Por lo visto no podemos grabar aquí

La Guardia Civil detiene la conexión de 'Espejo Público' desde la cárcel de Ernesto Neyra

Redacción

El Centro Penitenciario de Huelva se ha convertido este viernes en el epicentro de la noticia para los espacios de actualidad y corazón tras conocerse, ayer jueves, la encarcelación de Ernesto Neyra. Uno de los programas desplazados hasta allí es Espejo Público, cuya conexión ha sido interrumpida en directo por la Guardia Civil.

La periodista Carmen Pardo se encontraba informando de la última hora del bailarín, rostro habitual de los formatos del corazón, cuando se veía obligada a cortar la videollamada por petición de las autoridades.

“Creo que me va a interrumpir la grabación la Guardia Civil”, comenzó a decir la tertuliana del magacín de Antena 3 al ver que los agentes se dirigían a ella. “Por lo visto no podemos grabar aquí en la puerta, no nos habían dicho nada y no lo sabíamos”, explicó Pardo, que trató de encontrar una solución antes de interrumpir el directo: “¿Y si me giro?”, propuso.

Finalmente, la periodista detuvo la conexión para encontrar otro punto de la cárcel en el que poder situarse para retomar el directo, y volvió a pedir paso minutos después a su compañera Lorena García en plató para terminar de ofrecer la información.

Ernesto Neyra, detenido y encarcelado

Neyra cumple condena en la cárcel de Huelva desde el pasado 10 de agosto. Pesaba sobe él una orden de busca y captura desde el pasado 20 de mayo, tras meses escapando de la justicia, y finalmente fue detenido en un hotel de Matalascañas. En dicha prisión tendrá que cumplir la pena impuesta de 90 días, según informa La Razón.

El bailarín fue condenado por un delito de impago de pensiones tras ser denunciado por su ex mujer, Leli Céspedes, por su negativa a cumplir el pago de la pensión alimenticia de sus tres hijos durante años. El también ex marido de Carmina llegó a acumular una deuda de más de 50.000 euros que consiguió rebajar hasta 9.000 euros, gracias a la disposición de la madre de sus hijos de llegar a un acuerdo para evitarle la cárcel.

Aún así, Neyra no ingresó la cantidad adeudada en concepto de pensión alimenticia ni la multa derivada por la responsabilidad civil de sus actos, por lo que fue imposible evitar la cárcel.

El Juzgado de lo Penal Número 3 de Málaga dictó, el pasado 23 de septiembre de 2019, una resolución por la que se condenaba al susodicho a la pena de 90 días de prisión por “impago de multa como consecuencia de un delito de impago de pensiones”.

Tras interponer dos recursos, el de reforma que no fue admitido y el de apelación que ha sido desestimado por la Audiencia Provincial, el pasado jueves 13 de febrero el Juzgado de lo Penal requería su ingreso en prisión en el plazo de cinco días advirtiendo al condenado que, de no hacerlo de forma voluntaria, seria puesto en búsqueda y captura. El bailarín no lo hizo y consiguió escapar de la acción de la justicia durante casi seis meses.

Tras dictarse la orden de busca y captura en mayo de 2020, aún en pleno confinamiento, Neyra decidió no ingresar en prisión y no ha sido hasta el mes de agosto, cuando la policía ha conseguido detenerlo. En esos momentos, se encontraba con su última pareja conocida, Rocío, en un hotel de Matalascañas en el que había estado alojado una semana.