Este domingo, 8 de septiembre, Ion Aramendi se estrenó en el primer Debate de Gran Hermano 2024. Habían pasado tres días del regreso de concursantes anónimos a la Casa de Guadalix y ya se estaban desencadenando numerosas tramas entre los 19 concursantes.
Así, la gala dominical daba la información que le faltaba al público sobre el mecanismo de nominaciones y de expulsión, anunciando un cambio histórico.
Ya se había subrayado que en esta edición habrá un “doble juego, dobles decisiones y doble espacio”. El doble espacio ya lo conocimos con la casa oficial y la casa secreta, en la que viven distintos participantes. A raíz de tal situación, Aramendi explicó lo siguiente:
“Cada semana dos habitantes de la casa secreta entrarán a la casa oficial y tendrán que ocultar su identidad”. Los primeros en entrar este domingo fueron Violeta y Luis, disimulando que son la ex amiga y el novio de Nerea.
Pero “para que entren a la casa grande deben salir dos. Este martes hay nominaciones y jueves expulsión doble” añadió el presentador. Eso sí, “hasta que todos los habitantes de la casa secreta no pasen por la oficial nadie saldrán de Guadalix”.
De forma que, aunque el público expulse a dos concursantes, esos dos serán apartados a otro lugar - todo apunta que a la casa secreta- hasta que todos hayan pasado por la oficial y lleguen las expulsiones definitivas.
Una mecánica que recuerda a la de Supervivientes y el Palafito en el que se quedan los desterrados que, tras varias semanas salvados por la audiencia, pueden hasta reunificarse y tener una segunda oportunidad en el reality.
Y es que, “¿cuántas veces os habéis arrepentido del primer expulsado?” preguntaba Aramendi, explicando que si la audiencia se repensaba esa eliminación, ahora en Gran Hermano también podrían redimirse.