Los reportajes de Equipo de investigación no siempre ponen en apuros a sus protagonistas, y algunos de ellos son más que beneficiosos para quienes están bajo la lupa de Glòria Serra. La presentadora de laSexta ha explicado en Martínez y Hermanos, el show de Dani Martínez en Movistar Plus+, las consecuencias que tuvo uno de los capítulos más vistos y repetidos de su programa.
En La guerra del céntimo, el equipo de Serra investigó a una cadena de panaderías española que estaba vendiendo los cruasanes a un precio bajísimo. Era uno de los primeros reportajes sobre consumo, así que la presentadora creyó que su público, acostumbrado a las truculentas historias de narcotraficantes, asesinos y corruptos, no se engancharía al sorprendente caso de los cruasanes ultrabaratos que no escondían ningún misterio: aquello simplemente era una forma de atraer clientes.
“El programa arrasó contra todo pronóstico. Es el más querido por la audiencia”, explicó la comunicadora catalana en el plató de Movistar Plus+. De hecho, no sólo gustó a los espectadores; también la empresa pudo sacar provecho de aquella investigación.
“Años después me encontré al jefe de marketing de la empresa de los cruasanes y le dije: 'Me tenéis que perdonar porque vaya abuso'. Y me dijeron: 'No, estamos encantados porque cada vez que se remite el programa tenemos un montón de llamadas para montar franquicias, y la gente se tira a comprar cruasanes como loca'”, relató Serra: “No era nuestro objetivo, pero el hombre estaba feliz”.
Acompañada por el compositor Manuel Quijano y el exjugador de baloncesto José Calderón, la televisiva contó algunas otras anécdotas sobre el programa que presenta, en el que a menudo suelen aparecer delincuentes que acaban en prisión. Sus familiares podrían guardarle bastante rencor a la periodista, pero no siempre es así.
Es más, incluso le piden fotos por la calle: “Hubo una mujer que estaba orgullosa de que su primo, que estaba en la cárcel, hubiera merecido salir en Equipo de investigación”.
Gloria Serra también se refirió al icónico programa en el que consiguió frenar a una vaca que se le acercaba por la espalda (“me giré, me vio la cara y se quedó ahí parada 15 minutos”), y provocó las risas de todos los presentes al confesar que su comida preferida son “los huevos fritos en cualquier posición”.
Hicieron falta unos cuantos segundos para que el plató recuperase la normalidad. “Ahora quiero morirme. ¿Me puedo ir a mi casa con la poca dignidad que me queda?”, bromeó abochornada mientras ella y sus compañeros se limpiaban las lágrimas.