Netflix estrenó este viernes 12 de febrero 'Odio', el especial de humor de Dani Rovira en forma de monólogo o stand-up comedy. Una obra de poco más de una hora y cuarto de duración en la que el cómico juega con la facilidad que todos tenemos para odiar.
La grabación se efectuó en su Málaga natal, y concretamente en el teatro Soho propiedad de Antonio Banderas, en el que también se celebrarán los Premios Goya 2021. Y llama la atención cómo una producción que se verá en todo el mundo gracias a Netflix tiene tantos guiños locales.
Resulta una tontería comentar los chistes, gags o bromas del monólogo. Primero por no destriparlo y permitir que se disfrute y se ría con la ingenuidad del desconocimiento, y segundo y más importante porque no resultará igual de gracioso que escucharlo y verlo interpretado por Dani Rovira.
Sin embargo, y aunque como cualquier espectáculo de humor no pretende ser ejemplar sino simplemente divertir (que ya es bastante en los tiempos que corren), sí que contiene un trasfondo crítico del que pueden sacarse algunos mensajes que ahora destacamos.
1) Su advertencia a los ofendidos
En vez de ponerse la venda antes de la herida, Dani Rovira comienza su espectáculo poniéndose las pinturas de guerra que muestra en su cartel oficial y dedicando un mensaje a los que se ofenden por todo. Y lo hace, simplemente, repasando cómo había sido su último año.
Puede parecer común, pero tratándose de él, y recordando lo que como muchos otros ha pasado (en su caso, afortunadamente, superándolo) adquiere una fuerza especial y genera una empatía innegable cuando remata (con perdón): “Y ahora vas a venir tú y te vas a ofender por un chistecito. Te voy a decir una cosa: me vas a comer los huevos por delante y por detrás”.
2) Hacer comedia de la propia tragedia
Si desde el principio avisa de que se trata de humor, y que no se pretende ofender a nadie, el cómico lo demuestra primero consigo mismo, como ya hizo en La noche D de TVE. Una de las principales máximas de la comedia es esa que dice que “tragedia + tiempo = comedia”, y en el caso de Rovira su cáncer no tarda mucho en tomar protagonismo.
Lo hace de una forma directa, sin contemplaciones, con lo que siempre se ha llamado “humor negro”. Lo cerca que ha estado de poder morir, su acuerdo con San Pedro, los efectos de la quimioterapia y radioterapia... Dani Rovira no se deja nada, y no deja de hacer reír con ello, usando el humor como un segundo tratamiento tras el de la medicina que le ha salvado.
3) La autoparodia, hasta a nivel físico
En el mismo sentido, el de reírse de uno mismo como base para tratar todo tipo de asuntos, el cómico también repasa su propio físico en comparación con uno de los hombres más sexys del mundo (Hugh Jackman), y se vale de un aspecto que él nunca ha aprobado.
Dani Rovira siempre ha querido separar su exposición como personaje público de su vida privada. Por eso sorprende que en su monólogo haga de la molestia virtud y emplee fotos y publicaciones de “pilladas” de paparazzis para reírse de sí mismo. Si el mayor desprecio es no hacer aprecio, utilizarlo en tu favor debe suponer un escalón más.
4) Sí, habla del animalismo...
Los haters o críticos de Dani Rovira seguramente dirán que ellos no van a verlo “porque seguro que se pone en plan animalista”. Pues sí, habéis acertado. Pero no, no como creéis.
Dani Rovira sabe usar no sólo su propia tragedia, o la autoparodia, sino las partes de sí mismo que más parecen odiar otros. Y como las demás, las transforma en comedia desmitificándolos y aclarando que su firme defensa y activismo por los animales no le convierte ni en un experto, ni en una persona monotemática. Que quiere muchos a sus perretes, y defiende a los animales, pero eso no significa que sea su única razón en la vida.
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5) Guiños a amigos y a Netflix
En un momento del monólogo, el propio Rovira explica que a través de Netflix podrán verle en muchos países del mundo. Por eso sorprende, como dejamos caer al principio, que su obra de humor tenga tantas referencias locales.
Habla de Málaga y de Madrid, y cuando explica por qué no oculta su odio a determinadas personas por su “perfección”, se refiere a amigos y famosos. Es cierto que se aprecia una comprensible elección de algunos de los españoles más internacionales, lo que permitirá que en todo el mundo se les reconozca, pero también aparecen amigos como David Broncano o incluso su pareja, Clara Lago. Guiños más personales y emotivos que, al menos los españoles, sabemos comprender.
6) El mensaje final sobre el odio
Si fuese un cuento, diríamos que el 'Odio' de Dani Rovira al final tiene moraleja. Como es un guión, podemos hablar de un “giro” que al final destapa su finalidad crítica. Porque la comedia tiene la pretensión de divertir, no de formar o informar, pero siempre debe aspirar a generar reflexión.
Antes de despedirse, el mismo cómico rebaja su mensaje. Lo contextualiza y lo valora llamando a que los espectadores hagan su propio repaso, como preguntándonos “¿Me he reído? Sí. Pues ya está”. Sin más, porque odiar es de cobardes, y lo difícil es amar. Ese es el mensaje.
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