A las 00:00 horas de la cuarta gala de Gran Hermano 2024, Jorge Javier Vázquez desvelaba lo que habían estado cebando durante días: “La audiencia tomará una decisión sin precedentes en 25 años, va a elegir el casting final”.
Hasta esa hora, la entrega había transcurrido como las habituales: expulsaron primero a Laura y después a Nerea. Para acabar desvelando la existencia de la casa secreta a los concursantes que aún no la conocían.
Finalmente, el reality reunía a los 19 por primera vez en la casa oficial y explicaba que, tras haberles conocido a todos, “desde esta misma noche podréis votar entre todos los concursantes y decidir qué Gran Hermano queréis ver y con qué protagonistas”.
De esta manera, por primera vez en el formato, la audiencia podría escoger a los habitantes de la casa de Guadalix, tras haberles conocido durante 3 semanas. Saber las tramas que han empezado, las amistades y enemistades forjadas y hasta las posibles carpetas.
“Esta noche todos dormirán bajo el mismo techo” subrayaba el presentador al ver la escena inédita de Daniela, Vanessa, Javier, Jorge, Óscar, Nerea, Luis, Juan, Ruvens, Manu, Maica, Edi, Silvia, Lucía, Maite, Laura, Adrián, Violeta y Elsa reunidos en el sofá.
Las dos “expulsiones” de la noche y las siete “salidas” fulminantes
Laura, Luis y Nerea eran los nominados de la noche que se despidieron de sus compañeros para escuchar la decisión de la audiencia en la sala de expulsiones.
Así sentenció Jorge Javier: “La audiencia ha decidido que debe abandonar la casa Laura”. La hija de María José Galera se derrumbaba al despedirse del reality... o eso creía ella.
Nerea y Luis regresaban felices a la casa para informar al resto de que se había marchado Laura pero ellos se quedaban. Una alegría que duraba poco porque segundos después se apagaban las luces de la casa, para escuchar a Jorge Javier:
“La audiencia ha decidido que debe abandonar la casa Nerea”. Esas palabras eran un duro golpe para la pareja pero también para Violeta que se echaba a llorar la salida de la que ahora era su amiga, aunque habían entrado como enemigas.
Pero la peor noticia para la casa llegó cuando el presentador informó a siete de ellos que no habían cumplido con su cometido y estaban eliminados: “Os lo advertí, 10.000 personas se apuntaron al casting, vosotros fuisteis los afortunados y a cambio teníais que cumplir las misiones encomendadas. No era broma y os avisamos”.
Como castigo, Edi, Manu, Ruvens, Adrián, Maica, Maite, Elsa eran expulsados de forma fulminante: “Tenéis que abandonar la casa ya sabéis por qué y si no lo sabéis todavía peor”. Y, aunque ellos pensaban que volvían a sus respectivas casas, lo que descubrieron fue la casa secreta.
La unificación de los 19 concursantes
En la sala de expulsiones se reunieron Laura, Nerea, Silvia, Juan, Óscar, Daniela y Vanessa, los que pensaban que habían sido expulsados por la audiencia. Allí empezaron los sustos:
“La audiencia ha decidido que debe salir Silvia”, ella obedecía desconcertada por la palabra “salir” y llegaba a la casa oficial donde se reencontraba con Elsa, la que la había delatado. “Lo supe el primer día que erais hermanas”, pero la vasca no admitió haberla delatado en el confesionario. Seguidamente Silvia se reencontró con su hermana Lucía.
La siguiente en volver a la casa fue Vanessa que se topó con Maite, su enemiga íntima, con la que se disculpó. Muy distinto fue el reencuentro de las dos con Óscar, al que no recibieron con alegría: “A tomar por culo”, exclamaba Maite al verlo. Para alegrar a Óscar entró Maica.
Les siguieron Nerea que volvió a besar a Luis. Para, finalmente, Laura, Juan y Daniela ser los últimos que entraron.