Así ha sido el emotivo final de 'Cazamariposas': “Empezó cursi y mutó en una ida de olla que flipas”
Nuria Marín y Nando Escribano han presentado hoy el último Cazamariposas de la historia. El espacio más icónico de Divinity ha puesto el punto final a su aventura con un homenaje a sus siete años de emisión.
De hecho, Marín y Escribano han repetido la misma entradilla que pronunciaron aquel lejano 4 de junio de 2013, cuando ambos se pusieron al frente del programa por primera vez. Ha sido el primer guiño a la historia de un formato, el producido por La Fábrica de la Tele, que ha alcanzado unas cotas de notoriedad superiores a la mayoría de espacios de la TDT. En parte, gracias a su estilo desenfadado, su lenguaje innovador y sus sinergias con el resto del universo Mediaset.
En este sentido, Cazamariposas ha recordado su historial descubriendo rostros o formando a otros pertenecientes a otros programas del grupo. Por ejemplo, fue el primero que dio a Isa Pantoja su propia sección, contrató a Dulceida como reportera, descubrió a Laura Fa antes de su desembarco en Sálvame o recibió desde éste a Rafa Mora para enseñarle a presentar. “Fueron unas semanas duras”, han bromeado al respecto de esto último.
Además, acogió a María Lapiedra cuando aún no era noticia por su relación con Gustavo González, recuperó a Dinio antes de que participara en GH VIP y dio cabida al Maestro Joao cuando era un desconocido para el gran público. Igual ha pasado con los reporteros, a los que “entrenábamos y luego otros se los llevaban”. “Esto ha sido una fábrica de talentos” han concluido desde el programa, que se ha autodenominado como “La Masía de Mediaset”.
“Cazamariposas podía haber tenido más vida”
La despedida de Cazamariposas ha contado con antiguas colaboradoras como la mencionada Laura Fa, Rebeca o Carmen Alcayde, que se han emocionado recordando su paso por el formato. “Los que amamos esta profesión lo que queremos es contar las cosas de una forma diferente […] y eso es lo que ha hecho Cazamariposas”, ha destacado esta última durante su intervención.
Para entonces, Nuria Marín ya había cogido el pañuelo para secarse las lágrimas que, fruto de la emoción del momento, ni ella ni Nando Escribano han podido reprimir. Para la presentadora, “aunque ha habido cosas malas, mucho esfuerzo y mucho sacrificio”, al final el trabajo delante y detrás de las cámaras se ha visto recompensado. “Que hayamos aguantado siete años ha sido un privilegio”, ha comentado antes de exponer que “a lo mejor” había llegado “el momento” de decir adiós. De hecho, meses antes de la cancelación ya “tenía el feeling” de que el final estaba cerca. Escribano, sin embargo, pensaba y sigue pensando que Cazamariposas “podía haber tenido más vida”. “Igual nos lo hubiéramos esperado más en otros momentos”, ha añadido al respecto el presentador, que seguirá trabajando con Marín en el nuevo programa que su compañera liderará en Cuatro y Divinity, aunque de forma más puntual y no en el día a día.
El cierre de Cazamariposas ha sido tan inesperado que a uno de sus rostros principales, Germán González, le ha pillado de vacaciones en Australia. Desde allí se ha deshecho en elogios hacia sus compañeros y ha locutado un vídeo que, entre otras cosas, ha resumido con esta frase los casi siete años del programa: “Empezó cursi y mutó en una idea de olla que flipas”.
“Es un programa de locos incomprendidos”, ha resaltado a su vez Nuria Marín antes de que ella y Nando Escribano recibieran unos ramos de flores de sus compañeros y desvelaran una curiosidad no sabida por muchos: que Cazamriposas iba a llamarse Canal Gossip. Sin embargo, finalmente lo cambiaron por el primero. Ese que ya luce con letras de oro en la historia de Divinity.