Antena 3
Jesulín fue ovacionado en 'El Desafío' con 'Toda' pero Santiago Segura amargó su victoria
Además de accidentada, la séptima entrega de El Desafío fue inédita porque hasta entonces no se había utilizado el botón de la injusticia. Jesulín de Ubrique se había proclamado ganador pero no tuvo ocasión de celebrar la victoria porque Santiago Segura le arrebató el liderato en el último momento.
El torero puso patas arriba el plató del programa con la canción que tantísimo éxito le dio en los años 90: Toda, toda, toda. El musical intercaló la versión original con otras canciones de la época y recibió la ovación del público y el jurado, aunque quedó empatado con el reto de Juan Betancourt. Al final, los jueces realizaron otra votación para desempatar a favor de Jesulín.
Sin embargo, el cineasta se empeñó en amargar la victoria del marido de María José Campanario. “Podemos utilizar el botón de la injusticia una vez por temporada... y yo lo voy a usar ya”, dijo mientras rompía el cristal que protege este polémico botón. Segura disponía de cinco puntos y no eligió dárselos al modelo cubano, segundo en el ranking, sino a Omar Montes, que protegido por un traje ignifugo se prendió fuego para convertirse en un 'hombre antorcha'.
El cantante lo había pasado realmente mal durante los ensayos. Antes de lanzarse con el examen final, dijo ante todos que se sentía “un poco asustado” porque había “subestimado” el reto: “Creía siempre que había truco... pero duele”, afirmó. Por si fuera poco, Montes tuvo que romper unas puertas de cristal mientras caminaba envuelto en llamas.
El resto de concursantes estuvieron más o menos atinados con sus pruebas. Norma Duval superó el reto de puntería con un tirachinas; María Pombo tuvo que tocar en directo con los míticos Hombres G (para lo que recibió clases de David Summers); Lorena Castell hizo una prueba acrobática en la que eran fundamentales la sincronía y el físico; El Monaguillo sólo aguantó bajo el agua 46 segundos en la prueba de la apnea; y Juan Betancourt ganó a Raquel Sánchez Silva en el duelo de las 'estacas de vértigo'.
