La 1 emitió la noche de este martes una nueva entrega de Los Iglesias. Hermanos a la obra que llegaba con mucha polémica porque, como había promocionado RTVE, llevaba a Chábeli y Julio Iglesias Jr. a la casa de Ana Obregón para renovar su jardín y su piscina y construir una casita de muñecas para Ana Sandra, la nieta de la presentadora engendrada por vientre de alquiler usando el semen de su hijo fallecido.
De hecho, y pese a haberlo anunciado inicialmente para el prime time como venía siendo su horario habitual, TVE luego sorprendió al relegarlo al late night. La decisión, extraña por la forma de tomarla y anunciarla, llegaba después de los malos datos del programa en audiencias (ya situado en el 5.5%) y también con la excusa de servir para devolver a la serie HIT al prime time (que tampoco ha funcionado).
El caso es que la entrega del programa, como se esperaba, ha generado sobre todo críticas. Si ya de por sí el formato deja dudas sobre su necesidad, y de los “perfiles” de famosos a los que se realizan las reformas, en esta ocasión se le ha sumado que sea en la casa de Ana Obregón, permanentemente en la polémica desde su decisión de tener a su nieta.
Por supuesto, Los Iglesias mantuvieron un tono cercano y divertido con la protagonista de la entrega, como es siempre el programa, más aún al explicar que sus familias tienen mucha amistad y ella ha visto crecer a todos los hermanos. Y se habló con normalidad de la niña para construirle la casita de muñecas, así como de la vida juntas de ambas. Pero precisamente esa normalidad fue lo que muchos vieron excesivo.
De las opiniones que se pueden reproducir, algunos espectadores lamentaron el “clasismo” del programa, volvieron a repetir que no tiene sentido que la cadena pública dedique fondos a reformar casas de famosos que ya tienen dinero para hacerlo,