'Cifras y letras' entregó el premio más alto de su historia: “Tengo la sangre hirviendo ahora mismo”
José Antonio Prado-Bassas ganó este viernes el premio más alto de cuantos se han entregado en Cifras y letras (La 2). Apasionado de las matemáticas y la ciencia, este sevillano de 46 años consiguió los 169.000 euros que estaban en juego. Carmen Ortiz no pudo con su rival.
El concursante superó sin problemas la prueba final, que no era precisamente de números sino de letras: tenía que ordenar las letras para componer palabras relacionadas con la “sangre”. Todavía disponía de 73 segundos cuando acertó la última de las palabras (“desangrar”), valorada en 169.000 euros.
Además, Prado-Bassas tenía acumulados 5.300 euros más, así que su premio final asciende a 174.300. Ningún otro participante de Cifras y letras ha vuelto a casa con un cheque de este tamaño: “Tengo la sangre hirviendo ahora mismo”, reaccionó al convertirse en ganador, todavía en shock, haciendo un símil con la temática de esta última prueba.
Carmen Ortiz, estudiante de 21 años, se lo puso bastante difícil, aunque en las rondas finales se agrandó la distancia que les separaba: 63 puntos acumulaba ella cuando José tenía ya 85.
¿Quién es José Antonio Prado-Bassas, ganador del mayor premio de 'Cifras y letras'?
José Antonio Prado-Bassas, de 46 años y natural de Sevilla, es un apasionado de las matemáticas y la ciencia. Profesor universitario en Sevilla, es conocido por su entusiasmo por el conocimiento, especialmente en campos científicos. Su perfeccionismo es su principal motor en la búsqueda constante de superación.
Fanático de los concursos de cultura general, tiene un especial cariño por Cifras y letras, programa al que siempre soñó con presentarse y donde hoy se disputa el bote.
Además de su rol docente, José Antonio es divulgador y autor del libro Historia del Infinito: un viaje apasionante por los enigmas de la matemática. Su pasión por la ciencia ficción se refleja en su gusto por las series y películas de viajes en el tiempo y el espacio.
Como buen sevillano, su corazón futbolero late por el Sevilla F.C., equipo que espera ver un día como campeón de La Liga.
En su tiempo libre, disfruta tanto de una buena tanda de croquetas como de un día tranquilo con su familia, a quienes espera llevar de viaje si se alza con el premio. También es un enamorado de las coplas del carnaval gaditano, aunque, paradójicamente, detesta disfrazarse.