Así fue el final definitivo de “La República” en TVE, con siete años de retraso
¡AVISO, SPOILERS!: La siguiente noticia incluye detalles reveladores de la serie, lea bajo su responsabilidad.
La República concluyó este sábado 27 de TVE. Tras siete años de espera para ver la segunda temporada, la ficción de Diagonal TV llegó a su fin en pleno alzamiento militar de 1936, dejando así las tramas cerradas y el destino de los personajes principales marcado. Con todo, terminó con una nota optimista para su pareja protagonista, la formada por Fernando (Félix Gómez) y Alejandra (Verónica Sánchez).
Tras el asesinato de Calvo Sotelo, la lucha armada se hacía inevitable, y ante ello, el señorito decide escribir un artículo para llamar a la concordia. Lejos de conseguirlo, su propuesta da lugar a las amenazas de ambos bandos. “Si piensan que me van a hacer callar, se equivocan. Justo en este momento es cuando había que escribirlo”, afirma ante su familia, que le recomienda marcharse a un lugar seguro.
Así las cosas, se ve obligado a buscar refugio en la finca de Osuna, donde se encontrará con Alejandra. Esta le cuenta la buena nueva dentro del clima de inminente caos: está embarazada. “No me me gusta el mundo al que viene”, decía ella. “Te prometo que nuestro hijo va a tener una vida estupenda. Y voy a hacer lo posible por dársela”.
Roberto apresa a Fernando, a punto de morir ejecutado
Sin embargo, antes tenían que salvar obstáculos importantes en el camino. Llegado el 18 de julio, con la sublevación contra el gobierno legítimo en marcha, Fernando decide actuar. “Igual se queda en nada, como con Sanjurjo”, comenta Jesús. “Lo de Sanjurjo es un ensayo comparado con esto. El gobierno lo tiene difícil. Si no para el golpe, habrá una dictadura militar”, vaticina el protagonista, que decide volver a Madrid para avisar a su familia.
No obstante, se enfrenta a la negativa de su familia a marchar a un lugar seguro: “Corremos más riesgo si te quedas con nosotros”, le dice su madre, aún afectada por el desenlace que ha tenido Hugo (Raúl Peña).
El coronel, eufórico por el alzamiento militar iniciado en Marruecos, decidió ofrecerse como moneda de cambio cuando los anarquistas acudieron a la casa de la familia De la Torre en busca de Fernando. “Si te queda algo de decencia, llévame a mí y déjalos en paz”, dice el militar, que acabará siendo ejecutado.
Frustrado, Fernando emprende el camino de vuelta a la finca, pero se encontrará con Roberto (Javier Pereira), que lo apresa. “Muy bonito todo eso de la paz y de la democracia. Os lo podríais aplicar tú y los tuyos, porque menuda habéis liado...”, ironiza el cenetista. “Condeno la sublevación tanto como tú”, asevera el apresado, antes de ser capturado. “Te escondes detrás de una idea para ajustar cuentas conmigo”, le afea, antes de ser preparado para su ejecución.
Alejandra y Fernando huyen, Jesús se queda
Cuando las escopetas se cargan, Alejandra aparece en escena para tratar de impedirlo o morir con su amado. No obstante, antes de que nada de eso ocurra, Jesús y el resto de jornaleros lo impiden. “Todos queremos ver la misma tierra, pero no la queremos ver manchada de sangre”, le avisa, pistola en ristre.
Tras salvar la vida, solo queda una salida: huir de España. Alejandra y Fernando se despiden de Jesús, que decide quedarse: “Este es mi sitio”, manifiesta. “Cuida de mi hermana y de mi sobrino”, le pide, antes de que tomen rumbos distintos. Eso sí, el guardés no se quedará solo, puesto que reaparece en su vida, Nieves (María Cotiello), con la intención de quedarse con él.
Así, mientras la guerra se desata, la pareja marcha en coche por una carretera solitaria, haciendo honor a una de las promesas que se hicieron tiempo atrás: “Solos contra el mundo, ¿estás dispuesta?”. “Contigo siempre”.