“No había hecho ficción así nunca en España” dijo Javier Cámara en la presentación de Vota Juan, la nueva serie de TNT- creada por Diego San José y Juan Cavestany y para 100 balas- que llega el 25 de enero. Y aunque suena a la típica frase que diría cualquier actor para promocionar su nueva producción, en este caso es totalmente cierto.
Vota Juan entra directamente en la privilegiada lista de comedias por las que está apostando el pago y que deja que el género disfrute de su hábitat natural: capítulos de 30 minutos, con silencios sin relleno (ni risas enlatadas), dándole humor a todo lo que nos tomamos en serio, con personajes que desnudan sus miserias, haciendo crítica sin contar nada y sin embargo, contando muchas cosas.
En esa escasa lista (que esperamos que engorde velozmente) está también Vergüenza (del mismo Juan Cavestany), Arde Madrid y Mira lo que has hecho. Pero Vota Juan, además, aporta novedades interesantes a estas historias:
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Humor político en ficción
Cierto es que de humor político hemos tenido y tenemos mucho pero, sobre todo, en entretenimiento. Programas como El Intermedio nos regalan a diario su ingenio para que podamos digerir mejor una actualidad que desde Moncloa no siempre es agradable.
También en Cuerpo de Élite (Antena 3) se degustaron sketches sobre quienes están al mando de nuestro país, pero la larga duración de las comedias en abierto, pasaron factura.
Por lo que Vota Juan representa una novedad en nuestra ficción. Nos regala una visión única de nuestros gobernantes cuando nadie les mira, cuando se relajan y no esconden la ruindad de su ambición, mediocridad y mezquindad.
“Queríamos plasmar, por ejemplo, las últimas 8 horas de Rajoy en el restaurante”, y lo hacen, como seguramente fue, con sus silencios, inseguridades, balbuceos e intereses de todos los que viven del poder y que tan cómicos resultan cuánto más serios se creen.
Javier Cámara, nuestro cómico Kevin Spacey
Vota Juan cuenta la historia de Juan Carrasco, un político de Logroño que se traslada a Madrid para ejercer de ministro de agricultura e iniciar su carrera hacia la Moncloa.
Un hombre capaz de aprovecharse de la enfermedad ajena para su propio interés. Con unos valores que cambian según lo necesario para llegar a la meta. Y con una ambición a la altura de Frank Underwood (House of Cards
No podía estar mejor perfilado este protagonista, que refleja a muchos de nuestros gobernantes que de tan increíbles, algunos se convierten en los mejores cómicos de los últimos años.
Cuando todos los actores están en su mejor momento
Ese Juan Carrasco está exquisitamente interpretado por Javier Cámara (que vuelve a la ficción española tras participar en Narcos de Netflix, The young pope de HBO y El Milagro de Sky Italia). Con sus pequeños ojos logra una de las mirada más expresivas de nuestra televisión: en ella vemos la inestabilidad de sus decisiones, sus complejos, la soledad del mandatario y una ternura que nos obliga a querer al monstruo.
Pero además, está acompañado por un séquito de actores que mejoran los estereotipos políticos que todos conocemos. Su mano derecha es Macarena Lombardo, a la que da vida una María Pujalte tan dura e inteligente, como comprensiva y contradictoria. Con la que transmiten una complicidad que solo pueden tener dos actores al mismo nivel.
Su astuta e implacable jefa de gabinete es Nuria Mencía y Adam Jezierski da vida a su secretario personal, típico pelota, capaz de poner en peligro su vida por estar al lado de su adorado líder.
Un reparto totalmente acertado, que responde a la perfección al tono de unos personajes tan bien escritos que la interpretación los asciende a la excelencia.
Una maravilla descubrir que en la comedia española también hay guiones prodigiosos, con actores a la altura y silencios que hacen reír.