Tras la criba definitiva de la gala 0, Operación Triunfo arranca este domingo la competición con importantes novedades en lo que respecta al jurado. Novedades que atañen no solo a su composición sino a sus capacidades. Javier Portugués, Nina, Natalia Jiménez y Javier Llano conforman esta nueva mesa de expertos que se encargarán de valorar a los triunfitos cada noche, con más poder que nunca: ya no hay límite de nominados por noche, lo que plantea un interesante escenario para ambas partes.
“Somos nuevos en enterarnos en este cambio en el sistema de votaciones. No hay nada premeditado, ningún plan”, comenta Portugués a Vertele. “La academia es un centro de alto rendimiento, no es una acampada de amigos donde pasamos una semana y cantamos una canción el domingo”, dice Llano, que ya cuenta con experiencia en estas lides (no en vano, ejerció de juez en 2005, 2006 y 2008, ediciones emitidas en Telecinco).
“La permanencia hay que ganársela en la gala. Meter esa presión añadida va a evitar la complacencia o el acomodamiento de los concursantes”, asegura el director de Cadena 100. “¡Nos tenemos que controlar!”, bromea Jiménez, en su vuelta a la televisión nacional como jurado de un talent show ocho años después de El Número Uno.
Natalia Jiménez será “criticona con los que lo hagan mal”
Portugués, abrumado por el hecho de participar en “un monstruo tan grande” como es el formato de Gestmusic, tiene claro que en cualquier caso, su función es la de ser honesto: “Espero que me hayan contratado para hacer de Portu, porque si no están fastidiados”, comenta con humor. Su compañero consolida esta premisa: “En televisión no se puede fingir lo que no es. Nos vamos a mostrar los cuatro como somos, para lo bueno y para lo malo”, dice, y recalca que “lo importante son los chicos, no nosotros”. En cuanto a las actitudes, la cantante de La Quinta Estación señala a Llano como el juez más cañero de la edición, aunque a la vez no le duelen prendas reconocer que será “criticona con los que lo hagan mal” aunque “blanda” en las puntuaciones.
Aunque había dudas precisamente con su implicación, algo que motivó las primeras broncas de la edición, las dudas se han disipado en buena medida con el segundo pase de micros, donde se ha visto la implicación y nivel de los triunfitos con la complicada actuación grupal, un oportuno medley de Marisol (una semana antes de que recibe el Goya de Honor por su carrera).
This browser does not support the video element.
Los miembros del jurado coinciden en que el nivel de esta edición “es espectacular”, por la variedad de estilos y registros. A fin de mostrar ese talento que tanto se destaca desde la rueda de prensa inicial, donde se hablaba del mejor casting con el que había contado el programa, Tinet Rubira abrió la puerta a que los aspirantes al triunfo pudieran cantar canciones propias sobre el escenario de Barcelona. Una idea, esta, que seduce a Portu: “Una de las críticas que tradicionalmente ha recibido este formato ha sido la de la similitud con el karaoke, con lo que la posibilidad de que algunos artistas puedan interpretar sus propias canciones supone cerrar muchas bocas”, dice. “Hemos advertido inquietudes compositivas en ellos y estará bien ver qué nos ofrecen”. Siempre, claro, que “no sea un churro”, como dice a las claras Llano.
Ahora bien, el excomponente de Modestia Aparte también quiere poner en valor la figura del intérprete: “No hay que denostarlos, son necesarios”.
“Cuando eres artista tienes que tener la piel dura”
También imprescindibles ya para el buen rumbo del programa son las redes sociales, donde el público sigue con intensidad cada lance de las galas y cada situación vivida o sufrida por sus protagonistas. Con la lupa puesta en sus actitudes, los jueces intentan mantenerse al margen de ese universo y centrarse en ser justos y sinceros con los jóvenes que se enfrentan a ellos en cada gala: “Me gusta ver a alguien que se deja aconsejar. Está bien criticar de manera constructiva y que sepan que no es algo personal, sino una crítica para que crezcan. Cuando llegan a estos escenarios y ven que la gente les aplaude, se acaban creyendo algo que no son. Les recomiendo humildad con el jurado y con el público”, explica Jiménez.
La artista, que cuenta con una extensa experiencia en talent show en México, tiene un consejo claro para los aspirantes: “Cuando eres artista tienes que tener la piel dura, sino te acabarías tirando por un puente”. Del mismo modo, Portu y Llanos les recomiendan que hagan caso a sus maestros, “un claustro de profesores que ya quisieran muchas academias”. “Estamos convencidos de que van a sacar todo el potencial que tienen. Si ellos no pueden conseguirlo, nadie puede”.
This browser does not support the video element.
En lo que respecta a conseguir el éxito, la otra gran novedad de Operación Triunfo 2020 la trae consigo la ausencia de una multinacional discográfica dentro del concurso. Hasta ahora, una aseguraba un contrato a todos los participantes, lo cual no era sinónimo de una carrera posterior. Ahora, los jóvenes pueden trabajar desde el minuto uno por llamar la atención del sector, sin límites ni otras predisposiciones que los frenen.
El cazatalentos Portu tiene muy claro que esto es un elemento muy positivo. “He sido muy crítico con esa parte del programa. Estamos hablando de un formato que se emite la televisión pública, con dinero de todos, y es raro que haya un monopolio de una empresa que tiene la exclusividad de la explotación de todas estas carreras”, afirma contundente. “Es un paso adelanto y necesario de Gestmusic”, asegura. “Que se pongan sobre la mesa las carreras de los artistas para que otras compañías -Warner, Universal, Sony u otras independientes- puedan optar a desarrollar esas carreras me parece un paso adelante y lo aplaudo. Tendría que haber llegado antes”.