Doug Marcaida: “Fabricar armas nos conecta con nuestra cultura ancestral, tiene algo de romántico”
El buen juicio requiere de prudencia, y la prudencia en la experiencia. Ante la responsabilidad de juzgar, la necesidad de disciplinar el pensamiento para canalizar las pasiones que nos definen y evitar así percances desafortunados. La virtud reside en el término medio, en la mesura y en la adecuada ponderación de la realidad vista. Sin embargo, la realidad teletransmitida no se rige necesariamente por las reglas de lo real, y esta distorsión afecta a quien se aplasta en el estrado del jurado. Cuando la abstracción conduce al exceso, el fallo magistral señalará la polisemia intrínseca.
En el género del talent show se acostumbra a confundir valía con antipatía. La valía justifica una coraza de maldad hacia el aspirante que parece hacerlo indestructible. No obstante, esa actitud de soberbia, a menudo destructiva, esconde a veces una ausencia de entidad propia. Una inexperiencia, una debilidad.
En cada inicio de Forjado a fuego, Doug Marcaida junta las palmas de su mano y ofrece una reverencia a la nómina de herreros reclutados en el taller de History Channel. Es un gesto espiritual, pacífico, que previene de su actitud: comentarios exigentes pero siempre mesurados, dispensados con una mueca afable y un reconocimiento al trabajo realizado. Esta bonhomía que proyecta al dirigirse hacia abajo, a cada contendiente, contrasta con el peligro que rezuma cuando ha de levantarse y empuñar las fabricaciones en metal que estos le presentan. Al blandir la hoja, desenfunda su habilidad para el combate cuerpo a cuerpo. No necesita esconderse ante nadie, no tiene a quién temer. No tiene que mentir ni herir figuradamente a nadie. Si quisiera hacerlo, podría hacerlo.
“No se trata de a cuántos puedes herir, si no de a cuántos puedes proteger”, reza el eslogan que define su trabajo y que puede leerse en su página web oficial. Es cuestión de poder y responsabilidad. Fundador del Marcaida Kali, un arte marcial inspirado por diversas técnicas de su Filipinas natal (el Kali, el Eskrima y el Arnis) y destinado especialmente a la defensa personal contra cuchillos, Marcaida es un especialista en el combate cuerpo a cuerpo, como prueban los milimétricos movimientos que despliega cada vez que reduce a fostatina alguno de los sparrings inertes del programa, y estratega militar con más de 25 años de experiencia, formado en el ejército y en las fuerzas aéreas estadounidenses. Y lejos de pretender encubrir con misterio los conocimientos que podrían hacer de él un espécimen temible, se había enfocado en extenderlo y compartirlos a través de seminarios, de su canal de YouTube (donde congrega a una comunidad de casi 50.000 suscriptores) y, desde 2015, de Forjado a fuego.
“Lo que me gusta de lo que hago es que me permite compartir parte de mi ser. Esta es mi pasión. Quiero celebrar lo que hago. Es sencillo: voy a morir, todos vamos a morir, y quiero que vean lo que hago”, declaraba en una entrevista promocional de 2016, cuando el formato emitido en España por Historia (en el universo de pago) y MEGA (en abierto) ya había alcanzado un estatus de culto. Esa misma pretensión se demuestra cuando nos atiende con total predisposición y gentileza.
Con su ayuda, tratamos desentrañar los motivos para el éxito de un formato que lejos de perder el filo tras casi cuatro años en antena (y con un spin-off estrenado el pasado 2018), clava en el sillón a más y más adeptos. Para el exmilitar, la clave del éxito reside en el componente romántico que entraña hacer algo con las manos en tiempos de hipermediación. “Genera una sensación muy especial de satisfacción”, reflexiona.
¿Cómo llegaste a 'Forjado a fuego'? ¿Tenías algún tipo de experiencia previa en televisión?
Contactó conmigo la persona encargada del casting. Estaban buscando a alguien que supiera cómo manejar armas y vieron mis vídeos en YouTube. Una de las cosas que hacía como artista marcial era celebrar mi trabajo viajando, entrenando e impartiendo seminarios de artes marciales en mis canales de vídeo. Pero nunca antes había trabajado en televisión.
Lo cierto es que un programa sobre cuchilleros no se ajusta a los cánones de lo que puede ser un talent show normal y corriente. ¿Qué pensaste cuando te ofrecieron formar parte del formato? ¿No tenías dudas de que algo así pudiese funcionar?
Estaba emocionado por la idea, porque de algún modo me servía para completar lo que llamo “Mi ciclo del cuchillo”, al estilo del “ciclo de la vida”. Como profesional de las armas y diseñador de cuchillos, este programa giraba en torno a la creación de un cuchillo. Aprendí a utilizarlos como instrumentos de defensa y ataque, primero, y para desarrollar la mente, cuerpo y espíritu. Luego, aprendí a diseñarlos en función de todo lo que había aprendido y de cómo los utilizaba. Este programa me ha enseñado a fabricarlos, y en la cultura de los cuchillos, es como ver algo nacer desde la idea hasta que se convierte en una realidad, viendo cómo uno puede imprimir su sangre, sudor y lágrimas en su trabajo.
El formato no es único, seguimos los patrones de otros programas como las competiciones culinarias del estilo de Chopped, solo que en nuestro caso tenemos chispas, fuego, armas testadas para comprobar su afilado, resistencia y los tests de muerte.
“Resulta atractiva la habilidad que entraña el trabajo manual”
Los cinco profesionales que acompañan a Wil Willis en Forjado a fuego (seis, si añadimos a Ben Abbott, quien tras ganar dos ediciones del programa acabó uniéndose a la rotación) gozan de buena reputación gracias a su actitud exigente pero desenfadada y al disfrute que, como para evidente, les genera la labor que desempeñan. No obstante, dos frases (en realidad, una es una variación de la otra) han acabado por hacer que Marcaida despunte. “Este cuchillo corta” y “Este cuchillo mata”.
Ahora bien, al respecto de esta última conviene apuntar el cambio sensible entre lo que escuchamos en el doblaje al castellano, donde a Marcaida le presta su voz Víctor Iturrioz (voz habitual de Paul Bettany) y lo que en realidad expresa en su idioma original: “en lugar de ”It will kill“, el juez certifica que ”it will keal“, siendo estas las siglas de ”Keep Everyone Alive“ (”Mantendrá a todos a salvo“). Una manera de eliminar el componente violento que puede sobreentenderse de un programa sobre armas blancas.
Al fin y al cabo, tal y como reitera, este programa tiene más de divulgativo que otros formatos de telerrealidad centrados en actividades menos puntiagudas. Hay que tener en cuenta que de acuerdo a la legislación de Nueva York, donde se graba el show, la fabricación de armas dentro de un estudio solo se permite si son consideradas como atrezzo y se almacenan dentro de las instalaciones de producción (la creciente colección puede verse colgadas en las paredes del set tras Willis y el jurado); es decir, los participantes no pueden llevárselas ni sacarlas al exterior. Así, lo importante es el proceso antes que el fin. Enseñar las cualidades y secretos de un oficio en apariencia anacrónico.
¿Cómo encaras tu labor de juez? De los tres (cinco, si incluimos a Jason Knight y a Ben Abbott), podría considerarse que J. Neilson es el que hace las veces del jurado estricto o de “poli malo” dentro de la competición. ¿Hay algún tipo de indicación por parte de los productores del espacio?
En este programa no hay guion, somos nosotros mismos. Lo que ves son nuestras personalidades. No somos actores... Bueno, Dave Baker sí que es actor [nota del editor: además de haber trabajado como espadero en producciones como Beowulf y Dragonball Evolution, participó en filmes como St. Elmo, punto de encuentro], aunque es sobre todo conocido como especialista en recreaciones de armas históricas para Hollywood, pero el resto estamos aquí exclusivamente por nuestra experiencia en la matería: J. Neilson y Jason Knight son los únicos y auténticos “Maestros Herreros” del grupo; Dave reproduce armas históricas, Ben es uno de los más conocidos campeones que ha tenido el programa, además de todo un ingeniero; y yo soy el prototipo del usuario de las armas que ellos hacen.
“Esto corta”, “Esto mata” son las frases más populares del programa. ¿Cómo surgieron? ¿Fueron idea tuya o de alguien del programa?
Tenemos un test de afilado y otro test de muerte, así que si un cuchillo pasa la prueba me parece que sería la respuesta lógica. Lo que pasa es que como me suelo entusiasmar en exceso, me sale mi acento natural. Al final se ha convertido en algo por lo que la gente me conoce.
'Forjado a fuego' ha marcado tendencia en televisión. Sin ir más lejos, History Channel estrenó el pasado año el spin-off 'Cuchillo o muerte'; y Discovery Channel también tiene un programa similar, 'Masters of Arms'. Pero también ha generado un repunte del interés por la herrería, una profesión que se antojaba poco menos que arcaica en nuestros días. ¿Cuál crees que es el secreto para que un programa como este alcance este éxito?
Estamos unidos a nuestras culturas y nuestro pasado. Fabricamos y probamos armas basándonos en la Historia. Para muchos de nosotros, fabricar y usar armas nos conecta con nuestra cultura ancestral, tiene algo de idealista y de romántico. Por otro lado, creo que también resulta muy atractiva la habilidad que entraña el trabajo manual. En estos tiempos de videojuegos, de nuevas tecnologías y de medios digitales, un programa como este nos recuerda que hacer algo con nuestras propias manos genera una sensación muy especial de satisfacción. Es como alfabetizarnos con nuestras manos.
El prototipo de participante de 'Forjado a fuego' normalmente es un hombre blanco y corpulento, pero 'Forjado a fuego' ha ido dando espacio en su fragua a mujeres herreras. Ahí están Rachel Oliver, Kelly Porter o Kelly Vermeer-Vella, que fue la primera mujer en ganar la competición. ¿Cómo de importante es cambiar la percepción de la herrería como un oficio dominado por hombres?
Desde luego es muy importante. Al final, la percepción es la realidad, pero una vez te acostumbras a ver a gente de cualquier edad y sexo competir eres consciente de que hay formas diferentes de sobreponerte a cualquier desafío. Por ejemplo, puedes utilizar presas hidráulicas en lugar de valerte de la pura fuerza y fortaleza. Una vez comprendes que el metal es como la arcilla cuando lo calientas, puede ser muy fácil manipularlo mediante el calor para luego moldearlo tanto con una máquina como con un martillo. Y al final, les das forma usando la amoladora. Cualquier persona puede hacerlo si tiene la educación y preparación adecuada.
“Los jóvenes ahora quieren formar parte este gremio”
El pasado 27 de febrero, Forjado a fuego alcanzó las cien emisiones en Estados Unidos. Para entonces, las grabaciones habían concluido las grabaciones de la sexta temporada, que ya se puede ver en Canal Historia en España, y que se estrenarán próximamente en abierto a través de MEGA. Para entonces, también, History Channel ha encargado una séptima tanda del concurso. “Decidme, ¿qué armas os gustaría ver en la serie? Siempre buscando aventuras mejores y más grandes”, preguntaba a sus seguidores Marcaida a través de Instagram, en una publicación que acumula ya medio millar de comentarios.
Entre esas aventuras, esta emprender una nueva edición internacional (el primero se hizo en la cuarta temporada, con participantes de Polonia, Argentina, Francia y Estados Unidos, con victoria de este último): “Hemos considerado algunos países y España está en mi lista de deseos”, nos chiva. Lo importante es que la afición por la sacra herrería está candente, y mientras ese calor se mantenga estable, allí estará el kuya Doug instruyendo y compartiendo su sabiduría y buen juicio a través de la pantalla.
Desde que se estrenó el programa en 2015, has ganado mucha popularidad. ¿Cómo ha afectado eso a tu trabajo como especialista de armas y diseñador? ¿Has tenido ofertas para participar en otros programas de televisión o en ficción?
Ha afectado a mi tiempo. El programa ha absorbido mi vida como un trabajo a tiempo completo. No me queda mucho tiempo para seguir con mis otros proyectos, pero es algo que espero que cambie. Me encanta el programa, pero necesito crecer como artista. Sí que he recibido ofertas. Una de ellas ha sido diseñar una línea de cuchillos y ejercer como embajador para la marca 5.11 Tactical.
De todas las armas que has tenido la oportunidad de empuñar en el programa, ¿serías capaz de señalar una como tu favorita?
A estas alturas de la sexta temporada te aseguro que ha habido muchas. Pero recientemente he podido blandir dos espadas bárbaras que presentaban un balance perfecto y un filo que me dejó impresionado. Al final, estaban muy igualadas, porque ambas habían sido muy bien construidas y su desempeño fue a la par, así que al final fue cuestión de pequeños detalles para decidir la ganadora.
Con la sexta temporada en emisión en Estados Unidos y la producción de la séptima confirmada, ¿cuánto crees que puede mantenerse en antena este show?
Mientras a la gente le siga interesando ver cómo las ideas de la gente se convierten en realidades tangibles; mientras a la gente le siga gustando esto de ver hasta qué punto llega la pasión de alguien al enfrentarse a pruebas tan competitivas; mientras siga inspirando a aprender el oficio de fabricar cuchillos, creo que puede durar tanto como quiera. Estamos llegando a los más jóvenes, y esos son los que ahora quieren tratar de formar parte de este gremio a través de Forjado a fuego.