'GH VIP' desata la locura al descubrir a sus 6 finalistas, tras la expulsión de uno de los dos ex

Paula Hergar

8 de diciembre de 2023 01:12 h

La gala 13 de GH VIP arrancó como nunca lo había hecho antes: con la presentadora tocando la sintonía al piano, en mitad de plató. Al acabar, el público aplaudía y Marta Flich explicaba la razón: “Un comienzo muy especial para un superjueves único y muy emotivo. Comienza la Navidad en GH VIP”.

La casa se había adornado por completo de luces y adornos navideños que dejaban anonadados a los que fueron saliendo, uno a uno para descubrir que se habían convertido en finalistas.

La primera fue Carmen Alcayde que se encontró con una pantalla que decía “felicidades” y una presentadora que le aclaraba lo que estaba ocurriendo: “Eres finalista”. Esas palabras desataron su locura, se tiró al suelo para celebrarlo, para reír y llorar al mismo tiempo y dar las gracias a la audiencia.

Le siguió una Laura Bozzo que tras el subidón de ser la salvada, aún le subieron más las pulsaciones al descubrir que también se sumaba a la lista de afortunados. Tras ellas, Albert Infante, Naomi Asensi y Michael Terlizzi que, en su línea, fue el más calmado.

Para acabar con un Luitingo, al que no esperaban, y que se añadía a la lista tras ver a Pilar marcharse con una segunda expulsión a sus espaldas.

El “triunfo moral” de Luitingo frente a Pilar

Laura, Luitingo y Pilar eran los nominados, tras el arreglo que tuvo que hacer el reality al descubrir las 'trampas' de Bozzo. Flich les mostró los reñidos porcentajes ciegos que habían acumulado: 34%, 39% y 27%.

Y seguidamente, dejaba a uno de ellos respirar tranquilo: “La audiencia ha decidido que debe salvarse de la expulsión Laura”. La peruana agradecía con gritos y sorpresa la decisión: “No me lo puedo creer”, exclamaba mientras abrazaba a Pilar.

Al marcharse Laura, se quedaron a solas en la sala de expulsiones Luitingo y Pilar. Los dos concursantes que habían sido pareja dentro del reality y habían roto fuera en cuestión de días. Compartir casa de nuevo había incomodado a la influencer hasta el punto de llorar por las esquinas, al verle feliz con Jessica.

Por lo que esa expulsión significaba mucho más que un regreso a casa. También era el “triunfo moral sobre el mayor rival” del otro, según definió Flich. Los dos se quedaron en silencio total, porque cada vez que abrían la boca se tiraban cosas en cara.

Cuando se cerraron votaciones, la pantalla mostraba algo tan ajustado como 49,5% y 50,5%. Y la presentadora sentenciaba: “La audiencia que debe abandonar la casa Pilar”. Él reprimía su alegría mientras subrayaba que la que debía estar ahí era Jessica Bueno.

Pilar se marchaba “feliz y contenta” y corría al ascensor sin darse una oportunidad para despedirse de él. Algo que sentó mal a Luitingo: “No hay manera de ser cordial ni respetuoso con esta mujer así que se acabó. Ya lo he pasado muy malamente”, zanjó.