A la crisis total que vive Sálvame por sus bajas audiencias se suma ahora un nuevo frente que tensa aún más la difícil situación que atraviesa el veterano programa de Telecinco. Según informa El Mundo, sus más altos responsables están siendo investigados por su presunta participación en una red que se dedicaba a conseguir información privada sobre decenas e incluso cientos de personajes famosos, lo que podría constituir un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Los investigadores de la Operación Deluxe (ahora rebautizada como Operación Luna) sostienen que “se puede afirmar que es la dirección de Sálvame la propulsora de la búsqueda y obtención de la información íntima reservada”, según consta en el sumario al que ha tenido acceso La otra Crónica, suplemento del citado periódico.
Las indagaciones comenzaron en 2018, cuando el paparazzi Gustavo González (colaborador habitual del programa) fue imputado por conseguir información privilegiada sobre multitud de celebridades. Una auditoría de la Policía reveló que uno de sus agentes, Ángel Jesús Fernández Hita, estaba consultando en las bases policiales la información privada que existe sobre multitud de famosos.
Los investigadores observaron que este policía estaba relacionado con el tertuliano, cuyo padre era amigo de Fernández Hita. La Policía pinchó sus teléfonos y consiguió pruebas para acusarles de presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos en relación a, por lo menos, una decena de famosos. La información compartida apareció después en Sálvame, según La Otra Crónica, que afirma que los agentes tenían indicios de que algunos documentos se guardaban en casa del tertuliano y en la redacción del magacín.
La Fábrica de la Tele, imputada como responsable mercantil del caso
En el caso también se ha imputado a La Fábrica de la Tele, productora de Sálvame, que figura como responsable mercantil del caso; a David Valldeperas, director del programa hasta esta semana; y a siete personas del equipo del programa. En cambio, no se está investigando a Alberto Díaz, que también era director del formato, porque no hay mensajes de Whatsapp como los que sí se han encontrado en relación al resto de acusados.
Aunque Valldeperas y Díaz hayan sido relevados en la dirección de Sálvame, continuarán trabajando para La Fábrica de la Tele, productora fundada por Adrián Madrid y Óscar Cornejo.
Los investigadores, que sospechan que Gustavo González actuaba como intermediario entre Sálvame y el agente de policía investigado, también llamaron a declarar a otros colaboradores del programa: Mila Ximénez, Kike Calleja y María Lapiedra.
Mediante esta práctica supuestamente se accedió a información confidencial de hasta 140 celebridades, entre ellas Omar Montes (que se ha personado en el caso), Belén Esteban (que hace unas semanas se enfrentó al tertuliano por este mismo motivo, quizá sin saber hasta dónde se extendía la red), DiStefano y Álex Casademunt.
En el sumario, que señala a la dirección de Sálvame como “propulsora de la búsqueda y obtención de la información”, también se indica que algunos de los documentos con los que se mercadeó “afectan a menores de edad y versan sobre denuncias de violencia de género y lesiones”.
No obstante, en el sumario no consta que los implicados hayan extorsionado a los famosos con estas informaciones privadas, del mismo modo que tampoco se ha probado que el policía implicado (ya jubilado y suspendido de empleo y sueldo) percibiera alguna remuneración por su actividad.
Según indica La Otra Crónica, los investigados se podrían enfrentar a “una pena de prisión de entre 1 y 3 años”. No obstante, este delito se acumula por cada una de las víctimas, así que la condena sería muchísimo mayor, al margen de las multas que se pudieran establecer.
Desde el entorno de Gustavo González sostienen que el paparazzi se escuda en el derecho a la información, en que él, como tertuliano, sólo contrastaba los datos que le llegaban.
La productora se desvincula del procedimiento judicial
En un comunicado difundido en la tarde de este sábado 26 de marzo, La Fábrica de la Tele ha negado la información publicada por El Mundo. “Ni la policía ni ninguna autoridad judicial han adoptado ninguna medida de investigación respecto a La Fábrica de la Tele”, asegura la empresa.
“La Fábrica de la Tele y las personas que la integran han actuado siempre en el marco de la ley y dentro de su actividad periodística y en el legítimo ejercicio del derecho a la información, por lo que son absolutamente falsas las atribuciones de actividad de espionaje”, sostiene.
Según la productora, “el procedimiento judicial al que aluden las informaciones publicadas hoy por el diario EL MUNDO se encuentra aún en fase preliminar”. “Lo que se investiga es la naturaleza del vínculo que mantenía un periodista con una larga trayectoria profesional con una de sus fuentes, un agente de policía”.
“Este periodista colabora en Sálvame y con otros muchos medios de comunicación. En lo relativo a Sálvame, el procedimiento judicial investiga la procedencia de informaciones sobre una veintena de personas protagonistas de la crónica social”, argumentan desde La Fábrica de la Tele para dejar claro que “ningún director o redactor del programa Sálvame ha tenido nunca ninguna relación con el agente de policía investigado en las actuaciones judiciales”.
La empresa, que dice ser “la principal interesada en contribuir al esclarecimiento de los hechos por la justicia”, concluye el comunicado desligándose de la investigación puesta en marcha: “Ni la policía ni ninguna autoridad judicial han adoptado ninguna medida de investigación respecto a La Fábrica de la Tele. Ninguno de los documentos que figuran en el procedimiento judicial proceden de ningún archivo o dispositivo de la productora, ni de ninguno de los miembros del equipo de redacción de Sálvame ni de ninguno de los programas que produce. Y las informaciones que apuntan en esa dirección son falsas”.