La tercera gala de Supervivientes 2018, que Telecinco emitió la noche de este jueves 5 de abril, arrancó con la expulsión disciplinaria de Saray Montoya.
La dirección del programa tomó esa decisión tras una pelea de la diseñadora de los Gipsy Kings con su compañera Romina Malaspina, que aparentemente pasó a mayores.
Saray: “He sentido desprecio, racismo y humillaciones”
Jorge Javier Vázquez arrancaba el programa informando de la drástica decisión del programa motivada por una discusión que los espectadores aún no habían visto: “Tras una fuerte discusión con Romina Malaspina, Saray le tiró del pelo y le dio un pisotón. Algo que motivó que fuera apartada del grupo y la dirección ha decidido expulsar a Saray del concurso”.
Al conectar con la concursante apartada, el presentador le comentaba lo siguiente: “Fuiste objeto de provocaciones durante todo el día por parte de tus compañeros, especialmente de Romina. Pero en estos casos, como pasa en muchos deportes, la reacción se penaliza más que la provocación porque tu reacción ha sido desmedida. Lo sentimos muchísimo pero estás expulsada”.
Saray se lo esperaba y reaccionaba de forma serena: “Lo entiendo perfectamente”, decía. A la vez que añadía lo siguiente: “No se puede estar machacando a una persona. He sentido desprecio, racismo, humillaciones y le han hecho daño a Raquel Mosquera y delante mía no le hace daño a nadie. Eso no quiere decir que tenga excusa lo que hice. Pero a todos los nervios nos superan en algún momento”.
La versión de Romina Malaspina, la compañera que fue agredida por Saray Montoya, es que la de Los Gipsy Kings la agarró por el pelo, la arrastró por el suelo tres metros, y luego acabó dándole patadas en las costillas.
Telecinco aún no ha mostrado las imágenes
Por el momento, la cadena todavía no ha mostrado las imágenes del incidente. Puede que lleguen este domingo en “Conexión Honduras”, el debate que conduce Sandra Barneda, algo que desvelarán las promociones del programa que Telecinco haga estos días.
Esto ocurre días después de que Saray amenazara con abandonar el concurso antes de reaccionar mal a la convivencia que estaba teniendo. Algo que ha acabado ocurriendo.