'Días de tele' devolvió a TVE el brillo de Julia Otero y desmintió dos de los grandes bulos de nuestro país
Días de tele se estrenó este martes, 17 de enero, en una TVE con ansias de renovación. La cadena pública ha empezado el año apostando por nuevos contenidos y uno de ellos era este nuevo programa de prime time producido por LaCoproductora y presentado por Julia Otero.
Serán 13 entregas, durante los próximos martes, que conformarán su primera temporada. Todo ello en un formato que pretende “hacer una visión de la sociedad con la TV como filtro”, según nos explicó José Miguel Contreras, creador, productor y colaborador del espacio.
Y aunque las prisas del ente por poner en marcha dicho programa se han plasmado en una primera entrega con mucho contenido pero falta de atractivo, si alguien le ha dado el toque mágico esa ha sido Julia Otero. “Este es un programa dedicado a todos aquellos que no pueden entender la vida actual sin la televisión e incluso dedicado a los que presumen de no verla”, arrancaba advirtiendo y sin quererlo te dejaba pegado a la pantalla por su guiño a todos los públicos (hasta a quienes no la estaban viendo).
Del amorío de Serrat y Lolita, a la “muerte” de Paco León
El estreno contó con Carolina Iglesias y Contreras, como sus cómplices, con Paco León y Lolita, entre sus invitados. Y hasta con el Pequeño Nicolás como el sorprendente primer entrevistado.
Todos ellos participaron en una entrega dedicada a los bulos, las mentiras y los engaños que nos han colado en nuestra televisión. Así, repasaron el “primer día que nos la colaron” con Uri Geller doblando cucharas, y hasta recordaron el invento de Ricky Martin en Sorpresa, sorpresa.
También Lolita acabó con uno de los bulos que más le persiguen: “Todo el mundo dice que estuviste con Serrat”, comentaba Otero y la artista lo desmentía: “Eso lo dice todo el mundo y es mentira. Ya me hubiese gustado”, exclamó provocando las risas del público. Mientras que Paco León lamentó que le hubieran matado una vez en las redes.
El Pequeño Nicolás estuvo acertado al acudir justamente a esta entrega para aclarar cómo está su situación tras haber sido uno de los grandes engaños mediáticos de nuestro país: “Han pasado 8 años y medio y pienso que yo no hice daño a nadie. Eso me sirve mucho. Quería imitar a los mayores y quería ser importante”, reflexionó.
Pero entre tanta mentira, el programa brilló por la verdad que transmite Julia. Una sinceridad en cada una de sus acciones televisivas que no sabíamos que echábamos tanto de menos, tras 11 años huérfanos de una profesional del medio como ella. Verla repartir los turnos de palabra de forma tan orgánica en una mesa llena de colaboradores, escuchar sus enriquecedoras anécdotas resumidas en el tiempo perfecto para que sean ligeras y entretenidas, dar paso a los vídeos como si fueran uno más de los tertulianos y disfrutando de cada palabra que pronuncia... es una lección continúa de “conducir” ondas catódicas. Y lo mejor de todo: es una lección sin alardes.
Días de tele aún no es un programa redondo, falta definición y algo de engranaje, pero pase lo que pase, con Julia de vuelta seguro que van a ser unos “grandes días de tele”.