Reinventarse es una de las palabras estrella en tiempos de crisis, ya sea económica como la que azotó España en 2007, o sanitaria como la que está protagonizando este 2020; o la mezcla de todas. Un concepto que puede aplicarse a uno mismo, pero también a las obras. Esto fue precisamente lo que decidieron hacer Irene Escolar y Bárbara Lennie con Hermanas, texto que ellas mismas habían interpretado en el Teatro Pavón Kamikaze de Madrid. Una vez tuvieron la idea, decidieron apostar por extender a otros títulos que han acabado conformando la serie Escenario 0, disponible desde este domingo en HBO.
El resultado tiene forma de antología e incluye la adaptación de Los Mariachis, Mammon, Todo el tiempo del mundo, Vania y Juicio a una zorra. En su traslación a la pequeña pantalla, consideran que se ha transformado en un proyecto “difícil de clasificar”, y con el que han intentado hacer “un paisaje amplio y heterogéneo de lo que viene pasando en la escena española”. Contando con equipos creativos diferentes para cada uno de los seis episodios, comentan que los textos “se han reescrito para un público que no va a estar en una sala con 400 personas, sino en su casa”.
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¿Cómo surgió esta traslación del teatro a la televisión?
Irene Escolar: Surgió durante el confinamiento ante la incertidumbre y la situación en la que estábamos. Íbamos a hacer una función en el Teatro Kamikaze, Las ficciones, de Pablo Remón; pero se cayó, era imposible ni si quiera empezar a ensayar. Seguíamos inquietas, con ganas de que no se parara toda nuestra vida y empezamos a idear qué podía ocurrir. Le dimos vueltas a la posibilidad de rodar Hermanas, que era una cosa que hacía mucho tiempo que queríamos hacer y nunca habíamos encontrado el momento. Del imaginarlo y ponerlo sobre la mesa, nos preguntamos por qué no hacer más. Y que sean textos contemporáneos para apoyar la dramaturgia contemporánea. Una cosa llevó a la otra, hicimos un dossier y aquí estamos. En tiempo récord.
'Escenario 0' es una serie, pero en la promoción se ha hablado más de cine, ¿por qué?
IE: Es difícil de clasificar. Al intentar ponerle una etiqueta a este proyecto, ha habido cierta confusión. La gente decía, ¿si es una serie de televisión y se estrena en una plataforma, por qué lo llamáis películas? Como es tan novedoso, no sabemos qué llamarlo. ¿Es una serie de televisión? No porque los capítulos no tienen un nexo de unión y son autoconclusivos. ¿Forman parte de un todo que es Escenario 0? Sí. Por lo tanto, tienen algo de serie, pero también son como peliculitas individuales. No llegan a ser películas porque tampoco se han rodado como tal, con el tiempo con el que se ruedan las películas. Es difícil encontrar la terminología adecuada.
¿Qué aporta a las obras haberlas trasladado a la pequeña pantalla?
Bárbara Lennie: Para ellos ha sido muy estimulante poder pensar ¿qué pasaría si esta obra de teatro que has hecho, con la que has ido de gira por España, de pronto la sacas de su lugar habitual, el teatro, y tienes la libertad para eso mismo contarlo de otra manera? Lo que han aparecido han sido un montón de ideas para reforzar lo que se estaba contando. Sobre todo a nivel paisajístico, de localizaciones. Se han reescrito mucho de los textos, se han adaptado a duraciones más cortas. La palabra, que es muy importante en este tipo de teatro, se ha reescrito para un público que no va a estar en una sala con 400 personas, sino en su casa. Ese híbrido extraño es el que propone esta serie.
Más allá de 'Hermanas', ¿cómo habéis seleccionado el resto de obras?
BL: En base a un bombardeo de ideas entre las dos. Son funciones que nos habían gustado en los últimos años, que habían tenido un recorrido, respaldo del público, diferentes propuestas y lenguajes. Hicimos una selección un poco más amplia que la que ha quedado finalmente, HBO decidió sacar algunas y meter otras, hubo una negociación. Nos guiamos por lo que nos interesaba y hacer una propuesta que fuera interesante para la plataforma, para un público que no tenía por qué ser especialista en teatro. Poder hacer un paisaje amplio y heterogéneo de lo que viene pasando en la escena española.
Si se os han quedado obras en el tintero, ¿significa que por vuestra parte continuaríais con más temporadas?
IE: Sí, se quedaron funciones que ojalá puedan tener una segunda vida.
Ambas protagonizáis una de las obras, 'Hermanas', ¿cómo ha cambiado la experiencia de interpretarla el haber cambiado el escenario por las cámaras?
IE: El cambio ha sido muy placentero porque hemos podido hacer cosas que en el teatro no podíamos hacer a nivel de intimidad y de energía, que ha sido especial poder transitar. Ha sido muy revelador poder hacerlo. Me ha gustado mucho dar este otro vuelo y perspectiva al trabajo.
BB: Total. Imagínate pasar de teatros bastante grandes y el nivel de energía que te demanda eso es altísimo. Y además captar la atención de esa gente con un texto como el de Hermanas que no es especialmente fácil ni súper accesible. De pronto te planteas ¿cómo hacemos para mantener todo esto para seguir defendiendo la esencia de este texto, estas palabras, este discurso, pero delante de un objetivo que nos va a intuir hasta lo que no queremos que nos intuya? Eso es muy interesante poder hacerlo y me encantaría hacerlo más. Que fuera una práctica habitual hacer una función mucho tiempo y luego ver cómo sería con un ojo que está muy cerca de ti y te oye respirar.
La entrada en una plataforma como HBO es una manera de ampliar el público de la obra, ¿puede darle una segunda vida a las obras, en general? Ampliar que más gente pueda acercarse a cada texto e historia.
IE: Sí. Para gente que no tiene acceso o que no tiene la posibilidad para ver estas piezas, bien porque se quedó sin entradas, vive fuera o porque no se lo puede permitir, van a poder tener un acceso más fácil a ello. Eso es muy bueno, que gente que quizás asocia el teatro a algo más antiguo o más de gente con trajes largos que pone voces; de pronto ver esto y darte cuenta de que el teatro ha evolucionado, que las artes escénicas tienen que ver con temas contemporáneos en su lenguaje, que se acerca a otros referentes que tenemos. Sobre todo la gente joven, que es la que parece que cuesta más que vaya a una sala de teatro. A lo mejor gracias a esto tienen otro tipo de acercamiento.
Ahora que la cultura y el teatro están como están por la crisis sanitaria, ¿puede incluso ser una alternativa a que se siga haciendo teatro?
BB: Confío en que eso no tenga que ocurrir, porque el teatro es una experiencia presencial y no es sustituible en ese sentido. Todas las propuestas que sumen y hagan que la maquinaria siga funcionando, que la gente pueda seguir expresándose, que te puedan seguir mandando textos, me parece genial pero en ningún momento como sustitución. El teatro solo es teatro cuando hay este diálogo entre el que está en un escenario y el que observa y mira, siente, escucha. Pero es verdad que nosotros somos ya expertos en intentar cosas. En este país, la crisis anterior nos dio un mazazo tremendo. Y a partir de ahí, hubo un movimiento interesante que tenía que ver con abrir un montón de lugares nuevos. Estaba justo creciendo con La función por hacer en el Kamikaze, hubo un montón de espacios, de dramaturgias, de maneras de todo. Eso es genial y seguramente pase también ahora.
Antes había más tradición de que en la televisión, en la pública, se pudiera acceder al teatro viendo obras en programas que se hacían, ¿pensáis que podría volver a ocurrir, que ya no solo en plataformas sino que la televisión en abierto diera este espacio al teatro?
BB: Sería genial.
IE: Que tenga cabida todo lo que lleve a que resuene más el teatro en la la vida en general, para ir generando esta necesidad de ir al teatro, de estar ahí, de compartir. A ver que ocurre este otoño. Pensaba en las posibilidades de ya sea de ocio o reunión con gente van a ser muy limitadas, entonces quizás ahora el teatro y el cine, que están demostrando que son lugares seguros a los que poder ir, son los espacios en los que la gente se empieza a unir para reflexionar, compartir un momento, para estar.
BB: Es verdad lo que dice de la televisión pública, sería genial. El otro día veía uno de estos programas que recuerdan lo que se emitió en los 80 y es que estamos tan lejos de que un programa como el de Alaska pudiera existir ahora mismo, es que es imposible. Ojalá pudiera ser así. Pienso en que si me pones un buen programa de música como el que tenía Maika en La 2, me encanta descubrir grupos, aunque después eso no sustituya que me guste ir a un concierto o un festival. Pero eso, como un lugar que tenga que ver con la divulgación. Mostrar a la gente que está haciendo cosas en este país a nviel cultural. Vamos a ponerla en un lugar como este, vamos a darles un espacio, vamos a pagarles un dinero. Tiene que ver con un concepto de identidad de país.
IE: De identidad y de apoyar.
¿Con 'Escenario 0' os planteasteis proponérselo a TVE?
IE: Sí. Había sobre la mesa muchas opciones.
Dentro del espectador que vaya sentarse a ver 'Escenario 0', habrá gente que haya visto las obras y otra que no. ¿En qué se va a diferenciar la experiencia de conocer los textos por primera vez a través de la serie o en el teatro?
IE: Es una reimaginación de lo que vieron en el teatro. A mí me parecería interesante ver a dónde les ha llevado la imaginación a cada uno de estos grupos de creadores. Ver donde lo han rodado, compararlo con cómo te lo imaginabas. Para los que no lo hayan visto, e incluso para los que lo vieron porque hay veces que te quedas con ganas de repetir. Un texto como Hermanas, por ejemplo, en un primer visionado es imposible que te resuene, que te puedas quedar con todo. Ahora tener la posibilidad de volver a verlo es estupendo.
BB: Me llama la atención, porque hablándolo con amigos, les da mucha curiosidad obras que han visto ver cómo las han pensado para esto; y después esta otra cosa de quien se lo perdió y va a poder ver esa obra original que se van a encontrar con que ha cambiado. Los dos acercamientos son geniales. Hay otra parte de un público que ni ha visto las obras, ni conocen mucho a los directores, pero también hay un factor diferencial en esto que estamos haciendo. Estamos tan abarrotados de series, rodeados de nuevas series, lo que está de moda, lo que está petando en no sé donde, que de repente esta serie que es una cosa, pero no es eso, no es la otra. Esta no clasificación también puede llamar la atención. Es un elemento que diferencia y eso tal vez ayude.