Entrevista
Mamen Asencio debuta en 'La mañana' de La 1: “Nos da pena y rabia que hablen de TVE sin conocernos”

Mamen Asencio, en el plató de 'La Mañana'

Gabriel Arias Romero

Como un “terremoto”; un “todoterreno” que ha viajado por todas partes luciendo el micrófono de Radio Nacional de España. Así se define Mamen Asencio, voz conocida para los oyentes de la emisora pública, donde cada tarde conduce con desparpajo el programa Por tres razones, y nueva presentadora de La Mañana de La 1 en sustitución de Diego Losada. Será poco el tiempo que pase frente a las cámaras, apenas un mes, pero lo recibirá como un chute de energía, como un reto que le obligará a darlo todo y que le permitirá disfrutar (léase esto entre comillas) de un verano muy agitado desde el punto de vista informativo.

“Ahora llega agosto y tienes que estar a mil para hacer un programa de tres horas diarias en tele, y no en una tele cualquiera, en Televisión Española cuya exigencia de servicio público está en primer plano”, comenta Asencio en una entrevista con Vertele a pocas horas de que comience a pilotar la franja matinal de La 1, en la que estará acompañada por Cristina Fernández al frente de la crónica social. No será la primera vez que se ponga ante las cámaras; ya lo hizo años atrás para retransmitir la cabalgata del Día de Reyes; en los sorteos de la Lotería de Navidad; e incluso en Saber Vivir, aunque reconoce que La Mañana será su trabajo más destacado para la pequeña pantalla.

Y quizá no sea el último. Asencio, que dice haberlo dejado “todo” por su trabajo, no descarta pasar más tiempo en la televisión pública. Recientemente se informó de que era la principal candidata a presentar el nuevo programa de debate en el que se abordarán los temas sociales que se traten en la serie HIT, cuyo estreno se ha previsto para la próxima temporada televisiva. En declaraciones a Vertele, la periodista de RNE asegura que nada está confirmado en este sentido, aunque reconoce que estaría dispuesta a embarcarse en más proyectos televisivos si se lo propusieran. De momento, y al menos durante agosto, las mañanas ya las tiene ocupadas.

Regresa a televisión con el que posiblemente vaya a ser su papel de mayor entidad frente a las cámaras.

Sin ninguna duda. Cuatro horas en tele y en directo.

¿Cómo afronta este regreso?

Con muchísima energía. La gente que me conoce sabe que soy un todoterreno y un terremoto al mismo tiempo. Con mucha energía, con mucha implicación, con mucha responsabilidad, con una gran coordinación porque ese equipo es grandísimo y va muy rodado. Es un formato de información y entretenimiento que he hecho durante muchos años, sobre todo en radio, con mucho directo, con conexiones. Además, ahora tenemos la agenda a tope con el asunto covid y estamos viendo que este verano no es como otros veranos. Agosto viene con agenda. Y eso te motiva más. Hay qué contar y hay cómo contarlo.

Los medios hemos puesto el acento en que alguien de la radio se hará cargo de un programa de televisión, como si se tratara de un reto tanto para usted como para la cadena. No sé si usted también lo percibe así, como un reto.

Es que sin el reto, esto no tiene gracia. Yo soy así. Claro que lo es, en todos los sentidos. Venimos de un año en el que, informativamente, en mi programa de RNE hemos estado todas las tardes a tope. Nosotros hemos teletrabajado, hemos currado desde Prado [del Rey] y hemos hecho calle. He tenido en mi equipo a cinco personas afectadas de covid. Y ahora llega agosto y tienes que estar a mil para hacer un programa de tres horas diarias en tele, y no en una tele cualquiera sino en Televisión Española, cuya exigencia de servicio público está en primer plano. ¡Y tanto que es un reto!, pero es el momento para hacerlo. Si te llama Rosa María Mateo, que apuesta por ti, tienes que hacerlo, sin ninguna duda. Yo no puedo negarme; es más, me apetece hacerlo. He estado en tantos lugares y he hecho tantas cosas que este es uno más, para rizar el rizo.

¿Verán los espectadores algún cambio más durante las próximas semanas en los contenidos de 'La Mañana', o se mantendrá el esquema del programa?

Lo más evidente va a ser la presentación. Pero vamos, súper evidente; como que de repente desaparece Diego, que es un súper profesional, y llego yo.

La franja matinal es muy competitiva y está prácticamente copada por tres programas que no se emiten precisamente en TVE. ¿Qué puede ofrecer Mamen Asencio para que 'La Mañana' resulte suficientemente atractiva frente a formatos tan consolidados?

Radio Televisión Española tiene que ser diferente. Los que curramos porque somos de la plantilla y llevamos aquí muchos años, esté quien esté dirigiendo, eso lo tenemos interiorizado. Siempre tenemos una exigencia a tope, da igual que sean cinco minutos en radio que tres horas de televisión: hay que trabajar a tope, desde el punto de vista del servicio público, y si lo contamos nosotros es porque es fidedigno. Por lo tanto, si quieres informarte y estar al tanto, Televisión España, no hay ninguna duda. Esa es la premisa. Que las cosas se cuenten desde todos los puntos de vista para que la gente las entienda. Ni más ni menos. Yo soy muy pasional, tengo un nivel de empatía a veces excesivo, y el factor humano es lo que siempre ha imperado en lo que yo he hecho. Todo eso es lo que puedo aportar. Me va mucho la espontaneidad y enterarme de todo, y por eso lo pregunto todo, para bien y para mal. Y al final así se va creando una familia: aquí no pasa nada, nos lo vamos a contar todo.

Seguramente tiene por delante semanas en las que toda la atención estará centrada en el coronavirus. En un primer momento se criticó a los medios de comunicación por ser alarmistas al informar de la pandemia; luego se les acusó de haber minimizado su gravedad; y a otros se les ha reprochado un exceso de sensacionalismo. ¿Cómo le gustaría abordar esta cuestión desde la televisión pública?

El punto de vista que nosotros vamos a tomar, y que se está tomando ya, es el del ser humano. ¿Qué es lo que quiere el ciudadano ahora? ¿Qué es lo que está haciendo? ¿Qué preguntas se hace? Tú estás en casa teletrabajando, hay gente que todavía está en casa porque tiene miedo a salir a la calle, hay zonas de España en las que la gente va sin mascarilla por la calle como si no hubiera pasado nada... Ya hemos pasado ese momento en el que dijimos: '¿seguimos hablando del covid, o nos empezamos a relajar?'. Y lo que ha pasado después es que el covid nos ha dado otra bofetada y nos ha dicho: 'cuidado, que sigo aquí'.

Yo creo que estamos dando la información como toca, con lo que el ciudadano necesita, y en España tenemos ahora mismo muchísimo nivel informativo en ese sentido, lo impregna todo. Todo se ve modificado, o tocado de alguna manera, por el tema covid, y hay que seguir contándolo desde todos los puntos de vista. Hubo un momento en que empezamos a salir a la calle, y después nos hemos dado cuenta de que tenemos otras preocupaciones precisamente porque hemos empezado a salir a la calle.

Se ha publicado en los últimos días que en la temporada televisiva que comenzará después del verano presentará en La 1 un programa de debate en el que se abordarán las temáticas sobre las que gira la serie 'HIT'. ¿Qué nos puede contar al respecto?

Todo esto me ha sorprendido a mí la primera porque no hay nada confirmado todavía. Bastante tengo con La Mañana como para estar ahora con otra historia. De momento no tengo nada confirmado.

¿Le han tanteado al menos para este programa?

¿Pero sabes qué follón tenemos con La Mañana? Piensa que tenemos tres formatos de La Mañana a la vez: el que acaba, el que llevo yo, y el que arranca en septiembre. Esto es la revolución. Es mucho lo que tenemos por delante... Yo ahora no tengo nada confirmado.

Quizá 'La Mañana' despierte en usted el gusanillo de la televisión... ¿se plantearía continuar frente a las cámaras si le ofrecieran más programas?

Sí, claro que me lo plantearía. Todo. Igual que continuar en la radio, por supuesto. Es mi vida. Yo he dejado todo atrás por mi trabajo; cómo no lo voy a hacer. De momento merece la pena. El día que deje de seducirme y apasionarme... borrón y cuenta.

TVE está configurando ya la nueva programación matinal que estrenará en septiembre. Usted fue subdirectora de 'Las mañanas de RNE', ¿qué cree que no debería faltarle a las nuevas mañanas de La 1 ?

Ritmo. Tiene que tener de todo. Ser incisivo cuando toque. Estar socialmente muy presente en todos los temas que al ciudadano le interesan. Terreno, de pisar, de suelo. Tiene que tener lo que tú necesitas y contar con todas las voces. Hay un equipo muy potente de reporteros, de redactores, de dirección, de guionistas, tiene que verse todo eso, porque eso es La Mañana de TVE. Si lo quieres ver en alguna parte, tienes que verlo ahí. Y hay que hacerlo con el tono con el que hablas, como tú eres, nada de impostar. Aquí te contamos cómo somos desde como somos.

¿Tendría que tener también unos 'Desayunos', un espacio informativo?

Yo nunca he diferenciado entre programas e informativos, creo que es una guerra perdida. Todo lo que hacemos es información, y si hay que hablar con un alcalde o presidente de la comunidad, hay que hacerlo. Un político es una fuente de información más; claro que tiene que estar.

En los últimos años se está viviendo una situación complicada para TVE y RNE. ¿Cómo lo estáis viviendo los trabajadores de la corporación?

A veces nos da pena y rabia que la gente hable de nosotros sin conocernos. Lo que se conoce es una imagen o un titular, pero no es la realidad o no la única realidad. Ahí detrás hay un equipo de gente que curra esté quien esté dirigiendo. Esa es la gente de plantilla, que lo hace todo con el mismo empeño de toda la vida. Quien no ha trabajado en RTVE, cuando viene alucina para bien porque ve un equipo de gente muy profesional. A veces duele cuando se simplifica todo con un titular. Nosotros somos gente currante e independiente.

Si usted quiere creerse lo que le dicen sólo desde ese punto de vista, eso es cosa suya, pero no opinen ni hablen de nosotros sin conocernos, porque hay muchísima gente ahí detrás, compañeros muy valiosos que no se merecen esas polémicas. Parece que si no hay polémica no vendes, no hay nada que ofrecer. Aquí no se habla de una bandera; se habla siempre con la mayor objetividad posible. Aquí hay un equipo muy potente de gente que curra muy bien y a la que le da igual quién esté en un despacho.

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