'El Conquistador' se quitó de un plumazo a tres mujeres más, que se marcharon con un dardo a Julian Iantzi

Paula Hergar

El episodio 7 de El Conquistador significó el arranque de una nueva fase, en la que únicamente lucharán dos equipos por la victoria: los Corocote y los Yokahu.

Tras la desaparición de las Atabey la semana anterior, Joana Pastrana tuvo que marcharse llevándose a otra por delante. Sin embargo, la elección no fue difícil ya que Carmen se postuló para acompañarla por motivos de salud: “Creo que otras compañeras tienen más ganas de quedarse que yo”.

De esta forma, Joana y Carmen dejaban la aventura. Pero la capitana tuvo una última misión: repartir a las otras cuatro supervivientes en los dos equipos que quedaban. Así, Azu y Amaia se sumaron a los Yokahu “porque os van a cuidar más” y Joana y Paula a a los Corocote.

El punto emotivo lo puso la propia Joana al dedicar unas palabras a sus compañeras: “Ha sido bonito mientras duró, nos hemos dejado la piel para conseguir lo inalcanzable. Estoy muy contenta de lo que hemos conseguido”. A lo que ellas respondieron: “Has sido una capitana increíble, la mejor que podíamos tener”.

Eso sí, antes de despedirla Raquel Sánchez Silva preguntó qué le había parecido a Joana “el rubio”, refiriéndose a Julian Iantzi: “No es tan malo como parece desde fuera pero lo bueno lo debe decir tan bajito que no te llega”, respondió entre risas.

Una prueba de inmunidad que dio alas a unos y bajón a otros

La compleja prueba de inmunidad marcó claras diferencias entre los dos equipos. No solo porque los Corocote resultaron ganadores y su alegría se contagió entre todos ellos, si no que Keroseno logró que en la rueda les tocara un espectacular premio: pizzas y cervezas para el campamento.

Esas dos recompensas hicieron que la nueva fase se iniciara con grandes presagios para unos, pero fuera poco prometedora para los otros. Los perdedores señalaron a Amaya como la culpable del fracaso. Y por eso mismo, los propios Corocote la señalaron como inmune para que no la pudieran sacrificar en el desafío.

“Una muerte anunciada” en el desafío

En el primer desafío en el que solo participaban miembros del mismo equipo, los escogidos para acudir fueron David Seco por nominación directa de los azules: “No estoy bien, tengo problemas de lumbalgia” adelantó antes de arrancar la prueba.

Mientras que el resto de compañeros nominó a Azu - y Gorka se ofreció voluntario para ayudarla- y el capitán hizo lo propio con Azo, que se llevó a los hermanos.

David, Azu y Azo compitieron en la “autoascensión” que consistió en subir el propio peso únicamente con la fuerza de los brazos, no se utilizaban las piernas, ni los pies. Arriba debían coger cuatro banderines y el primero ganaría la prueba.

Un reto durísimo que ninguno logró completar. Eso sí, la que menos banderines logró fue Azu, por lo que se convirtió en la perdedora y eliminada de la entrega: