Dani Martínez, sobre competir con Ferreras: “Gente de León peleando por un puesto, quitándonos el pan”
Dani Martínez vuelve a la televisión este lunes 27 de agosto con “El concurso del verano”, su nuevo reto con el que sigue en Cuatro pero da un paso adelante y cambia de registro medio año después de decir adiós a Dani & Flo.
El polifacético cómico se pone por primera vez al frente de un programa en solitario, algo que asume como una experiencia para mejorar aspectos que hasta ahora no había trabajado. Así nos lo explica antes del lanzamiento de esta adaptación de un formato internacional que atrajo su atención por dejarle ser “libre”, al admitir su improvisación y permitirle “hacer un show de cada programa”.
“A mí no me dieron ningún guión”, nos explica para ejemplificar que sólo se ciñe a la mecánica del concurso, con el que espera plantar cara a un rival como Ferreras en laSexta: “Gente de León peleando por un puesto. Con los pocos que somos, y quitándonos ahí el pan... qué desastre”, bromea.
De su alegría por verse considerado y deseado por varias cadenas, tras recibir varias ofertas, así como de sus aspiraciones cinematográficas, a Dani Martínez le falta el tiempo material que sí tiene para pensar y desear proyectos e ideas en distintos ámbitos.
¿Cómo has llevado estos meses fuera de la televisión?
Muy bien, porque he estado escribiendo el nuevo show con el que voy a estar de gira. Me ha venido hasta bien, porque tenía que escribir mucho y me quitaba tiempo. Y además tengo el festival de música que organizo en Valladolid y entre las dos cosas, la radio y alguna cosita por ahí que he grabado, he estado entretenido y no pude echar de menos la tele. De hecho cuando me llamaron fue como: ¡Ostrás, ahora esto!
¿Para ti fue duro el adiós de Dani & Flo, o lo podíais esperar?
Acabó todo bien. Yo entiendo muy bien el negocio de la tele. Hay un momento en el que tenía la sensación de que por lo que fuera el programa ya no tenía más capacidad, teníamos los medios y armas que teníamos, y tampoco soy de estar por estar en la tele. Quiero hacer siempre cosas en las que pueda aportar, estar cómodo... Hubo un momento en el que igual era hasta lo mejor.
¿Cómo te llegó la propuesta para este nuevo proyecto?
Alguna vez Mediaset me había dicho si yo haría algún concurso, porque saben que estoy centrado en series y programas de entretenimiento. Y yo les expliqué que lo haría, pero no de preguntas y respuestas, sino algo tipo Allá Tú en lo que tenga libertad para vacilar, para ser yo. Me llamaron un día y me dijeron: tenemos un concurso que es perfecto para ti, la mecánica y lo que tú nos explicaste. Y efectivamente, El concurso del año tiene eso.
¿No limita tu espontaneidad, eres libre para improvisar?
Hay mucho de improvisación. Me permito hacer un show de cada programa. Porque al final lo que es adivinar la edad de alguien con una pista, en minuto y medio puedes resolverlo, y tienes que estar 4 ó 5 minutos. Todo eso yo lo lleno sin guión, haciendo lo que me da la gana. Ya en el piloto me lo pasé muy bien, es muy divertido. A mí no me dieron ningún guión, me dijeron cuál era la mecánica, y que me divirtiera e hiciese lo que tenía que hacer. Soy libre, les vacilo, les pregunto por series, les hago hacer pruebas físicas si ellos dicen que alguien es más joven porque está ágil... Entra todo dentro del programa, y para mí eso es como hacer un show todos los días.
Aún así para ti es un cambio de registro, ¿te ha costado, o tener plató ayuda?
Hay plató, sí, y ha sido un cambio muy natural. Sólo cambia el hecho de tener una mecánica que hay que llevar a cabo. Sí que he trabajado más en crear los momentos de emoción o tensión, que yo no trabajo eso por los programas que hago. El resto, como ellos querían mi perfil y que fuera yo, que empatizara con los concursantes, ha sido muy natural. Normalmente en los concursos nadie toca a los concursantes, se mantienen las distancias, y yo les toco, les agarro, les cojo del cuello... Esa cercanía da sensación de que están mis amigos jugando, y que yo soy uno más. Ese es el espíritu que quieren conseguir.
¿Estás solo, o tienes algún colaborador?
Estoy solo, presento yo solo, y luego hay dos concursantes que suelen tener un vínculo entre ellos y tienen que adivinar la edad de siete personas, mientras yo les doy pistas de cada uno para ponérselo más fácil. Las pistas molan porque por ejemplo si digo que el día que esa persona nació, tal canción era número 1 en listas, suena la canción y el plató se convierte en una fiesta.
De lunes a viernes, vas a luchar con Ferreras en laSexta.
Sí, gente de León peleando por un puesto. Es así. Con los pocos que somos, y quitándonos ahí el pan... qué desastre [ríe].
¿No habéis tenido algún problema con alguien que no quiera decir su edad?
[Ríe] Si hubiera sido por la calle, seguro que nos habría pasado. Pero al ser en plató, vienen siete personas que han querido venir, de cásting. Pero cuidado, porque en el piloto sí que hubo una mujer que según escuchaba las cosas que los chavales iban diciendo de ella, se iba enfadando. Ellos decían que creían que era mayor de lo que parece porque estaba operada de pómulos, ella ponía cara de “qué dice este anormal”, y yo intentaba aliviar diciéndole al chaval: “Tú sabes de operaciones, porque vienes aquí más operado que vamos...” [ríe]. A veces están tan metidos en adivinar la edad que se fijan en cualquier detalle, y sueltan alguna de esas.
Para ti es otro proyecto con Mediaset, ¿por qué lo aceptaste?
Con Mediaset no he tenido contrato de cadena en mi vida, pero ellos cuentan siempre conmigo, y después de Dani & Flo yo he recibido por parte de Mediaset 2-3 propuestas, y esta era la que más nos cuadró. Pero estoy muy agradecido porque cada vez que acabo un proyecto ellos no quieren que mire para otro lado y siempre están ahí pendientes.
¿Y por qué esta sí y las otras no?
Porque de las propuestas que tenía, esta daba ese punto que me permitía seguir siendo muy yo. Y yo lo que quiero es, salvo que haga una ficción en la que haces un personaje, ser yo. No ser ningún personaje, ni estar encorsetado. Esta propuesta me permitía la libertad de ser yo. También me apetecía mucho estar solo al frente de un programa, probar cómo me veía, un reto más para seguir creciendo. Y este es un formato internacional, que está probado. Todos esos factores lo hacían muy atractivo.
¿Y de otros lados te han llegado ofertas también en este tiempo?
Sí... [ríe], me han llegado de otros lados... Este año estoy contento porque ha habido propuestas de varias cadenas, he cogido lo que más me ha cuadrado, y estoy encantado. Que sigan viniendo.
¿A la ficción te gustaría volver? En TV, o saltando al cine.
Uno de los retos que me he marcado, y que algo llegó pero no cuadró bien, es hacer algo de cine. Porque es la única cosa que no he hecho nunca. He doblado pelis, he hecho programas, he hecho radio, pero nunca he hecho ninguna peli, y es lo que me apetecería hacer. Es una cuenta pendiente que quiero saldar pronto.
¿De comedia, o de drama?
Si es que luego soy muy pesado. Me han llegado un par de cosas, pero una no me cuadró, la otra no podía por tiempos, y ya pienso: a ver si luego me llaman y no me cuadra. Esto es como el amor, tiene que ser de manera natural, no hay que forzar nada, que fluya. No aspiro ni a comedia ni a drama, pero sí puedo decir que el tipo de película que hace Daniel Sánchez Arévalo, que lo puedo mencionar porque es amiguísimo mío y sabe que no es pelotismo, es el tipo de cine que me gustaría hacer. Algo como Primos, esa comedia con un punto de drama, me parece perfecta. Me encantaría hacer alguna vez algo así.