Los vestigios de Sálvame continúan, siete meses después de su cancelación, en los tribunales. La Justicia a dado la razón a Telecinco en el enfrentamiento judicial que tenía contra Georgina Rodríguez, a cuenta de unas informaciones difundidas sobre la famosa en el extinto programa de las tardes, así como en Socialité.
El Juzgado de Primera Instancia Nº2 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha dictaminado que la vida de la empresaria y esposa de Cristiano Ronaldo es de interés público “indiscutible”, según recoge El Confidencial, y “en la ponderación entre la libertad de expresión y derecho al honor, ha resultado victorioso el primero”. Falla así en contra de la celebridad, que pedía 400.000 euros de compensación económica por haber investigado los años previos a su popularidad, y que tendrá que pagar las costas judiciales.
No desmintió los testimonios “por decisión propia”
El detonante de la demanda tiene lugar en septiembre de 2022, a raíz de la entrevista que se realizó a su abuela y tío maternos, a su hermanastra Patricia y a otras personas o conocidos que supuestamente habían convivido con ella durante su infancia y adolescencia. Además de la indemnización por daños y perjuicios, Georgina exigía que “cesaran” ese tipo de informaciones sobre ella y se eliminaran un total de 9 ediciones de Sálvame, emitidas entre agosto de 2017 y enero de 2022, y otra de febrero de Socialité de 2019.
La audiencia previa se celebró el pasado 14 de octubre. Georgina decidió no estuvo presente, pero sí lo estuvieron su hermana Ivana y su asesor personal, mientras que la directora de contenidos de La Fábrica de la Tele también se personó, si bien la acción también se dirigía contra Mediaset como persona jurídica. Esta defendió que ellos no buscaron los testimonios, sino que fueron los familiares de la it girl quienes contactaron con el espacio, y que ellos los entrevistaron para contratar la información.
El texto de la sentencia recalca lo legítimo de recoger las declaraciones de estos miembros de la familia. Además, insiste en que George no desmintió los testimonios “por decisión propia”. “El propósito de Georgina nunca fue pretender el anonimato de su vida privada”.