Lobato debuta en la F1 de Movistar: “Es impensable hacer esto en una TV en abierto”
La Fórmula 1 vuelve a tener a la voz más reconocible para el gran público. Tras varios años al frente de las retransmisiones en Antena 3 y laSexta, Antonio Lobato vuelve a narrar esta temporada la competición automovilística más prestigiosa del mundo en Movistar+.
El fichaje del periodista hace que su trayectoria profesional vuelva a estar ligada a un deporte que en realidad nunca ha abandona, pero de una forma “radicalmente diferente a lo que yo hacía antes”. De hecho, reconoce que “si me hubieran ofrecido lo de antes, no hubiera venido”. Centrándose sólo en pilotar el coche, y no en arreglarlo ni tenerlo listo para cada carrera, Lobato nos explica que “lo que necesitaba era ponerle orden a mi vida, porque era un desastre”.
Antes de que el Mundial arranque desde Australia el domingo 25 de marzo, el periodista nos aclara sus famosas declaraciones en 2015 diciendo que las retransmisiones de Movistar son “para los frikis de este deporte” y nos aclara qué fue de su proyecto en TVE “Desafía tu mente”.
No has llegado a separarte de la F-1, ¿pero televisivamente, es como el hijo pródigo?
Suena demasiado épico [ríe]. No, son las circunstancias. En su día necesitaba hacer una parada técnica, y la hice y me vino muy bien, y ahora se han dado las circunstancias para poder volver. Y encima, poder volver de la forma que yo quiero volver a la Fórmula 1, que es radicalmente diferente a lo que yo hacía antes.
¿Por qué es tan diferente?
Es con tranquilidad, a hacer exactamente lo que me gusta, sin responsabilidad más allá de la del narrador de la carrera... Y eso es otra historia. No tiene nada que ver con lo de antes. Si me hubieran ofrecido lo de antes, no hubiera venido.
¿En cuanto a viajes?
No, los viajes te dejan fuera de casa durante mucho tiempo, pero para mí lo más cansino no era el hecho de irme a un Gran Premio, era que cuando volvía yo no me iba a mi casa. Tenía que ir a la redacción a preparar el siguiente espectáculo, y al final en casa no te ven ni cuando estás fuera ni cuando estás dentro.
Y luego la responsabilidad, tener que organizar todo, tener que buscar contenidos, novedades, contratar equipo, dirigir el equipo, hablar con los equipos de Fórmula 1, negociar reportajes... Eso es cansino. Presupuestos, problemas... Todo eso era agotador, y tenía que ponerle un freno.
¿Compensa abarcar menos y ser más feliz, tener más vida?
Es un poco lo que dicen los pilotos. Yo se lo he escuchado decir a Fernando [Alonso] y a Kimi [Räikkönen], que ellos cuando son realmente felices es cuando están subidos en el coche. Todo lo que sea estar subido en el coche, les gusta. Todo lo que haya antes y después de subirse al coche, les cansa. Llegó un momento en que me pasaba lo mismo a mí: me gustaba el momento de narrar, pero todo lo que había antes y después era una carga demasiado pesada.
¿El ritmo de esta nueva etapa sí se adapta más a tu parte más personal?
Sí, esa es la historia. Yo lo que necesitaba era ponerle orden a mi vida, porque mi vida era un desastre. No tenía tiempo para nada. Porque insisto, no solamente eran los días que estabas fuera por las carreras, es que estabas en Madrid y estabas currando en la oficina. Ahora es otra historia. Yo ahora cuando acabe la carrera me voy a mi casa. Y tengo tiempo para hacer lo que quiera hasta la siguiente.
En ese sentido, es un cambio radical. No tengo que rendir cuentas, ni que pegarme con los jefes. Para eso ya está Julio Morales, que era mi mano derecha en todo el camino anterior de la Fórmula 1, y ahora él está al frente, y es joven y tiene ganas y fuerza, por eso puede hacerlo. Yo ya estoy de vuelta [ríe].
Dijiste que la cobertura de Movistar sobre la Fórmula 1 “es para frikis”
Sigo pensando exactamente lo mismo. Movistar es una televisión que da Fórmula 1 para frikis. Pero lo digo desde el punto de vista cariñoso. Yo a mi compañero Cristóbal Rosalini le digo que es un friki, y Pedro de la Rosa es otro friki, hay muchos frikis. Frikis que son apasionados de algo. Yo lo dije, y evidentemente trabajaba en una televisión como Antena 3, nos dedicábamos a un público generalista. Era inviable que me dieran 24 horas de programación para hacer Fórmula 1 o que me dieran lo que tiene Movistar, que creo que este año van a hacer más de 500 horas en directo en los Grandes Premios. Nosotros no podíamos hacer eso, porque en una televisión como Antena 3, te dicen: un post de 2 horas, nuestro público no lo aguanta.
¿Quién lo aguanta? Lo aguantan los frikis, los locos, los apasionados de este deporte. Claro que se lo tragan, y por eso Movistar hace dos horas de post y dos horas y pico de previo, y previos el jueves, y el viernes, y a todas horas. Por eso lo dije, pero ciertas personas malinterpretaron mi expresión “friki” como si fuera algo despectivo, cuando era todo lo contrario. Es real. Hay dos tipos de aficionados: los que son los puristas, los frikis, los locos que se lo ven todo y se lo leen todo; y los que les gusta ver la carrera. Esa es la diferencia
¿Con Pedro de la Rosa ya es como una pareja de hecho, cuántos años lleváis juntos?
Todos los que hice Fórmula 1. Él estaba normalmente comentando, y los mejores años no estaba comentando porque estaba subido en un coche. Creo que fueron diez comentando y dos en el coche, y este es uno más. La verdad es que a Pedro le estoy eternamente agradecido, porque he aprendido tanto con él, y me lo ha hecho todo tan sumamente fácil... encima la complicidad y el cariño que tiene conmigo. Le estoy muy agradecido, como a mucha gente de la que me he encontrado en la Fórmula 1, que me han tratado muy bien y han hecho que mi aprendizaje, que continúa, haya sido muy fácil.
¿Siente que al pasar al pago, la atención del público disminuye? Caso de la F-1, pero también de la ACB.
Yo creo que el interés continúa, el problema es que ahora la Fórmula 1 es de pago, y este año la única forma de poder ver cualquier Gran Premio de motos o de coches es viéndolo en Movistar, y tienes que pagar el pack de motor. Evidentemente, estamos en una situación de crisis que no hace fácil para muchas personas que puedan dedicar ese extra a seguir un deporte más. Quizás los más apasionados lo hagan, y la gente que le guste mucho la Fórmula 1 y que se lo pueda permitir se apuntará, de acuerdo también a cómo funcionen los españoles y lo espectacular que sea el campeonato.
Lo que pasa es que también es una realidad que a nivel mundial los derechos de los grandes acontecimientos deportivos cuestan muchísimo dinero, y hoy por hoy televisiones en abierto no están dispuestas a pagarlo. Y las de pago, las plataformas como Movistar y Sky, sí pueden hacer frente a ese coste. La parte mala es que hay algunas personas que no pueden acceder a ello. La parte buena es que al menos hay alguien que paga la cuenta para que alguien pueda disfrutar de la comida.
¿Qué diferencias te has encontrado en cuanto al producto que ofrecéis?
Yo les he seguido estos años, y es que lo que tiene Movistar es una barbaridad. Pero una barbaridad. Es impensable hacer eso en una televisión en abierto, porque la programación no te lo permite. Y para el esfuerzo necesitas una redacción todavía más potente que lo que teníamos nosotros, porque son muchas horas de directo, de programación, de reprogramación.
Al que le gusta la Fórmula 1, tiene la posibilidad de verla 24 horas siempre. Carreras antiguas, del año pasado, Grandes Premios históricos... y luego cuando llega el Gran Premio, desde el jueves parece que estás en el circuito, porque estás siempre en conexión y tienes horas para aburrir. Yo lo que le digo muchas veces a Julio Morales [ríe] es que si cuando llegan al domingo les queda algo por contar. Porque el domingo que es el momento fuerte, ya lo han contado todo, no queda nada.
A nivel personal, ¿podrías compatibilizar esto con otros proyectos?
Podría, pero todo depende de con cuántas cosas me quiera liar. Si al final me meto en muchas cosas, acabo igual que antes y yo lo que quiero es disfrutar mucho la vida. Estos dos años han sido muy buenos, personalmente, y lo que quiero es poder seguir disfrutando de mi vida, de mis aficiones, de mi familia... y no dedicarme enteramente a trabajar. Lo que me apetezca mucho, lo haré. Pero tiene que apetecerme mucho.
¿Qué pasó con el programa de La 1 “Desafía tu mente”?
No tengo ni idea. Sé que emitimos la primera temporada, que funcionó bastante bien, y para mí fue un aprendizaje y un reto del que yo y la gente que trabajó conmigo estamos muy satisfechos. Grabamos una segunda temporada que se entregó el año pasado, terminamos de rodar en abril, y es infinitamente mejor que la primera. Estaba previsto que la emitieran el año pasado. No se emitió, y siguen sin emitirla. Las veces que la productora ha intentado hablar con ellos han dicho que estaban buscando, que es que no hay hueco ahora.
Para acabar, a nivel deportivo, ¿cómo ves la temporada, y a Alonso y Sáinz?
A Fernando le veo bastante mejor que en los años anteriores, lo cual no es nada complicado. Creo que va a haber un gran salto adelante con la llegada de Renault, y sólo espero que siga habiendo más saltos adelante. Renault tiene que seguir mejorando sus motores, porque de eso dependerá su progreso y su cambio de objetivos. Además, en esta ocasión, si mejoran será bueno por tres factores: beneficiará a Fernando, a Carlos y al equipo que puede ponerle las cosas complicadas a Mercedes y a Ferrari, que es Red Bull. Yo tengo ganas de que a los dos pilotos de Red Bull, que para mí son dos pedazo de pilotos Ricciardo y Verstappen, les den las herramientas necesarias para plantar cara y plantar batalla.
Creo que tendremos un Mundial alucinante. A Carlos le veo muy bien, sigue en su línea de progresión constante, de madurez increíble, en un equipo que ha dado muy buenas sensaciones en la pretemporada, y que está invirtiendo dinero, y cuando inviertes dinero también ganas décimas de segundo. Él es un tipo que sin grandes aspavientos, sin mostrar cosas espectaculares en pista, ha hecho cosas muy grandes. Que pasan inadvertidas, pero al final es un gran especialista en conseguir resultados. Ha sorprendido a mucha gente en el paddock que no se esperaba tanto de él, y creo que va a seguir sorprendiendo.
