Juego de Tronos volvió esta semana con su octava y última temporada convirtiendo ese regreso en el más visto de la historia de la serie. Nadie lo dudaba: es el evento televisivo del año.
Pero el universo que George R.R.Martin no quería llevar a la pequeña pantalla hasta que David Benioff y D. B. Weiss le convencieron, ha ido mucho más allá de este año y se alza como el fenómeno audiovisual de la década. Esta misma semana también cumplía 8 años de su estreno el 17 de abril de 2011.
Justo un año después del final de Perdidos, el 23 de mayo de 2010. Y es que Juego de tronos tomó el relevo de la serie de ABC en cuanto a fenómeno audiovisual se refiere. Porque ambas revolucionaron la ficción televisiva, una durante la primera década del 2000 y la otra durante la segunda.
Pero lo más importante es que la televisión que conocemos a día de hoy no sería la misma sin ninguna de ellas:
'Perdidos', el primer fenómeno televisivo del siglo XXI
El 22 de septiembre de 2004 se estrenaba en ABC el primer capítulo de Perdidos que ya llegaba a la TV marcando un hito: ser el episodio más caro de la historia.
Tras su emisión el país entero empezó a hablar del vuelo 815 de Oceanic Airlines, una fascinación que a través de Internet traspasaría fronteras y lograría que millones de espectadores teorizaran sobre osos polares, el humo negro y la secuencia de números 4, 8, 15, 16, 23, 42 que algunos hasta se tatuaron.
La audiencia fue aumentando, a la vez que los premios, y como pocas veces ocurre: crítica y público estaban de acuerdo en que la televisión les estaba haciendo vivir una experiencia única. Era la primera vez que seriéfilos de todo el mundo seguían a la vez la emisión de los capítulos de una serie. Ahora eso es lo normal. Pero hasta entonces, nunca había pasado.
¿Qué supuso 'Perdidos' para la TV?
Perdidos fue la precursora de “una nueva forma de sentarse a mirar la pantalla”, según señala Alan Sepinwall en su libro “The Revolution Was Televised”. Porque llegó en el mismo momento en el que desembarcaban las redes sociales: los foros se convirtieron en el lugar de discusión seriéfila, para desentrañar hasta el último cabo suelto de aquella isla. Facebook tenía pocos meses de vida y empezó a ver nacer centenares de grupos de fans de la ficción. Twitter lo haría dos años después convirtiendo cada nuevo capítulo en trending topic mundial.
Pero fueron las descargas ilegales las que marcaron un antes y un después en el vínculo entre televisión e internet. La bajada masiva de cada capítulo hacía caer las plataformas que los contenían, la rapidez de los traductores era inigualable, y todo ello hizo que las cadenas que emitían las entregas semanas o días más tarde que en Estados Unidos se esforzaran por disminuir cada vez más esa diferencia.
La presión por la pérdida de audiencia frente a la piratería fue tal que el último capítulo de Perdidos
'Juego de tronos', el acontecimiento audiovisual de la década
Juego de Tronos llegaba un año después de toda esta revolución televisiva que había supuesto Perdidos. Aterrizaba con la ventaja de las plataformas, con la costumbre de los espectadores a engullir capítulos y a compartir ese hambre con seguidores de otras partes del mundo.
El primer capítulo que lanzó HBO fue seguido por más de 2 millones de espectadores, captando la atención tanto de lectores ya convencidos del universo de Poniente como de otros curiosos. Cuatro años más tarde, la plataforma ya emitía los capítulos de forma simultánea en más de un centenar de países. Logrando que la audiencia aumentara hasta los 10 millones de espectadores solo en Estados Unidos. Un hito que pocas series alcanzan (ya que la curva, con el paso de los años, suele ser descendente).
No solo de espectadores y redes sociales viven esos dragones, sino que la crítica ha elogiado tanto sus interpretaciones, como los guiones, los efectos especiales, las secuencias de batallas y la música, ganándose el título de la serie más premia de la historia.
¿Qué ha supuesto 'Tronos' para la TV?
Juego de tronos ha vivido la transición de la caída de la piratería y el auge de las plataformas. Solo en nuestro país la producción se puede ver hasta en tres de ellas, de forma que pasó de ser la serie más pirateada de la historia a conseguir que el público se suscribiera para verla legalmente y de forma simultánea en 170 países.
Pero más allá de las cifras, uno de los mayores logros de esta serie ha sido el cambio que ha supuesto en la narrativa. Por primera vez en ella vimos morir a los protagonistas (y cuando aún quedaba mucha serie). Por primera vez una ficción televisiva miraba a los ojos a los espectadores y les decía: “Ya nadie es intocable. Ahora sí que puede pasar cualquier cosa”.
Por eso temblamos con cada nueva entrega, las reacciones de los espectadores en Youtube acumulan miles de visionados y es que la sensación de no tener el control, de que nada sea previsible, es uno de sus mayores alicientes. “No sabes nada Jon Snow”, pero es que los espectadores tampoco, y esa ha sido su revolución.
Tal ha sido la histeria de los productores por mantener la intriga de cada capítulo que HBO dejó de enviar las versiones promocionales de sus episodios a la prensa, con tal de evitar la difusión de copias ilegales y posibles revelaciones de la trama. Los contratos de confidencialidad son extremos y hasta hay denuncias por difundir spoilers en las redes.
Tronos ha elevado el guion de las series de televisión a lo sagrado, consiguiendo que personalidades de la talla de Barack Obama se declararan fans de ella. De un contenido de la pequeña pantalla. ¿Quién lo hubiera dicho hace años cuando la televisión era casi lo más denostado del hogar?
¿Cuál será la sucesora?
Ahora al ver Perdidos se pierde una parte imprescindible de la experiencia de seguirla semana tras semana en un momento en el que las redes ardían con sus teorías y por primera vez contactábamos con seguidores de otros países solo para hablar de una ficción. No es la misma magia.
También al empezar ahora Perdidos o Juego de Tronos hay centenares de detalles que no sorprenden porque muchas producciones han seguido su estela: ¿quién se queda sin aire ahora por ver morir a un protagonista? o ¿quién se asombra por poder ver al mismo momento el capítulo de estreno en USA?
Y aunque a muchos les decepcionara el final de aquellos náufragos, y tampoco sabemos aún si nos convencerá el desenlace en Poniente, lo que es una realidad es que sin ambas series la televisión que conocemos a día de hoy no se entendería.
Ahora solo nos falta saber cuál será la ficción sucesora de Perdidos y Juego de tronos, ¿cuál será el fenómeno televisivo de la próxima década y qué nos enseñará?