El director de la Santa Misa de La 2 rechaza que se vea en diferido: “No se trata de ver, sino de participar”
La crisis del coronavirus ha forzado a millones de cristianos a ver la Santa Misa por televisión. También en nuestro país, donde las retransmisiones de la eucaristía están en máximos históricos. Según el último informe de GECA, la audiencia de la Misa de La 2 ha crecido un 88% desde que comenzó la cuarentena, la de TRECE un 600% y la de La 7 de Castilla y León un 267%.
Al no poder salir de casa y, por tanto, no tener más remedio que verla a por televisión, varios cristianos se han hecho la misma pregunta: ¿es lo mismo ver la Santa Misa en directo que en diferido? Según Juan Carlos Ramos, periodista, sacerdote y director del programa 'El día del Señor', en absoluto. “No, claramente no. No se trata de ver, se trata de participar. Y con la Misa en directo nos podemos unir a algo que está ocurriendo en ese momento junto a millones de personas”, ha explicado Ramos en 'La Fe en tiempos del coronavirus', consultorio de la Cadena COPE en el que responde a las dudas de los fieles en esta época de cuarentena.
“No es ver un programa de televisión o escuchar un programa de radio, es participar en una acción que se está celebrando en ese mismo momento. Y yo participo también como formo parte del cuerpo místico de Cristo y estoy involucrado ahí, en esa celebración”, añade el sacerdote, también director general de la Fundación COPE.
Además, Ramos invita a los cristianos a que vivan la Misa televisiva “de la forma que más les ayude a acercarse a Dios”. Y eso pasa por participar activamente en ella. “Que no se sienten a mirar pasivamente como quien mira un programa de televisión. Eso no tendría demasiado sentido. Que se sienten, que se sumen a esa celebración y después, donde les lleve su sensibilidad, es una buena idea preparar el entorno, la sala donde lo voy a ver y hasta cómo voy a ir vestido. No voy a ir en pijama salvo que esté enfermo, evidentemente”, comenta el sacerdote.
Ramos apunta, además, que “no está mal” seguir la eucaristía haciendo ante el televisor los gestos propios que la acompañan, como bien puede ser arrodillarse en el suelo. “Es una manera de unirse más físicamente y con el cuerpo... Los gestos externos son la oración del cuerpo y el cuerpo también reza cuando se arrodilla y cuando levanta las manos”, señala al respecto.