Hernán Cortés no era un conquistador sanguinario. Ni un conquistador de mujeres. Ni un líder ejemplar que unió España y México. Ni un capitán que engrandeció España a costa de México. En realidad, era un poco de todo. Y eso es lo que intenta reflejar la serie de Amazon Prime Video Hernán, protagonizada por Óscar Jaenada y que se estrena este jueves 21 de noviembre.
Vertele y otros periodistas pudimos ver este martes 19 de noviembre el primer capítulo de esta ficción sobre el hombre que conquistó México bajo la bandera de España. O que masacró a muchos indígenas infradesarrollados y los sometió para conseguir riquezas. Depende de cómo se cuente la historia.
La serie de Amazon transita en esa fina línea y opta por ceñirse a la historia, por contar todo lo que se sabe de Hernán Cortés. Que era un conquistador, que tenía “líos de faldas” como los define su propio protagonista, que él y sus tropas eran implacables en batalla, que se repartían las mujeres como si fueran objetos, que era estratega e intentaba ganarse a Moctezuma y sus súbditos.
Cuando el gigante estadounidense habló por primera vez del proyecto, ya lo promocionó asegurando que “se atreve con la polémica”. Algo que por otro lado resultaba lógico teniendo en cuenta las trayectorias de estos personajes históricos. Pero, para empezar, es de alabar que Amazon explore todas las visiones de Hernán Cortés.
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Muchos ingredientes... y sangre, mucha sangre
Aunque ver un solo capítulo es a todas luces una muestra poco representativa para formarse un juicio de valor firme, sí que sirve al menos para darse cuenta y esbozar algunos de los ingredientes que mezcla Hernán para convertir la historia en una convincente serie televisiva.
La producción comienza fuerte, dejando claro que los momentos de acción, batallas, muertes y sangre (mucha sangre) van a ser unos de sus puntos clave para narrar la historia de Hernán Cortés. Aunque lo cierto es que el resto del capítulo relaja ese ritmo inicial para transformarse más en un drama de situación, que incluye factores como el amor, la estrategia, las relaciones humanas y las conspiraciones, y que también la permite lucirse con sus localizaciones reales, y no tanto con sus decorados ni las recreaciones con ordenador para mostrar paisajes aéreos que más bien trasladan a un videojuego. El cliffhanger final, eso sí, promete que la acción volverá de forma contundente, por lo que es definitivamente uno de sus late motivs.
Son ingredientes seductores para un primer capítulo en el que se ubica al espectador usando el recurso de los saltos temporales. La serie narra tanto lo que ocurre en el “presente” con Hernán y sus tropas en la ciudad de Tenochtitlan, como un año atrás para mostrar su imparable avance en la conquista hasta alcanzar el sueño dorado de Moctezuma. Un recurso bien utilizado que no provoca la pérdida de atención y permite comprender cómo era y es el protagonista, así como el cambio de algunos de los personajes secundarios.
Asoman también otros elementos, en forma de pinceladas, como el humor. Un tipo de humor que puede resultar familiar a los fans de El Ministerio del Tiempo, y que concretamente recuerda al personaje de Alonso de Entrerríos encarnado por Nacho Fresneda. Aunque puede ser sólo sugestión al saber que está coproducido por Dopamine, el estudio mexicano de Grupo Salinas, en colaboración con el español Onza Entertainment, que se encargó de la serie de Javier Olivares. Quizá esa sugestión también influya al recordar el capítulo sobre El Cid en una escena de batalla en el bosque.
Un Hernán convincente y un descubrimiento como 'Malinche'
A nivel interpretativo, si televisivamente alguien recuerda a Óscar Jaenada por su papel en la denostada Piratas, puede olvidarse y apelar más bien a sus trabajos cinematográficos en Camarón, Cantinflas o Noviembre, por citar algunos de los más aplaudidos. El actor se convierte en un convincente Hernán Cortés que logra empatizar con el espectador cuando muestra su lado más humano, pero también el más salvaje. Y que varía de registro con naturalidad entre la emoción amorosa, la rectitud del capitán que lidera a su tropa, el miedo al ver aproximarse la batalla o la fiereza al llegar a ella.
El protagonista aparece bien secundado por el que será el gran descubrimiento para el público, Ishbel Bautista. La joven actriz interpreta a Marina o 'La Malinche', y a pesar de la casi inexistente importancia que las mujeres tenían en la época, logra encarnar a una mujer inteligente, reflexiva y ciertamente empoderada, que además aporta una riqueza al cásting del lado “español” tan importante como el verdadero papel que 'La Malinche' jugó en la historia de México.
Resulta también curioso ver cómo un irreconocible Michel Brown no aparece por la parte mexicana sino por la española como el “loco” capitán Pedro de Alvarado, uno de los tres lugartenientes de Hernán junto a Gonzalo de Sandoval (Almagro San Miguel) y Cristóbal de Olid (Víctor Clavijo). Precisamente este último aparece tan convincente y certero como siempre, y su trama permite volver a ver la buena conexión interpretativa que en El Ministerio del Tiempo ya demostró tener con Aura Garrido, que por su parte vuelve a ponerse en la piel de una mujer de armas tomar que lucha por sus objetivos -y perdón, pero de verdad que para un fan de El Ministerio del Tiempo resulta difícil no sugestionarse y recordar la determinación de Amelia Folch-.
A todo ello contribuye una cuidada labor de caracterización, que como nos contó el actor llegó al más mínimo detalle e hizo repetir escenas al darse cuenta que se incurría en alguna incongruencia histórica. Ingredientes, interpretaciones y detalles que, a primera vista, confirman a Hernán como uno de los proyectos más esperados, y hacen valer su promoción como “la serie más ambiciosa rodada en español”.