficción original de Netflix en España, la expectación ha acompañado a 'Las chicas del cable' en todos sus pasos. La cuenta atrás está apunto de llegar a su fin, y en apenas siete días los usuarios de todas las partes del mundo abrirán una ventana al Madrid de los años 20 a través de una producción que tiene mucho que decir.
La apuesta del gigante del streaming en su iniciación en la ficción española ha sido contundente: Un elenco repleto de caras conocidas para el público televisivo, entre las que destacan nombres como Blanca Suárez (‘El Internado’, ‘El Barco’), Maggie Civantos (‘Vis a vis’), Yon González (‘El Internado’, ‘Gran Hotel’, ‘Bajo Sospecha’) o Ana Polvorosa (‘Aída’); y el equipo que está detrás de dos de las series nacionales que más éxito han obtenido en su difusión mundial a través de Netflix: ‘Velvet’ y ‘Gran Hotel’, obra de Bambú Producciones.
En Vertele hemos podido sumergirnos en los primeros episodios de ‘Las chicas del cable’, de los que te desgranamos –sin spoilers- los puntos fuertes.
El elenco, el gran acierto de 'Las chicas del cable'
Desde sus primeros minutos, la ficción ya deja claro que la historia de su protagonista, al igual que la de las mujeres de los años 20, no va a ser fácil. ‘Las chicas del cable’ abre con Lidia Aguilar, personaje encarnado por Blanca Suárez, sobre la que gira todo el universo de la producción de Netflix. Y es que a partir de su llegada a la compañía telefónica se produce un viaje a su pasado que vuelve, más presente que nunca, a su nueva realidad.
En esta nueva acción entran en juego Carlota (Ana Fernández), Marga (Nadia de Santiago) y Ángeles (Maggie Civantos). Juntas, las cuatro ‘Chicas del cable’ forman una unión que nos traslada por momentos al recordado grupo de costureras de ‘Velvet’, aunque en esta ocasión con un grito común: Reivindicar la libertad de la mujer en un momento histórico en el que estaban relegadas a un segundo plano.
Cada una en su papel, las cuatro protagonistas saben cómo lograr el objetivo final. Lidia, al igual que Blanca Suárez, la actriz que le da vida, porta con gran soltura su liderazgo, mientras que Marga es la más ingenua, la recién llegada y la que nos hará engancharnos a su historia de amor a través de un cable. Gran noticia la recuperación de Nadia de Santiago (‘Amar’, ‘Punta Escarlata’) para una producción de renombre, en la que acompaña de la mano a la evolución de su personaje y termina brillando con luz propia.
Buena señal también el regreso de Ana Fernández (‘Los protegidos’), la más rebelde y revolucionaria para la época, y la apuesta por Maggie Civantos (‘Vis a Vis’), quien en las celdas de Cruz del Sur confirmó que tiene mucho que contar en nuestra ficción. Ángeles, su personaje en ‘Las chicas del cable’, bebe del sometimiento inicial que ya mostró su recordada Maca y promete un giro relevante en el devenir de los acontecimientos.
Mención aparte merece Sara, la supervisora de las telefonistas, a quien da vida una irreconocible Ana Polvorosa. Muy atrás ha quedado la Lore que le encumbró al éxito televisivo en ‘Aída’, y en esta nueva producción la actriz da rienda suelta a todo su potencial con un personaje más rompedor conforme avanzan los capítulos.
Los 'chicos del cable', en un segundo plano
Junto a las ‘chicas del cable’ encontramos al sector masculino, relegado a un plano más secundario como pocas veces se recuerda en la ficción nacional. Francisco y Carlos, Yon González y Martiño Rivas, respectivamente, son los responsables de la empresa telefónica, y sobre ellos recae la mayor parte del peso varonil. Ambos se reencuentran en televisión, también con Blanca Suárez, mucho más maduros de lo que les recordábamos. Y aunque se producen varios guiños a su debut en ‘El Internado’ que los más nostálgicos aplaudirán, sus personajes distan por completo de lo que hemos visto de ellos.
Especialmente remarcable es el caso del gallego, al que vemos mucho más suelto y natural en el papel de galán que en el de Marc ('Sé quién eres'), su andadura televisiva más reciente. Juega a favor el tándem que forma con Blanca y Yon, cuya historia es uno de los ingredientes que harán a los espectadores querer maratonear y devorar la primera temporada.
En líneas generales, el universo de 'Las chicas del cable' está hilado y construido con gran acierto alrededor de su grupo principal y la evolución de las telefonistas y sus respectivas historias con los personajes masculinos. Algo menos lograda parece, al menos en los episodios iniciales, la introducción e interacción de los personajes más adultos, que nos traslada por momentos a otros seriales de época que habitan actualmente nuestra televisión.
Bambú Producciones y su receta de éxito
'Las chicas del cable’ tiene el sello Bambú Producciones, que cocina con destreza la receta que le ha llevado al éxito internacional con sus platos estrella: ‘Velvet’ y ‘Gran Hotel’. La productora tiene claros los ingredientes del éxito, y los combina de nuevo a la perfección en su primera producción de la mano de Netflix.
Su cercanía temporal a la emisión de ‘Velvet’ puede hacernos encontrar en algunas tramas y personajes su símil en las Galerías. Sin embargo, ‘Las chicas del cable’ tiene entidad propia y a lo largo de los capítulos podemos ver como nos cuenta mucho más que la historia de las telecomunicaciones en España.
La factura visual vuelve a ser uno de los puntos destacados de este trabajo de Bambú Producciones: Fotografía, banda sonora, vestuario... juegan a favor de la causa y ayudan a crear un conjunto creíble para la audiencia.
Punto a favor es la duración de los episodios, que, como buena serie made in Netflix, no superan los 50 minutos. Se cumple al fin lo que ha sido casi un ruego de muchos espectadores españoles a la ficción: Capítulos condensados, directos y que te dejan con ganas de más.
Queda por conocer todavía la reacción de un público que espera expectante, al menos en España, que llegue el 28 de abril. Quien busque un ‘Narcos’ o un ‘House of Cards’ no lo encontrará en ‘Las chicas del cable’, pero sí disfrutará de una fórmula que ha triunfado dentro y fuera de nuestras fronteras.
Erik Barmack, vicepresidente Internacional de series originales de Netflix, confesaba ante los medios que con ‘Las chicas del cable’ buscaban “una historia provocativa y emocionante”. A tenor de los primeros capítulos, parece tarea conseguida.