Samuel Martín Mateos es, desde el pasado mes de agosto, el Director de La 2. Un puesto al que llegó tras los cambios que experimentó la Corporación pública por la llegada de Rosa María Mateo, y tras ser nombrado por Eladio Jareño, el Director de TVE.
Para entonces, ya acumulaba más de 36 años de experiencia en RTVE, habiendo sido responsable de promoción del cine participado, Director del área de Cultura y Sociedad de TVE y la Producción de La 2, Director adjunto del Canal Cultura y también estuvo al frente de programas como Cartelera y Gente.
Una trayectoria que le avaló para ser el encargado de conducir “La nueva 2”, una responsabilidad que tras el estreno de Ese programa del que usted me habla considera que “ha terminado de tomar forma”. Le entrevistamos para saber por qué considera que “relativamente tenemos que pelear por la audiencia”, y conocer su balance de las nuevas apuestas ya estrenadas, además de averiguar alguna que está en camino.
Pero también le proponemos reflexionar sobre cómo afecta la situación de “interinidad” en RTVE, y conocemos su opinión sobre el concurso público y la labor de Rosa María Mateo. Además, Samuel Martín Mateos nos reconoce su “sorpresa” por la polémica que se creó en torno a la retransmisión de la Misa, y también acota las presiones políticas: “Hay que entender el poder político como algo más conjunto, no del partido que está en el Gobierno”.
¿Qué balance hace de estos meses tras el cambio, y de las nuevas apuestas?
Ahora ha terminado de tomar forma lo que inicialmente habíamos previsto y considerado de cambios para La 2. Con la incorporación de Ese programa del que usted me habla termina esa primera fase de cambios en el prime time, con La 2 Noticias en la ubicación que queríamos que estuviese, en la franja cultural de 21 a 21:30 horas. Yo estoy satisfecho con el balance, me parece que es positivo.
Ha subido un poquito la audiencia en términos comparativos con los mismos meses del año pasado. Yo no soy un experto en audiencias, sinceramente, pero según dicen los especialistas los movimientos en las cadenas son siempre delicados, y necesitan un cierto tiempo para que la audiencia se entere bien de qué es lo que hay y se acostumbre a los cambios. El balance, desde mi perspectiva, es satisfactorio.
Es la eterna pregunta: ¿La 2 debe luchar por la audiencia?
Diría que relativamente tenemos que pelear por la audiencia. ¿En qué sentido? Yo creo que no estamos en la competencia feroz de los grandes canales generalistas, y nosotros nos prematizamos, por decirlo de algún modo. Aunque La 2 es un carácter generalista, se caracteriza por tener una tematización cultural y social. ¿En qué sentido entonces deberíamos valorar nuestra satisfacción o no? Pienso que en cuanto a poder satisfacer a una audiencia más inquieta, como es la de La 2, que pide cosas diferentes a las que se dan en los grandes canales generalistas.
Y en ese sentido, la aportación de un programa de humor como Ese programa del que usted me habla, que a La 2 le hacía falta desde hacía años y que trata la actualidad de todo tipo; o esa franja cultural de la que hablaba antes, tratan de cubrir muchos espectros de la cultura. Y yo diría que esa es nuestra pelea: intentar ofrecer contenidos que no se pueden ver en otros canales, y que satisfagan a ese espectador más inquieto.
En el FesTVal de Vitoria nos explicó que, por sus características, La 2 “permite ser, y es nuestra obligación, más atrevidos, más arriesgados”. ¿Las nuevas apuestas van por ese sentido?
Creo que sí, y no tanto en los programas en sí mismos como en sus propios contenidos. Intentar ser un poquito más arriesgados y atrevidos, también formalmente. A mí me gustaría poner en marcha algún formato que sea más innovador, que proponga algo también desde el punto de vista formal. En la vocación de La 2 debe estar el investigar con formatos, y en ese aspecto estamos abiertos a cualquier tipo de propuesta, pensando en esas fórmulas.
Cuando dije “más arriesgado” no me refería sólo al contenido, estando de acuerdo en que Ese programa del que usted me habla intenta ser un poquito más irreverente, algo que desde la televisión pública suele costar más hacer. Pero no me refería sólo a eso, sino a formatos más atrevidos que a los canales generalistas les cuesta más por esa necesaria consecución de audiencia.
La apuesta por el cine clásico, no sólo español, ha deparado muy buenos datos de audiencia como con 'El Padrino' y 'El Gran Dictador' de Charlot. ¿Cómo lo valora, y qué otros clásicos tienen listos?
Esta apuesta nos permite también estar un poco al día. El cine clásico lo que tiene es eso, que la gente que lo hacía va desapareciendo de la faz de la Tierra, y entonces lo aprovechamos y lo homenajeamos en la medida de lo posible, porque no siempre tenemos los derechos de las películas que quisiéramos. estamos justo ahora en ello, en la compra de esos derechos. Vamos a emitir dentro de poco La reina de África y Rocco y sus hermanos, por ejemplo.
La dependencia absoluta que teníamos del cine clásico español hasta el mes de septiembre no era del todo buena. Tenemos la obligación de estar mirando a nuestro cine siempre, y para eso tenemos ahí Historias de nuestro cine, pero a nuestra audiencia había que darle también la opción de tener cine clásico no español, y cine independiente también, actual, que no se ve en otras cadenas generalistas que tienden más al cine comercial. Nosotros podemos atender al cine que está triunfando en festivales, más independiente, y también tiene su audiencia. Nos están funcionando realmente bien.
'La hora musa' ha ampliado la apuesta por la música. ¿Podemos esperar más ofertas similares?
Estamos pensando en nuevas temporadas de La hora musa, que es un programa que hacemos en coproducción y que queremos seguir haciendo, con el mismo equipo y director que hacía Cachitos. También estamos trabajando y preparando algún que otro formato de música para enero, porque independientemente de la audiencia, que además en este caso nos ha respondido razonablemente bien, creemos que es una deuda que tenía la televisión y en concreto La 2.
Aunque no debemos olvidar que La 2 lleva emitiendo de forma continuada durante 20 años Los conciertos de Radio 3. Sí estoy de acuerdo en que estamos en una etapa en la que apostamos más por la música, ofreciéndole nuestro mejor espacio que es el prime time. Pero no quiero ser injusto con Los conciertos de Radio 3, que han estado satisfaciendo incluso en un horario más complicado y difícil.
¿De ese nuevo formato musical que llega ya mismo, en enero, puede decirnos algo más?
Habrá actuaciones. Pero queremos presentar el programa en las primeras semanas de enero, porque espero que podamos estar estrenándolo en torno a febrero. Estamos en proceso ahora mismo de producción.
¿La 2 se abrirá también a otras disciplinas artísticas, por ejemplo el teatro?
Yo estuve durante bastantes años en la Dirección del área de Cultura, y pudimos poner en marcha algunos Estudios 1 que se hicieron en aquel momento. En lo personal, y en lo profesional, estoy convencido de que tenemos también una deuda con el teatro que deberíamos satisfacer de algún modo. No es fácil, porque el teatro en televisión tiene sus complejidades, y además presupuestariamente supone un esfuerzo importante. El año pasado se hizo una adaptación, casi a TV-movie, con Los habitantes de la casa deshabitada, y estamos estudiando y planteándonos qué hacer con el teatro. Sí puedo adelantar que algo abordaremos, seguro.
¿La situación de “interinididad” en TVE hace que no se puedan aprobar o poner en marcha nuevos proyectos?
No, esta es una dinámica casi constante en TVE. Llevo más de 36 años en la Corporación, y no es bueno que los equipos se paren o no hagan cosas porque quien llega después necesita tener una nevera con cosas que estén en marcha y se estén produciendo.
¿No se ven afectados entonces por el proceso de concurso público para renovar RTVE?
Sería bueno que se resolviera ya el concurso público, y que hubiera una nueva Presidencia y un Consejo de Administración lo más independiente posible del poder político. Sería muy bueno. Y estamos esperándolo, ahí está el proceso en marcha.
Pero eso no nos impide trabajar honestamente pensando y poniendo en marcha lo que creemos que hay que activar de cara al futuro. Más bien tenemos restricciones de parrilla, o problemas presupuestarios, que te impiden a lo mejor poner en marcha proyectos que te gustarían, pero es un esfuerzo económico que no se puede hacer en este momento. No es tanto por pensar que estamos en una situación de interinidad.
¿Cómo valora la labor de Rosa María Mateo estos meses?
Me parece que, en una situación difícil precisamente por esa interinidad, Rosa María Mateo ha puesto en marcha un equipo manteniendo a bastante de la gente que estaba en la etapa anterior, e incorporando nuevas personas de dentro de la casa. Estamos trabajando con toda honestidad y con la mayor profesionalidad posible y parece que lo está haciendo bien, aunque ella misma transmitió y es consciente de que ella sí se retirará en cuanto el concurso público se ponga en marcha. Los demás, que somos muchos, de la casa, pues aquí seguiremos en la responsabilidad en la que se nos asigne en ese momento. pero estamos trabajando con la mayor honestidad y profesionalidad posible.
El debate sobre la Misa de La 2 se ha disipado. ¿Cree que fue una polémica más de corte político, usada además como herramienta por los partidos?
No sé de dónde nació ni cómo surgió, sinceramente. Me parece que apareció en redes sociales, y no sé si tiene que ver, sí, con un tema más bien político. Que alguien pensara que algún determinado partido político estaba en contra de las confesiones religiosas en la televisión pública, y empezó a crearse un rumor infundado absolutamente de que se iban a acabar las misas. Que yo siempre he dicho además que no sólo la Misa, sino que TVE atiende a cuatro confesiones, a las que se entienden como religiones de notorio arraigo en nuestro país: judíos, musulmanes, protestantes y católicos.
Entiendo que ese planteamiento de “se quita la Misa” es lo más notorio, y lo que a todo el mundo le puede llegar más, pero en todo caso me imagino que si en algún momento RTVE se planteara algo sería a nivel conjunto, nunca suprimir la Misa. Pero sinceramente no sé, no soy capaz de responder a de dónde salió aquello. A mí me sorprendió mucho, porque parecía algo hecho y ni se había hablado aquí internamente.
¿La 2 también sufre presiones políticas?
Mi experiencia es que no. Pero la política está siempre en todo. Nosotros tenemos una dependencia, que personal y profesionalmente no sólo acepto sino que alabo, puesto que como televisión pública RTVE depende del Parlamento, que es el lugar en el que reside la soberanía popular. Entonces siempre hay una dependencia de un poder político, pero entendiendo ese poder político como algo más conjunto, no del partido que está en el Gobierno.
Tanto a lo largo de los años en la Dirección de Cultura, departamento muy próximo a la Dirección de La 2, como ahora mismo en la propia Dirección de La 2, no tengo experiencia de ningún tipo de presión política, afortunadamente.