Este viernes 13 de noviembre La Voz celebra la 'batalla final' que hará posible que uno de los artistas eliminados vuelva al concurso. En esta competición adquiere un papel decisivo la quinta coach del talent show de Antena 3, Miriam Rodríguez, que en las últimas semanas, en El Regreso, ha tenido la difícil tarea de seleccionar a uno de los cantantes eliminados para así darle una segunda oportunidad. El agraciado ha sido Kelly, que se enfrentará en la 'batalla final' a otro concursante que también será seleccionado por ella.
“Cuando tienes ese poder de decidir te sientes responsable, y eso te hace empatizar con ellos porque me he visto en una situación similar”, reflexiona la quinta coach de La Voz, programa al que llegó en 2019 como asesora de Pablo López tras darse a conocer en el mundo de la música al participar en Operación Triunfo 2017. Miriam empatiza con los aspirantes de La Voz y sufre con ellos, pero procura tener siempre presente que esto es un concurso: “No hay que sacarlo de contexto porque si no incluso te llevas la angustia a casa”.
“Ahora cambia completamente el rumbo del programa”, anuncia la cantante, autora ya de dos álbumes. Consciente de que los talentos que pasan por el concurso de Antena 3 necesitan más que una buena voz, Miriam insiste en la importancia de transmitir emociones: “Voces buenas había muchísimas, cualquiera podría haber sido ganador, pero al final te quedas con lo que te llega y te hace sentir algo diferente”.
El componente reality también ayuda a crear una buena base de seguidores, considera la quinta coach. No en el caso de La Voz, pero sí en el de Operación Triunfo, que “permite a la gente estar pendiente de cómo va evolucionando cada persona e irremediablemente te acabas enamorando de algunas de esas 16 personas”. “Te identificas con ellas y te da tiempo de sobra a conocer qué hay detrás de esa voz que se sube al escenario a cantar”.
Miriam Rodríguez se considera una gran fan de OT. Ha seguido la evolución del concurso tras quedar tercera finalista en la edición de 2017, aquella que se convirtió en un auténtico fenómeno de masas hasta ahora irrepetible. Como espectadora, tiene claro que el talent show de TVE necesita un respiro: “Quizá ahora sí sería bueno dejar descansar el formato para generar esas ganas. Pero no porque haya exceso de artistas en el mercado, porque hay espacio para todo el mundo”, afirma la cantante en una entrevista con Vertele en la que reflexiona sobre el pasado y el futuro de la Academia, y sobre sus éxitos posteriores en La Voz.
Durante el programa has permanecido en un segundo plano, pero como quinta coach tienes un poder determinante para algunos concursantes...
Es cierto que este formato de El Regreso como tal es como una repesca, una forma de disfrutar de una segunda oportunidad vuelvan o no al concurso. Y al final lo determinante ahora está en que después de todo este proceso que ellos han vivido, cambia completamente el rumbo del programa, no sólo porque este año los coaches no necesariamente tienen que llegar a la final con un talent, que eso es algo muy novedoso y que hará que cambien muchas cosas, sino porque El Regreso a partir de este momento toma parte del programa en sí con la batalla final de este viernes, con la que todo va a darse la vuelta.
Imagino que no sólo se necesita cantar bien... ¿Qué cualidades son determinante para ti a la hora de rescatar a estos artistas?
Efectivamente yo creo que no sólo es el hecho de cantar bien, porque diría que absolutamente todas las personas con las que trabajé en este tiempo tenían voces brutales, sino la esencia y la historia que trae cada uno. A mí me gusta conocer a la persona con la que estoy trabajando, saber más de ellos. Algunos me doblan la edad y tiene detrás una historia muy potente. Su origen, su esencia, el estilo que llevan por bandera... todo es una cuestión de piel. La música es una cuestión de piel, y cuando hay algo que te pone los pelos de punta te emociona y te llega mucho más allá. Voces buenas había muchísimas, cualquiera podría haber sido ganador, pero al final te quedas con lo que te llega y te hace sentir algo diferente.
Con tu experiencia tanto en OT como en La Voz, por qué crees que hay pocos concursantes de La Voz que logran poder arrancar una carrera una vez salen del programa, a diferencia de OT. ¿Les falta personalidad? ¿Es indispensable el componente reality para asentar una base de fans?
No creo que les falte personalidad, en absoluto. Cada persona que pisa ese escenario tiene personalidad y valentía suficientes para salir de su casa, subirse a un escenario y ponerse delante de cuatro sillas que están giradas. Para eso hay que tener muchísimo valor, quizá más que para meterse a vivir a un reality. Es diferente. La principal diferencia aquí es el formato del programa. Operación Triunfo es un formato que está 24/7 centrado en qué hacen los talents y cómo se desarrollan. Permite a la gente estar pendiente de cómo va evolucionando cada persona e irremediablemente te acabas enamorando de algunas de esas 16 personas. Te identificas con ellas y te da tiempo de sobra a conocer qué hay detrás de esa voz que se sube al escenario a cantar. La Voz es un formato que aporta cosas diferentes y que tiene un desarrollo diferente. Lo que ocurre al salir de un programa de televisión depende de muchos factores que dependen o no de ti.
Decías hace unos días, de broma, que se te complicaba el trabajo y preferías dimitir. ¿Qué es lo más complicado de ser quinta coach?
Esos momentos en los que tienes la responsabilidad de decidir por qué uno sí y el otro no. Para mí todos son válidos porque cada uno tiene un carisma especial, una personalidad diferente, y vozarrones para ganar El Regreso. Cuando tienes ese poder de decidir te sientes responsable, y eso te hace empatizar con ellos porque me he visto en una situación similar. Yo le veo el punto positivo a todo pero hay que tomar una decisión y me veo entre la espada y la pared. No hay que sacarlo de contexto porque si no incluso te llevas la angustia a casa.
Han pasado dos años desde que saliste de 'OT', tienes dos discos, participaste como asesora en 'La Voz', y esta edición como coach. ¿Pensabas que tendrías este pedazo de camino recorrido a estas alturas de la vida?
No, te mentiría si te dijera lo contrario. Uno tiene aspiraciones y objetivos en la vida, pero nunca te imaginas lo que se viene. Estos años me están sirviendo para aprender, evolucionar y ser un poquito mejor cada día. No me imaginaba llegar al punto en el que estoy. Me siento muy afortunada porque lo que estoy viviendo es único. Hay que trabajar mucho pero también hay que aprovechar y disfrutar las oportunidades que te regala la vida. Para mí acaba siendo un regalazo poder estar en El Regreso.
Sigues ligada a los talent musicales, ahora desde el otro lado, ¿te ha llevado a reflexionar sobre tu propia experiencia en la Academia de 'OT'? ¿Habrías cambiado algo?
Sí, por supuesto. Pero las cosas se dan como se dan por algo. No hay que mirar atrás. Cada vez que hacemos algo y mirando atrás con perspectiva cambiaríamos algo para mejorar, y eso es bueno porque quiere decir que estamos aprendiendo.
¿Has seguido las siguientes ediciones de 'OT'?
Sí, un poquito.
¿Crees que le vendría bien un descanso al formato? ¿Hay quizá un exceso de triunfitos en el mercado?
No creo que haya un exceso de triunfitos. Además, eso no es malo. OT es una ventana que se abre y es bueno que exista, pero como formato, visto desde fuera y como público que fui de toda la vida y que sigo siendo, diría que cada edición se merece su tiempo de reflexión. Quizá se tiene todavía muy presente el 'boom' que hubo en la vuelta de 2017, porque quizá no se esperaba que sucediese así, ni nosotros ni nadie. Quizá ahora sí sería bueno dejar descansar el formato para generar esas ganas. Pero como formato de televisión, no porque haya exceso de artistas en el mercado porque hay espacio para todo el mundo. Los formatos televisivos funcionan y quizás necesitan un tiempo para asentar lo que acaba de pasar para tener las ganas de que haya otra edición pronto.
Está confirmada una nueva edición de OT
Honestamente, la veré porque es un programa que me gustó toda la vida y me sigue gustando, y me alegra muchísimo que lo sigan haciendo. Ellos son los expertos y obviamente saben cómo funciona todo esto y si lo hacen es porque saben que es el momento de hacerlo. Y obviamente nunca rechazaría estar presente de alguna manera siempre que sea para poder sumar y aportar. Aquí estaré dispuesta siempre porque me alegro muchísimo de haber vivo esa oportunidad, que es única en la vida. No volvería a entrar, pero si echo la vista atrás entraría siempre porque es un regalo de la vida, como bien decíamos en la canción que hicimos.