Las pullas de Clara Lago y Antonio de la Torre en los Goya 2023 para “abrir melones sin salpicar a nadie”
Los primeros minutos de la gala de los Premios Goya 2023 estuvieron marcados por el recuerdo a Carlos Saura, que falleció el viernes pocas horas antes de que se le pudiera homenajear con el Goya de Honor.
La ceremonia dejó atrás la emoción por la reciente pérdida con la ayuda de sus presentadores, Clara Lago y Antonio de la Torre, que cambiaron de tercio con un breve discurso en el que hubo algunas críticas de corte político.
Los interpretes explicaron cómo habían afrontado el reto de presentar una gala de estas características, para la que es difícil elaborar un guion que guste a todos por igual.
Tras dedicar unas palabras a las víctimas del terremoto de Turquía y Siria, Lago y De la Torre hicieron mención a otra catástrofe de causas bien distintas: “Esta tragedia, provocada por el hombre, la sufrimos en Europa desde hace un año. Ojalá que esta, y todas las guerras, acaben como empezaron: rápido y sin razón”. “Malditas todas las guerras y los canallas que las hacen”, proclamó el actor parafraseando a Julio Anguita.
Tras haberse estudiado todas las galas previas, los presentadores llegaron a la conclusión de que “tampoco es tan difícil” crear un guion para la fiesta del cine español.
“Hay que hacer una gala sobria, elegante. Divertida pero sin ir de graciosos. Emotiva. Intensa pero que no sea un tostón. Que se nos vea... pero sin ser protagonistas. No se puede hablar de política: no se puede ser muy de izquierdas, muy de derechas o muy de centro. No, tiene que ser para todos, para niños, mayores, bautizos y comuniones”, bromearon.
Las pullas de los presentadores: de carrerilla y entre aplausos
Después, siguiendo con estas reflexiones previas, colaron las reivindicaciones oportunas pero sin detenerse demasiado en ellas para no levantar ampollas. Bastaba con mencionarlas.
En su irónico esfuerzo por ser ecuánimes, mencionaron el cambio climático y el veganismo, pero reconocieron que es importante no ser muy catastrofistas con la crisis climática, y que resulta placentero comerse un buen chuletón.
“Esto es abrir melones pero sin salpicar a nadie”, explicó la presentadora, tras lo cual se lanzaron –esta vez sí– algunos mensajes más directos. “No estaría bien que habláramos aquí de la valla de Melilla, ni de que hemos dejado tirado al Sáhara, ni de la sanidad pública... Eso nos lo pisó Almodóvar el otro día y no lo vamos a mejorar”, comentaron mientras se escuchaba el sonoro aplauso del público presente.
Hubo más reivindicaciones durante la gala, pero la mayoría llegaron por boca de los premiados, que subieron al escenario para pedir que se cuide el sistema sanitario, denunciar la precariedad del sector de la cultura, evidenciar el machismo que todavía impera en la sociedad, normalizar a las personas con discapacidad, denunciar los abusos de las energías renovables y defender la importancia de quererse, de ser uno mismo, frente a quienes practican el bullying o establecen unos cánones de belleza.