Daniel Grao, un “padre coraje” en 'Perdida': “No es un kamikaze, pero le mueve el miedo”

Cuando se tiene ante sí una historia como la de Perdida, surge una pregunta inevitable: ¿Qué están dispuestos a hacer unos padres para encontrar a su hija? En el caso de Antonio, el protagonista de la nueva serie de Antena 3, la respuesta parece clara: Entrará en prisión, en una peligrosa cárcel colombiana, si de este modo consigue averiguar dónde está su pequeña de cinco años, desaparecida mientras jugaba en una playa de Valencia.

Los investigadores fueron incapaces de resolver el caso; sólo encontraron un misterioso collar que se cree que está relacionado con la desaparición de la niña. Pero Antonio e Inma, cuyo matrimonio se ha venido abajo por la tensión acumulada, son incapaces de olvidar, no pueden dejar de pensar que su hija Soledad quizá esté viva. Diez años después de aquella mañana que cambió sus vidas, Antonio recibe un mensaje con algunas pistas que le conducirán hasta Colombia.

Así arranca el primer episodio de Perdida que Antena 3 emitirá este martes 14 de enero a las 22:40. La serie promete acción e intriga, es decir, promete ser un buen thriller. Pero su fuerza reside en el amor que mueve a estos padres a hacer lo indecible por reencontrarse con su hija. “Perdida es un rompecabezas donde el espectador va armando el puzzle. El motor de la serie son las emociones, el dolor de que te arranquen a un hijo”, explica a Vertele Daniel Grao, el actor que interpreta a Antonio.

De él, de su personaje, dice que no es un héroe sino más bien un hombre normal y vulnerable. Pero también es inteligente y tiene un plan para aprovechar al máximo esta pista, que podría ser la definitiva: “No es un kamikace”, añade el actor, pero le mueven “el miedo y la incertidumbre”, y el hecho de no tener “nada que perder” porque ya lo ha perdido todo salvo la esperanza.

VERTELE ha hablado con el actor sobre la serie, sobre el rodaje de esta primera temporada, y sobre HIT, la nueva ficción que está preparando con TVE en la que interpretará a un profesor de instituto que tiene que recurrir a métodos poco ortodoxos para ganarse la atención y el respeto de un grupo de alumnos bastante rebeldes.

¿Cómo es Antonio? ¿Es un valiente, un inconsciente, o simplemente hace lo que cualquier padre haría por recuperar a su hija?

Esa fue una de las primeras cosas que discutí con el director. Es verdad que si lees los guiones parece alguien heroico, pero a mí me interesa contar al personaje desde la normalidad y la vulnerabilidad, porque es un mecánico de Valencia que de pronto ve como secuestran a su hija. No es tan kamikace, luego veremos que hay un plan, pero le mueven la incertidumbre y el miedo, y se ayudará de su inteligencia y estrategia para llegar hasta ella.

¿En qué situación de apuro se ven esos padres como para tener que recurrir a estos métodos tan peligrosos?

Durante tres años la Policía intenta encontrar alguna pista de la niña, pero no encuentra absolutamente nada más allá de un colgante con un guerrero. Eso es lo único que encuentran en la playa en la que desaparece, y se va a convertir en un símbolo. Después pasan 10 años, tiempo en el que la pareja ha desaparecido porque este drama se la ha cargado. Pero un día reciben un mail con una información que vincula al secuestrador de su hija con una cárcel colombiana. Esta noticia pilla a Antonio con nada que perder; está solo y tiene fijación por la desaparición, porque no es una muerte, es una desaparición que te mantiene en vilo.

El mundo de la ficción se ha vuelto muy competitivo con la llegada de las plataformas, en las que el usuario elige qué ver y cuándo verlo. ¿Qué tiene 'Perdida' para enganchar al espectador y obligarle a que espere una semana para ver el siguiente capítulo?

Estamos en un momento de transición. Auguro que la ficción se consumirá sólo en plataformas porque el espectador tiene más libertad y no se le puede obligar a que vea series que se emiten un solo día a la semana. En este caso, Atresmedia tiene su propia plataforma y la estrena también ahí, y es posible que la serie acabe en otra plataforma en un futuro. ¿Qué tiene la serie? Pues esa combinación de rompecabezas donde el espectador va armando el puzzle y aparecen tramas que se van uniendo. El motor de la serie son las emociones, el dolor de que te arranquen a un hijo.

Ha comentado que 'Perdida' le ha dado la oportunidad de sanar algo suyo, algo “vital”. Si no es demasiado íntimo, ¿podría contar algo al respecto?

Sin entrar en muchos detalles, años atrás, en mi juventud, conocí qué es el mundo de la cárcel. No lo conocí de primera mano, pero sí de cerca. Conocí cómo es la cárcel por dentro y tuve una vinculación con ella. Cuando me llegó este proyecto yo había estado revisando esos años e intentando acabar de integrar ciertos aspectos del pasado, y durante este trabajo personal llegó este guión que me invitaba a pasarlo en primera persona. Me pareció que yo tenía material que ofrecer a mi personaje.

Han sido 23 semanas de grabaciones en Colombia y más de un centenar de actores movilizados. Ya saliste de España para grabar 'Promesas de arena' y ahora vuelves al extranjero con 'Perdida', ¿cómo ha sido este rodaje?

Esta ha sido la serie más intensa a ese nivel. Con Promesas de arena hubo un ir y venir, pero Perdida han sido cuatro meses seguidos en Colombia. Eso ayuda a la parte actoral porque estás en un sitio que no conoces, otra cultura, otro país, con una diferencia de horario que te aleja de tu lugar, y estás muy imbuido en el trabajo, tratando a todas horas con el material y los compañeros. Luego tienes que adaptarte a la vuelta; el meneo es importante. Y es más llevadero si estás haciendo comedia... pero esta serie requería una intensidad dramática intensa. Ha sido intenso pero placentero. El equipo de allí nos ha cuidado muchísimo. Uno crece viajando y conociendo otras formas de trabajar.

Ha comentado en alguna ocasión que le gustaría hacer comedia. 'Perdida' no es precisamente una serie de risa. ¿Le veremos con más humor en 'Hit', la serie que prepara con TVE?

Mi personaje en Hit es una especie de terapeuta o hermano mayor que se acerca a esos chavales, que son unos piezas, que han quemado coches y coqueteado con las drogas. Esta serie es una escusa muy buena para abordar estos temas, es muy atrevida. Pero, sin ser comedia, mi personaje sí es irreverente, tiene cierto aire infantil, como juguetón. Sin ser comedia, me esta permitiendo hacer algo más desenfadado.

¿Se sabe cuándo será su estreno?

Hay rumores que apuntan a la primavera, pero no es oficial.