El autor de las novelas que inspiraron la serie Juego de Tronos, George R. R. Martin, ha desvelado que los productores ejecutivos pretendían que la saga terminara en las salas de cine en lugar de en HBO: “David Benioff y Dan Weiss querían terminar la saga con tres grandes películas después de la temporada 7. Se suponía que Juego de Tronos terminaría en el cine. Se discutió seriamente hace cuatro o cinco años”, ha asegurado el escritor en una entrevista con el periódico alemán Welt.
Sin embargo, la idea no terminó de cuajar. Según R. R. Martin, los derechos de la saga pertenecen a HBO, que no vio con buenos ojos la posibilidad de que se le escapara un desenlace tan esperado como este. “HBO no quería eso. Los ejecutivos dijeron: 'Producimos series de televisión, no estamos en el negocio del cine'. Y si HBO hace una película, como la película basada en Deadwood, solo la producen para ponerla en la televisión, no en la pantalla grande”, ha añadido el escritor, que consiodera que “todo está cambiando ahora” y que ya “no sabemos dónde está la línea entre el cine, los servicios de streaming y la televisión”.
El desenlace de Juego de Tronos se produjo en su octava temporada, compuesta únicamente por seis capítulos (hasta entonces, la mayoría de ellas tuvieron 10 episodios). Muchos seguidores de la serie criticaron que se dedicó poco tiempo al desenlace, que resultó precipitado y no consiguió resolver todas las historias que se venían arrastrando.
Con una audiencia que no dejó de crecer temporada a temporada, y que se acercó a los 12 millones de espectadores sólo en Estados Unidos, la serie terminó convertida en uno de los fenómenos más exitosos de la historia de la televisión y, por supuesto, de las plataformas de streaming. HBO ya trabaja en el spin-off de la serie, que se llemará House of the dragons y llegará “en algún momento de 2022”, según declaró recientemente el presidente de programación de la empresa.