Continúa el revuelo en torno a La primera tentación de Cristo, el especial paródico de Netflix que presenta a un Jesucristo homosexual. Esta producción de Porta dos Fundos, grupo cómico brasileño con más de 16 millones de suscriptores en Youtube, ha generado furibundas reacciones entre la comunidad cristiana, que ha mostrado su malestar con acciones de todo tipo.
En Brasil, por ejemplo, la sede de la productora fue atacada con cócteles molotov durante la víspera de Nochebuena. Y aquí, en nuestro país, se ha puesto en marcha una campaña contra la plataforma bajo el hashtag #CanceloNetflix. La etiqueta se ha convertido en trending topic durante la mañana de hoy, aunque los críticos con la compañía han compartido espacio con aquellos que han intentado quitarle hierro al asunto y aquellos que, como Javier Olivares, han criticado la existencia de esta polémica. “Creer que la Biblia no es un libro de ficción equivale a creer que Nunca Jamás y Macondo están en los mapas y podemos comprar un billete de avión para ir allí”, ha tuiteado el showrunner de El Ministerio del Tiempo.
Esta campaña en Twitter llega días después de que la Asociación Española de Abogados Cristianos denunciara a Netflix para que retirara La primera tentación de Cristo de su catálogo. La organización de juristas considera que esta película comete un presunto delito contra los sentimientos religiosos, en la modalidad de escarnio, tipificado en el artículo 525 del Código Penal. Su presidenta, Polonia Castellanos, denuncia que “esta película burla la imagen de Jesucristo, presentándole como si fuera inepto y homosexual”.
También añade que “en Brasil, donde la película ya ha sido publicada, ha socavado la dignidad de los creyentes que se han mostrado en contra de esta producción. Por ello no podemos permitir que, lo que ha ofendido en Brasil, esté siendo emitido en nuestro país”.
De momento, impagable “efecto Streisand”
Aunque a nivel judicial no sabemos cómo acabará el caso, lo cierto es que el comunicado de Abogados Cristianos lo que ha hecho es generar un “efecto Streisand” que ha dado a conocer una película que en realidad estaba pasando bastante desapercibida.
Prácticamente todas las respuestas al tuit de la asociación son mensajes agradeciendo, de forma irónica, que hayan “presentado” esta película para poder verla en la plataforma, con distintas bromas y burlas por la mala estrategia de comunicación y acusándoles de homofobia.
Lo cierto es que la misma polémica que Abogados Cristianos quiere suscitar en España ya se ha producido en otros países de Sudamérica, sin que por el momento Netflix haya tomado ninguna medida.