Análisis Vertele

Notas para 'El debate de las tentaciones', un formato que aprovecha poco todo su potencial

Notas para 'El debate de las tentaciones', un formato que aprovecha poco su potencial

Laura Pérez

La isla de las tentaciones se ha convertido en el formato revelación de este inicio de 2020 a golpe de récords en Telecinco y Cuatro, el último de ellos este jueves en la primera cadena del grupo. Unas cifras de las que por ahora está lejos el Debate de Sandra Barneda, que emite esta noche su segunda entrega.

En su debut el pasado viernes, la tertulia sobre el reality registró un 10% de share en Cuatro, un dato bueno para el canal pero llamativamente inferior a los 20% que ronda en sus emisiones de martes y jueves. Lo mismo en cuanto a impacto y debate social, mucho más moderado que en las entregas de estreno, donde ha saltado incluso de la TV a las calles.

Esto no se debe únicamente a compartir la noche más competitiva de la semana con espacios como Tu cara me suena, Mi casa es la tuya y MasterChef Junior, sino a la propia concepción de El debate de las tentaciones.

Resulta complicado adaptar un programa grabado hace meses a formatos derivados en directo, pero es evidente que podría sacarse mucho más partido a una cita que sirve como puente entre las entregas de una semana y otra y a la que pueden acudir aquellos a los que les cuesta esperar al martes tras ver los cebos del jueves.

Más imágenes inéditas, el mayor reclamo

Así, el Debate de Barneda y compañía resultaría mucho más atractivo si se convirtiera en una ventana de exposición de la gran cantidad de material grabado que no tiene hueco en las otras entregas semanales, atadas a la propia dinámica de hogueras y citas.

Ya en la presentación del programa, su productor Juan Ramón Gonzalo avanzó que las tertulias iban a dar salida a este tipo de contenido, pero lo cierto es que en el estreno se echaron en falta más imágenes inéditas. Esto es, vídeos extra y complementarios a lo ya emitido, que el primer día se redujo a avances que ya vemos una y otra vez durante los programas semanales.

El resto de la escaleta del Debate, que tuvo tres horas de duración, se basó en la reemisión de contenido ya visto y en las opiniones que tienen sobre ello los colaboradores, que a buen seguro podrían aportar más si reaccionaran en directo a otro tipo de material.

Pierde sin la chispa del directo

Esto no solo ayudaría a aumentar el interés de los espectadores, también enriquecería la vitalidad de una tertulia a la que le pesa no estar ligada a un programa en vivo.

Ya en el pasado, Mediaset complementó las emisiones de formatos grabados como Adán y Eva o Las Campos con debates en directo, pero en esos casos se programaban inmediatamente después de la emisión semanal y las tertulias aportaban esa chispa que se echa en falta aquí por tenerlo todo demasiado reposado tanto por los fans como por los colaboradores.

Los familiares, un 'spoiler' andante

Y esto da lugar a otro apunte. En cierta medida, tanto Sandra Barneda como sus tertulianos están conociendo las tramas que suceden en la isla al ritmo de los espectadores, tal como la propia presentadora confesó en una entrevista a Vertele, pero no así los familiares que participan activamente en el debate.

En el estreno, El debate de las tentaciones contó con la presencia de personas del entorno de Fani, Andrea, Ismael y Gonzalo, cuatro de los grandes protagonistas de esta primera edición. Un recurso muy aprovechable siempre y cuando no se acuda a ellos para hacer valoraciones sobre el futuro de las parejas, pues sus respuestas dejan clara la resolución de las historias.

Preguntas como “¿tiene futuro la relación de Fani y Rubén?” o “¿perdonará Ismael a Andrea?” están bien si se realizan a los colaboradores, pero no a unos familiares que, sin intención, acaban dando argumentos repletos de spoilers como “Andrea tenía y sigue teniendo un feeling especial con Óscar, no ha sido un calentón”.

Más caras nuevas para crear un universo propio

Por último, El debate de las tentaciones se antoja como una oportunidad de oro para ampliar la cantera de colaboradores de Mediaset y mirar más allá del universo Sálvame o GH.

Un buen intento es lanzar a Alejandra Rubio -la hija de Terelu Campos-, resucitar al Padre Apeles o descubrir a María Zabay y Arantxa Coca, pero sería interesante arriesgar y apostar por rostros que no vemos ininterrumpidamente hablando sobre el VIP, Supervivientes y en el Deluxe como Sofía Suescun, Ylenia, Suso, Luis Rollán y Lydia Lozano.

El plus atractivo es contar con las 'tentaciones' expulsadas de la semana, como ya ocurrió en el estreno con Melani y Bryan, y crear una marca propia. En un formato en plena construcción como este, seguro que terminan tomando buena nota de las demandas de los fans y aprovechando todo su potencial.

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