La expectación era máxima a las puertas de El Rincón, el palacio en el que Tamara Falcó e Íñigo Onieva celebraron su boda este sábado 8 de julio. En las inmediaciones del recinto se agolpaban decenas de reporteros y cámaras con la única misión de sacar unas palabras a los invitados y fotografiar a cuantos llegasen al espectacular edificio.
Telecinco y Antena 3 tenían puesta la mirada en el acontecimiento. Mediaset apostó por retransmitirlo desde Fiesta, mientras que Atresmedia modificó su programación para ofrecer una entrega especial de Y ahora Sonsoles.
En el magacín de Emma García, que fue líder de audiencia, se vivió una situación que resume perfectamente las complicaciones a las que se enfrentaron los reporteros.
Al llegar la madre del novio, los micrófonos y las cámaras se dispararon contra el coche en el que viajaba. Bajó la ventanilla y les atendió brevemente, por lo que hubo empujones y pisotones entre quienes estaban trabajando para conseguir la mejor imagen.
Cuando el vehículo avanzó, alguien insultó a los periodistas: “¡Carroña que sois, desgraciados!”. Se desconoce quién se dirigió en estos términos a la prensa, pero una de las reporteras respondió indignada como si aquellos gritos provinieran desde el interior del coche.
“¡Gilipollas! ¡Estoy harta ya! ¡Carroña por pararte, subnormal!”, voceó esta reportera mientras el vehículo, en dirección al palacete, se escabullía entre la nube de cámaras y micrófonos.
Emma García, sorprendida por la tensión del momento
La agitación del momento se percibió con perfecta nitidez en el plató, así que Emma García preguntó a su compañero, al reportero de Fiesta que se había desplazado hasta la entrada de El Rincón, el motivo de aquel rifirrafe.
“No sé si es que entre vosotros habéis tenido algún lío... También hay nervios entre los reporteros”, le planteó la presentadora.
“Los nervios entre los compañeros están siendo máximos. Es verdad que somos muchísimos reporteros congregados. Todos queremos tener la mejor imagen, la mejor declaración, pero tenemos que hacer bien nuestro trabajo”, explicó el periodista.
“Lo importante no son nuestras preguntas, son sus respuestas (...) A todos nos apasiona nuestro trabajo y lo intentamos hacer lo mejor posible, pero los nervios...”, agregó el corresponsal de Fiesta.
Tras escucharle, la presentadora hizo un alegato con el fin de evitar situaciones tan complicadas como las que se estaban viviendo a las puertas de la finca: “Una cosa es la pasión y otra es la educación. Hay que saber que los protagonistas son los que van en el coche. Y todos vamos a tener una imagen si cada cual está en su sitio”, sentenció García.