El viaje gastronómico por España de El Langui y Pablo Pineda puso la noche de este viernes 21 de junio su punto final con la última entrega de 'Donde comen dos' desde Galicia.
Aunque como en cada capítulo hubo muchísimo humor, y los dos conductores supieron lanzar lecciones de normalización por sus diferentes discapacidades, también hubo momentos para la emoción.
Sabiendo que era la última vez que viajaban juntos, El Langui aprovechó un momento de paz después de hacer un buen tramo de el Camino de Santiago para hacer una videollamada con sus hijos, y que hablaran tanto con él como con Pablo Pineda.
Al final, Pineda no pudo evitar ponerse a llorar, y El Langui tuvo que cortar la llamada avisando a su amigo: “No me llores. Ahora voy a llorar yo cuando llegue a casa y piense en ti. No llores coño, que me vas a hacer llorar a mí. Cuelga, venga”, dijo bromeando.
Final a lo grande en un concierto y con lágrimas
Lo cierto es que El Langui también acabó emocionado. Fue en el final definitivo de la última entrega, para lo que el equipo de Donde comen dos reservó un enorme concierto de La Excepción, el grupo del rapero de Pan Bendito, en un festival en Jerez.
Antes de una de sus canciones, El Langui quiso dar la bienvenida al escenario a Pablo Pineda pidiendo a todo el público un fuerte aplauso tras explicar lo que había supuesto para él la aventura: “Hoy en el escenario me ha acompañado una persona que tenía muchas ganas de conocer y compartir. Esa persona yo quería conocerla y pasar mucho rato con él, y he descubierto a un verdadero crack. Yo y muchos de nosotros seguro que tenemos que aprender de él. Quiero que le deis un ruidito fuerte como se lo merece al malagueño Pablo Pineda, que es un pedazo de profesor. ¡Pablo, el mejor de los mejores!”.
Ya juntos en el escenario, delante de la multitud que coreaban el nombre de “Pablo” y mientras El Langui no podía evitar la emoción y mientras se secaba las lágrimas, Pineda tomó el micrófono: “Para mí estos cuatro meses con El Langui han sido de emoción tras emoción, aventura tras aventura, en la que he descubierto un verdadero amigo. Porque Langui es un verdadero amigo. ¡Que la fiesta continue! ¡Manos al aire!”.