Muchos años de trabajo como la “voz” de los partidos de Canal+, y liderando uno de los equipos de deportes más prestigiosos de la televisión española, convierten a Carlos Martínez en uno de los periodistas deportivos más respetados.
Antes de que narre el primer derbi madrileño en el Wanda Metropolitano (Atlético de Madrid-Real Madrid, hoy sábado 18 de noviembre a las 20:45 horas en “El Partidazo”), hablamos con el director de deportes de Movistar+ sobre el décimo aniversario de Informe Robinson, la situación del periodismo y cómo ve apuestas rivales como Deportes Cuatro y Jugones.
Además, el periodista nos explica su postura con respecto a la situación en Cataluña, y realiza una reflexión sobre lo que les exigimos a los deportistas de élite: “Parece que tienen que ser referentes de otra cosa distinta a por la que son buenos”.
¿Reconforta ver que un programa tan especial y personal como Informe Robinson llega a los 10 años?
Para nosotros es muy importante porque desde el primer día esta cadena decidió intentar apostar por una manera de contar los deportes. Y se ha mantenido estable en el tiempo y se ha alejado del ruido general en el que vivimos hoy. Y sin embargo ha acabado siendo una fórmula de éxito. Esto es la fe en unos principios determinados, y no decimos que los demás sean peores o mejores que los nuestros, decimos que nuestra manera de entender el periodismo deportivo se refleja en este programa todos los días. Y se refleja en que los protagonistas son los que lo son, y no quien lo contamos.
¿La “familiaridad” es uno de sus secretos?
Siempre hemos pensado en equipos muy pequeños y cohesionados para que hagan crecer las ideas. La idea es colectiva, y por eso el lenguaje es absolutamente común. Es la culminación de saber que esa manera de contar las cosas puede alcanzar grandes formatos, y por lo que parece gusta tanto a aficionados como a los deportistas, y esto es muy importante para nosotros.
¿Los deportistas ponen de su parte y se ofrecen para participar?
Nos hemos encontrado directamente que los deportistas quieren hacer Informe Robinson, y quieren participar de cómo se hace Informe Robinson. Eso es muy gratificante, porque te devuelve un feedback de la propuesta que has hecho más que interesante.
¿Qué papel juega Michael Robinson en Informe Robinson?
¿Podríamos hacer Informe Robinson sin Michael? Claro. ¿Sin Luis Fermoso? Claro. ¿Sin mí o sin cualquiera de nosotros? Sin ninguna duda. Porque tenemos ese lenguaje común. Pero Informe Robinson es lo que es porque hay un tipo que se llama Michael Robinson, que tiene una sensibilidad especial para corregir el rumbo cuando mínimamente se desvía. Michael no está necesariamente detrás de cada línea de lo que se escribe, pero él es el que termina de ver el reportaje cuando se está elaborando e indica por dónde ir o cómo enfocarlo. Es una especie de diseñador de las líneas del campo, y tiene una intuición muy especial para saber cómo seguir nuestro espíritu.
¿Sin caer en el ruido del que nos hablaba antes?
La tentación del ruido está ahí. A nosotros nos han dado el OK un montón de protagonistas muy relevantes, y en las horas de grabación hay planos y cosas que habrían sido muy notorias. Pero no se han sacado, o contado, o puesto, porque no era esa la necesidad del programa. No nos desviamos del objetivo, que es contar una historia. Hemos sido en ese sentido muy poco populistas, y eso tiene que ver mucho con el espíritu de Michael.
¿Cómo valora ahora mismo el periodismo deportivo en España?
Yo no creo que haya un periodismo bueno, ni malo, ni regular. Sí creo que hay un periodismo que me gusta y uno que no me gusta, y estoy seguro que hay otra gente en otra posición. Pero hay que defender los principios y ser coherente. La gente tiene capacidad de decisión, si quiere consumir otro tipo de periodismo es porque quiere, y los programas sobreviven porque tienen el éxito necesario para sobrevivir, sea con más o menos prestigio. Si no hay público detrás, no sobreviven.
¿Y cuál es su periodismo, en el que cree?
Yo sólo creo en un periodismo, en uno, y el que se aleja de esta verdad me parece que no es periodismo, y por lo tanto no merece ni comentario. A mí me enseñaron que lo que nosotros hacemos tiene que ver con la verdad, con los hechos. Entonces, quien cuenta hechos, los cuente como los cuente, hace periodismo. Pero quien se aleja de la verdad, no hace periodismo. Tiene que haber una base sólida constatada por los hechos. Sobre lo que no ha pasado, no merece la pena hacer periodismo porque es otra cosa, es ficción.
¿Este tipo de periodismo sólo puede hacerse en una TV de pago?
Creo que no. Hay muchos ejemplos y referencias del tipo de cosas que nosotros hemos planteado que han estado en teles en abierto aquí y en otros países. Si echamos la vista atrás 10 ó 15 años, en aquella época en la que dentro de Prisa convivía Cuatro con Canal+, ¿Informe Robinson podría haber acabado en la parrilla de Cuatro? Pues yo creo que perfectamente. Es decir, no creo que el ser una TV de pago modifique los comportamientos desde ese argumento que me parece falaz de “como se paga, es élite”. Nosotros damos el fútbol desde hace 18 años, es transversal a clases sociales y niveles culturales, y esto es igual.
¿Qué opina de “Deportes Cuatro” y de “Jugones”?
En mi opinión hacen un tipo de propuesta bastante similar, con matices, y evidentemente pelean con éxito porque esa propuesta sea la mejor posible. Desde el punto de vista formal han sido muy rompedores con el uso del grafismo, de las imágenes... y me parece que son propuestas de éxito en la tele actual. ¿Haríamos nosotros un programa parecido a ellos? Evidentemente no, porque no lo hacemos, hacemos otro. ¿Es mejor el nuestro que el suyo? No tengo ninguna intención de decidir qué está bien y qué mal. Hacemos el programa en el que creemos, y ellos harán el programa que creen que deben hacer. La tele devora formatos, y si están ahí, llevan mucho tiempo y siguen evolucionando es porque hay gente que los consume y son buenos productos.
¿Cómo ve que deportistas y equipos se pronuncien sobre el conflicto catalán?
Forma tanto parte del ámbito personal, que me parece una osadía intentar corregir a la gente.
¿Pero apoya que tomen partido públicamente?
Ni apoyo, ni no apoyo. Entiendo cualquiera de las circunstancias. En una situación tan absolutamente dramática, que está fracturando a la sociedad, a familias y a grupos de amigos por haber posiciones tan opuestas; comprendo que haya gente que no quiera decir absolutamente nada, porque le parece la manera más coherente y le genera hasta sufrimiento, y entiendo que haya gente que crea que tiene que militar en cualquiera de los ámbitos, porque le parece que es una oportunidad y un momento histórico. Es una responsabilidad personal decidir dónde crees que debes estar, y me parecen respetables las dos posturas.
¿A usted le ha afectado o le afecta?
Lo que me mata es lo que creo que le mata a cualquiera persona razonable, que es esto que parece extenderse de “si no piensas como yo, eres un fascista”. Eso me parece absolutamente a borrar. Y si esto tiene solución, pasará por que no creamos que los que hacen una cosa están bien y los que hacen otra están mal. Pase lo que pase, no puede ser que el no haya conseguido que sus tesis triunfen aparezca rechazado por la sociedad.
¿Y a los deportistas?
Hay una cosa que me parece que está mal, que es que todos hemos convertido a los deportistas de élite en iconos mediáticos, y parece que tienen que ser referentes de otra cosa distinta a por la que son buenos. Tenemos que preguntarnos: ¿Por qué un chaval de 22 años que juega increíblemente bien al fútbol va a ser un referente filosófico de la sociedad? Nadie le ha examinado de eso, no se ha formado para ello nunca.
¿Por qué diablos hay que pensar que un tipo que juega maravillosamente bien al tenis tiene que ser un referente para hablar de cualquier cosa que a la sociedad le parezca transversal? Les pedimos una cosa que yo, que conozco a muchos de ellos, sé que no están cómodos, y además me parece ridículo por parte de la sociedad. ¿Qué hace usted preguntando a un jugador de baloncesto si le parecen bien las medidas económicas del gobierno? Por qué van a saberlo, si van al banco con un asesor.
¿Qué papel cree que debería jugar el periodismo en todo este panorama?
Yo tenía un viejo maestro que me decía: “Ante la duda, periodismo”. ¿Y qué es periodismo? Atenerse a los hechos. Es que es muy simple. Si Piqué ha hecho unas declaraciones que han sido más o menos llamativas, pues habrá que poner las declaraciones para que la gente tenga una opinión. Ahora, ir más allá con otras cosas, hacer suposiciones... eso no es periodismo, es otra cosa. El periodismo tiene que hacer periodismo, ni más ni menos.
¿Y piensa que se ha fracasado en esta tarea?
La sociedad está llena de convencionalismos. Cuando te montas en un autobús, no se te ocurre imaginar que el señor que conduce no tiene carnet. Porque piensas que la sociedad tiene una serie de normas y está preparada para que tenga carnet. Con el periodismo pasaba esto hasta hace cuatro días: alguien te escribía, te hablaba, o te contaba algo, y la sociedad entendía que eso pasaba unos filtros, y que el mismo periodista era parte de esos filtros.
Me temo que eso no es del todo cierto a día de hoy. O por lo menos la sociedad no lo percibe como tal. Y eso sí que es un fracaso del periodismo en general. Ya hay mucha gente leyendo un periódico, poniéndose delante de la televisión o escuchando la radio preguntando si tenemos el carnet y de verdad respetamos las normas de circulación para conducir el autobús. Eso sí me parece grave.