Internacional

Conchita Wurst deja atrás su personaje con un cambio radical de imagen

Redacción

Con pelo largo negro y barba oscura. Así conocimos a Conchita Wurst en mayo de 2014, cuando ganó Eurovisión al ritmo de Rise like a phoenix. Cinco años después, la cantante austríaca ha vuelto a impactar por su apariencia, completamente distinta a la que lucía cuando saltó a la fama.

Si bien es cierto que en 2015 apareció de rubia y sin barba, aquello no fue más que una broma. Ahora, sin embargo, parece que va en serio a la hora de cambiar de imagen y acabar con el personaje que creó camino al éxito.

Al menos es lo que se deduce por las últimas fotos que ha publicado en su perfil de Instagram. La primera de ellas a finales de febrero, donde se dejó ver con barba pero sin pelo en la parte superior de su cabeza. Aquella imagen fue un aviso de lo que llegaría después.

Y lo que ha llegado es una Conchita Wurst de pelo corto, rubia y con barba del mismo tono y un aspecto mucho más masculino. Es decir, un cambio radical que ha pillado a más de uno por sorpresa, aunque a esa imagen del mes de febrero le siguieron otras que avecinaban importantes novedades en torno a la artista. Y es que después de aparecer sin pelo publicó una serie de fotografías en negro, a la que siguieron una con una M, otra con una O y una tercera con una T. Tres letras que en orden inverso forman Tom, en referencia a Thomas Neuwirth, su verdadero nombre.

A estas instantáneas le siguieron varias del videoclip de Trash all the glam (Todo el glamour a la basura), el single de título premonitorio que lanzó el pasado 8 de marzo, y otras tantas del vídeo promocional de Hit me, canción que publicó este pasado viernes y en las que, esta vez sí, aparece por primera vez con su nuevo look. Por tanto, este cambio de imagen ha llegado en plena campaña de promoción de sus últimos trabajos y no en un momento cualquiera de su carrera.

En cualquier caso, Thomas Neuwirth ya dejó claras en 2017 sus intenciones de acabar para siempre con el personaje de Conchita. “Tengo la sensación de que quiero crear otra persona (...) Tengo que matarla”, dijo entonces al medio alemán Welt am Sonntag.