Aviso, spoilers: esta noticia desvela detalles del capítulo 4x01 de 'El Ministerio del Tiempo'
El Ministerio del Tiempo reabrió anoche sus puertas en La 1 tras dos años y medio de ausencia. La serie creada por Pablo y Javier Olivares volvió con la esencia de siempre y con algunas curiosidades 'marca de la casa'. Referencias metatelevisivas, cinematográficas y de otra índole se sucedieron durante los 60 minutos de Perdido en el tiempo, primer episodio de la cuarta temporada. A continuación repasamos las más relevantes.
El guiño de Pacino a 'Los hombres de Paco'
La cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo arranca con el descubrimiento de Eulogio Romero, un soldado de la División Azul reconvertido en galán del cine franquista que es exactamente igual a Julián (Rodolfo Sancho). No es que sea parecido o que se le dé un aire, no, es que es exactamente igual. Así lo afirma Pacino: “O sea, una cosa es parecerse razonablemente a alguien y otra es ser idéntico. Donald Trump y Boris Johnson se parecen, pero no son idénticos. Benjamin Franklin y Chiquito de la Calzada se parecen, pero no son idénticos. El chico este que salió en Los hombres de Paco y yo, que no lo digo yo, lo dice todo el mundo. Pues hombre, nos parecemos, pero este tío... [señala la foto de Eulogio] por favor, este tío...”
Sí, Hugo Silva hizo referencia a través de Pacino a otro de los grandes personajes de su carrera televisiva, el de Lucas en Los hombres de Paco. Un papel que, dicho sea de paso, podría volver a interpretar en un futuro no muy lejano.
Alonso de Entrerríos, fan de 'Acacias 38'
Fiel a su palabra, el personaje al que da vida Nacho Fresneda comienza la cuarta temporada retirado como agente de El Ministerio. En su lugar pasa las tardes viendo con su hija otra serie de TVE, Acacias 38. Además, no da la papilla a su pequeña diciendo que viene el avión, sino “la moto”. Y es que las motos son uno de los avances preferidos de Alonso desde que vive en el siglo XXI, tal y como dejó claro en temporadas anteriores.
“No nos vemos desde el 1 de noviembre de 2017”
Tras recibir una llamada de Salvador, Alonso abandona su retiro para poner rumbo al nuevo Ministerio. Allí se reencuentro con Lola y con Pacino, que le recibe con un caluroso abrazo. “Cuánto tiempo, amigo mío”, le dice éste. “Sí, desde el 1 de noviembre de 2017” señala Alonso en alusión a la fecha en que TVE emitió el último capítulo de la tercera temporada. Así que el diálogo que mantienen los dos agentes es como si lo mantuvieran la propia serie con los 'ministéricos'.
Franco prepara una segunda parte de 'Raza'
Más allá de averiguar si Eulogio Romero es Julián, la otra misión que tendrá que cumplir la patrulla en el Madrid de 1943 será evitar un intento de asesinato contra Franco. Durante un momento del capítulo, el dictador celebra un acto rodeado de diferentes personalidades, entre ellas el propio Eulogio. Al ser el nuevo galán del cine franquista, Franco le propone protagonizar la segunda parte de Raza, película dirigida por José Luis Sáenz de Heredia en 1941 y cuya historia se basa en un relato escrito bajo seudónimo por el propio Franco (quien firmó como Jaime de Andrade) y es considerada una de las principales películas propagandísticas de toda la dictadura.
En el capítulo de El Ministerio, el dictador le explica a Eulogio que su nuevo largometraje se va a llamar Raza 2 “porque así la gente no se confunde y sabe que es una continuación”.
Luis García Berlanga no tiene claro si debe dedicarse al cine
En el episodio se nos cuenta que Eulogio luchó en Rusia como miembro de la División Azul. Allí se hizo amigo de un joven Luis García Berlanga que ahora, en su regreso a España, no tiene claro que su futuro esté detrás de las cámaras.
“¿Dedicarme al cine? No, gracias, con dos carreras tengo bastante. Además, prefiero ser escritor. Parece que no se me da mal”, dice antes de que Irene Larra le inste a “pensarse” su decisión. Y menos mal que lo hizo, porque sin Luis García Berlanga nos habríamos perdido a uno de los grandes directores de nuestra historia, autor de clásicos como Bienvenido, Mister Marshall, El verdugo y Los jueves, milagro, entre otros.
Pacino y un joven vendedor de melones
Mientras espera movimientos en la misión, un joven vendedor de melones se acerca al coche al coche de Pacino. Tras ofrecerle el producto, el agente se queda mirando unos segundos hasta que acepta comprarle un melón y, de paso, le permite que se quede con el cambio.
Era lo mínimo que podía hacer Pacino, que en su juventud también se dedicó a vender melones, tal y como se nos contó en la tercera temporada. Ah, por cierto, al final no se comió el melón porque prefirió usarlo para algo más importante: irrumpir en el local donde estaban secuestrados Irene y Alonso.
Julián se reencuentra con Federico García Lorca
El capítulo termina con una ensoñación de Julián/Eulogio. En ella le vemos caminando por la nieve durante su batalla contra los rusos. Sin embargo, el que se aparece ante sus ojos es el mismísimo Federico García Lorca, al que pregunta quién es mientras le apunta con su arma. “¿No me reconoces, Julián?”, le dice el poeta, cuya aparición no es casual, pues él y Julián ya dieron muestras de tener una conexión especial en La leyenda del tiempo (1x08), capítulo en el que se conocieron en la Residencia de Estudiantes en 1923.