Llegó el momento. 735 largos días después de que Duncan Laurence levantase el micrófono de cristal sobre el escenario del Centro de Convenciones de Tel Aviv, y con una pandemia mundial de por medio, Eurovisión celebra al fin la gran final de 2021 desde Róterdam, Países Bajos. Una cita televisiva y musical muy esperada que volverá a representar la unión de todo el continente tras un año infinitamente complicado, y que escribirá la letra de un nuevo himno en la historia del festival. Te ofrecemos nuestra guía por si no te quieres perder nada antes y durante la final.
Son 26 los países que compartirán sus canciones en este evento de audiencias millonarias: veinte clasificados en las dos semifinales celebradas durante esta semana, el anfitrión y los componentes del Big Five, el grupo fundador de Eurovisión que forman España, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia.
Precisamente este quinteto privilegiado, al que muchos miran con recelo por pasar año tras año a la final sin jugarse el billete en la 'semi', podría llevarse una alegría once años después con la victoria de alguno de sus miembros. Y es que tras unas cuantas ediciones marcadas por la discreción, dos artistas de países fundadores parten como favoritos destacados esta noche.
El 'Big Five' sonríe con el favoritismo de Italia y Francia
Hablamos de los italianos Måneskin y la francesa Barbara Pravi, que con sus temas Zitti e buoni y Volià ocupan los puestos 1 y 2 de las principales casas de apuestas. Como ya analizamos en la edición de 2019, los pronósticos de los apostantes no siempre aciertan, pero sería toda una sorpresa que el Big Five no triunfara en el Ahoy de Róterdam.
El último país fundador en llevarse 'el gato al agua' fue Alemania en 2010 con Satellite, el hit de Lena que se impuso en Oslo. Desde entonces, Italia ha quedado segunda en dos ocasiones pese a su enfado con el festival, con el que podría reconciliarse definitivamente hoy si se cumple eso de que a la tercera va la vencida. Sería también su tercer triunfo en Eurovisión tras los logrados en 1964 y en 1990, año de su última victoria.
Para ver un top 5 de Francia en Eurovisión hay que remontarse a 2002, la edición de Rosa y su Europe’s Living a Celebration. Antes de este milenio consiguió hasta cinco victorias, todas entre la década de los 50 y la de los 70. Es uno de los países con más triunfos por detrás de los 7 de Irlanda y los 6 de Suecia, con quien podría empatar esta noche si Barbara Pravi conquista al público europeo en color.
Si Italia o Francia no se llevan el micrófono de cristal, todo apunta a que los llamados a pelearlo son Malta con la joven Destiny, que ya triunfó en Eurovisión Junior, o Suiza con Gjon’s Tears, un artista ya de sobra conocido por la audiencia española, especialmente por los que han seguido la docuserie de Telecinco Rocío, contar la verdad para seguir viva. Ellos ocupan los puestos 3 y 4 de las apuestas, mientras que Ucrania completa el top 5 de favoritos.
España, a la cola un año más con la esperanza de que los pronósticos no se cumplan
Quien no está entre los preferidos para ganar es el español Blas Cantó, cuya propuesta emotiva y personal no está siendo valorada en positivo por los apostantes. En las principales webs Voy a quedarme se sitúa a la cola de la lista para ganar Eurovisión, a pesar de que el tema es uno de los que más puede conmover a los espectadores europeos en un momento como el actual.
Como ya ha contado el murciano en más de una ocasión, su canción está dedicada e inspirada en su abuela, a la que ha perdido recientemente a causa del Covid-19. Una historia que no ha calado en Noruega, como se ha visto esta semana, pero que seguro que emocionará a gran parte de la audiencia que se asome a ver la gala... le voten o no.
La mejor clasificación de la década para España es el décimo puesto que firmaron Pastora Soler y Ruth Lorenzo en Bakú 2012 y Copenhague 2014, respectivamente. Salvo ellas, y el 15º de Daniel Diges en Oslo 2010, el resto de representantes patrios de los últimos años han quedado por debajo del puesto 20.
De hecho, según los datos de Eurovisionario, España es el único país que ha terminado por debajo del 20 en la clasificación durante cinco años consecutivos (21º Edurne, 22º Barei, 26º Manel Navarro, 23º Amaia y Alfred y 22º Miki), por lo que Blas tiene la difícil tarea de convencer a un público (y jurado) europeo muy propenso últimamente a infravalorar cualquier candidatura española, sea del estilo que sea.
Las artistas que han firmado un mejor papel de la mano de TVE han sido obviamente Massiel y Salomé, que ganaron las ediciones de 1968 y 1969. Karina (1971), Mocedades (1973), Betty Missiego (1979) y Anabel Conde (1995) quedaron segundas, mientras que Bravo obtuvo un tercer puesto en 1984.
La audiencia española, con el corazón partido
Más allá del puesto final que firme nuestro representante, la otra gran incógnita de la noche es saber qué propuesta se llevará los “12 points” de España en las votaciones justo en un año en el que las canciones del festival han tenido más presencia que nunca en la televisión española.
Como ya contamos, la docuserie de Rocío Carrasco en Telecinco ha sido en este 2021 la plataforma eurovisiva por excelencia en España. Y es que además de tener como BSO al suizo Gjon’s Tears, cuyo Tout l’univers se ha colado en los salones de millones de espectadores semana a semana, la cadena privada también ha sido altavoz de la francesa Barbara Pravi, de la búlgara Victoria y, por supuesto, de Blas Cantó.
Gracias a este apoyo -que el propio español agradeció en una reciente entrevista a verTele!-, gran parte de la audiencia española se enfrentará a la emisión del festival este sábado a las 21:00 horas conociendo a la perfección cuatro de las canciones finalistas, y muy probablemente teniendo predilección por alguna de ellas. Sabiendo que no es posible votar al representante del propio país, no sorprendería que el apoyo español de este año fuera para alguno de estos nuevos 'hermanos' europeos. La respuesta, esta noche en La 1.